En medio de un empuje hacia la postemporada y con una semana corta, los Seattle Seahawks y San Francisco 49ers no se pueden dar el lujo de invertir tiempo pensando sobre el pasado, especialmente ahora que todo está sobre la mesa en el presente.
Estos rivales de la NFC Oeste se miden el jueves en la noche -- el primero de dos choques en 18 días -- con los calientes 49ers en busca de su sexta victoria consecutiva en casa contra los Seahawks.
Quizás la rivalidad más intensa en estos momentos en la NFL se merece estar en el tiempo pico, aunque ambos lados tienen poco tiempo para, al menos públicamente, preocuparse sobre cómo es que se ha llegado a este punto.
Colin Kaepernick ya dejó en el pasado la derrota que los 49ers sufrieron ante los Seahawks en el juego de campeonato de la NFC el año pasado. No le interesa revivir el fatídico pase a Michael Crabtree que fue tocado por el esquinero Richard Sherman y eventualmente interceptado por Malcolm Smith en la zona de touchdown faltando 30 segundos de una derrota por 23-17.
Al quarterback de los 49ers le importa muy poco que Sherman siga hablando para desconcentrar a Crabtree cuando se reanude su rivalidad personal.
"Yo me preocupo por lo que nosotros estamos haciendo", dijo Kaepernick, quien tiene récord de 0-2 en la temporada regular en Seattle que ganó su único encuentro contra los Seahawks en casa la temporada pasada.
Es la primera vez que los equipos se miden en Levi's Stadium, en donde los Seahawks esperan que el cambio de sede haga una diferencia mientras intentan terminar con su mala racha en la zona de la Bahía.
"Va a ser difícil contra una audiencia dífil, jugando por primera vez en ese estadio", dijo el quarterback Russell Wilson, quien completó 24 de 48 pases para 321 yardas con un toucdown y dos intercepciones perdiendo sus dos salidas en Candlestick Park.
Los Seahawks y 49ers se han dividido los últimos cuatro títulos de división, pero ambos tienen marca de 7-4 y est[an a dos juegos del líder divisional, Arizona. Saliendo de una victoria por 19-3 sobre los Cardinals el pasado domingo, Seattle tiene la ventaja en un empate sobre Detroit y San Francisco para el último puesto de comodín en la NFC.
"Nosotros nos sentimos como que estos son los playoffs", dijo el profundo de los 49ers, Antoine Bethea. "Hay que ganar".
El ala defensiva de los 49ers, Aldon Smith, probó cuán serios están los 49ers al arreglar su dedo dislocado y seguir jugando en la victoria por 17-13 sobre los Washington Redskins.
"Esa es una buena cicatriz de guerra", dijo el entrenador de los 49ers, Jim Harbaugh, cuyo equipo ha ganado tres partidos consecutivos por un margen combinado de 13 puntos.
Jugando en su segundo partido desde que regresó de una suspensión por violar la política de la liga sobre sustancias controladas, Smith tuvo dos capturas contra los Redskings. En el partido contra los Seahawks para el título de la NFC, Smith capturó a Wilson en la primera jugada desde la línea de golpe y recuperó un balón suelto para ayudar a que San Francisco le apuntara un ventaja temprano.
Pero Wilson, sin embargo, fue el que salió celebrando tras conectar con Jermaine Kearse para un pase de 35 yardas para touchdown en el cuarto final y darle la ventaja definitica a los Seahawks.
Marshawn Lynch acumuló 109 yardas y un touchdown en ese partido, y ha amasado 175 en 39 acarreos en los últimos dos juegos ante San Francisco. El domingo pasado, jugando con la espalda lastimada, acumuló 82 yardas.