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River... un campeón de la vida

BUENOS AIRES -- Después de más de 30 horas de viaje, recién llego a Buenos Aires. Sucio, cansado, todo transpirado y con olor a mamey y mango, llegué a mi querida ciudad. Por una semana me había olvidado del fútbol argentino.

México es uno de los países más atractivos que nos podamos imaginar. Como en ningún otro lugar, hay un culto, una pasión, casi una locura sin límites por el ser argentino. En México adoran hasta la idolatría a los argentinos. Si hay un país en el que quisieran vivir los mexicanos, ese es Argentina.

En la calle, al escucharme hablar, la gente se acercaba y me decían "qué lindo, eres argentino". En fin, podían verse por las calles del D.F., a muchos mexicalis cargando la bandera de River Plate. Y no era para menos. Hay que potenciar la unión, el acercamiento y el vínculo afectivo entre los países.

Llegué y me encontré con un hincha de River, felicísimo y no era para menos. Acababan de coronarse campeones, goleando a un insípido Quilmes que no dio pie con bola en este campeonato.

De inmediato tomamos una cerveza con mi hincha de River anónimo, en un barcito a la entrada del Predio de la AFA, ahí donde entrena argentina. Estacioné mi auto Lancia amarillo modelo 2014 y nos sentamos en un carrito de sanguches de lomito y vacío-pan.

--Qué lindo Lancia amarillo, Cucu. Me dijo el hincha envuelto en la camiseta de sus amores.
--¿Te gusta? Lo dejé una semanita estacionado en el estacionamiento del aeropuerto. Y no le pasó nada...
--Cucu, salimos campeones, eso es fatal. Jugamos un partidazo y estaremos en la próxima Copa Libertadores, lo cual me llena de placer. Cucu, pensá que hasta hace poco, estábamos en el infierno.
--Sí. Una gran felicitación. Creo que ningún equipo merecía salir campeón más que River. Por todo lo andado, pero está claro que River es un grande de verdad.
--Sí, Cucu, ahora hay que comprar a un par de jugadores de calidad.

--¿Te parece? Yo lo veo bastante bien así. Le daría más recorrida a los juveniles. Trataría ahora sí de que vuelvan dos grosos: El Chori Dominguez y Andrés D'Alessandro.
--Cucu, no sueñes. D'Alessandro es carísimo y el Chori está en la recta final. Lo importante es que salimos campeón y de a poco, vamos recuperando la mística de nuestra historia.

Fue un placer único para mí volver a comer un buen sanguche de carne, rodearme de un hincha apasionado que no paraba de llorar. ¿Cuál será el futuro de River de ahora en más? Solo le quedará seguir ganando, comenzar a disputar objetivos más difíciles y descubrir el estilo de juego que lo consolide como lo que siempre fue: un grande.

Envío mis más cálidos saludos a todos los hinchas de River que sufrieron este tiempo y bancaron siempre a Ramón Díaz. Ya no hay dudas, Ramón es el mejor técnico al que puede aspirar River Plate.

Suerte de ahora en más y no dejen de disfrutar por este título tan importante.