FILADELFIA -- Aunque J.C. Romero no considera que su participación en el Clásico Mundial haya sido la causa principal de la lesión que no lo permite participar en la Serie Mundial, éste no descarta que lanzar en el Clásico Mundial, para luego permanecer inactivo por 50 días para cumplir con su suspensión por alegadamente usar substancias prohibidas, puso a prueba los limites de su brazo.
"Sí, te diría que fue un año bien fuerte desde el principio. El empezar a tirar para el Clásico, después estar sentado por 50 juegos y tratar de tirar de nuevo. Ese pudo haber sido uno de los factores que me afectó".
Romero realizó tres apariciones en el Clásico Mundial con marca de 1-1 en 2.2 entradas de trabajo. Se apuntó la victoria contra Holanda que clasificó a Puerto Rico para la segunda ronda del Clásico Mundial, pero sufrió la derrota ante Estados Unidos que eliminó a su selección nacional del torneo.
Luego de pitchear en el Clásico, Romero regresó a los campos de entrenamiento de los Filis pero éste no pudo comenzar la temporada con el equipo porque tenía que cumplir con una suspensión de 50 juegos por un positivo de dopaje en de la temporada previa. Romero está demandando a la compañía de suplementos por alegado fraude. Éste alega que el frasco en el que se vendió el suplemento no mencionó todos los ingredientes que el producto contenía -- algunos de ellos están prohibidos por Grandes Ligas.
Romero apareció en juegos de liga menor en tres sucursales diferentes de los Filis un mes antes de cumplir con su suspensión, y regresó a las mayores el 3 de junio. Este apareció en 20 juegos hasta el 19 de julio cuando tuvo que entrar a la lista de los lesionados porque su antebrazo izquierdo le molestaba. El relevista zurdo puertorriqueño logró marca de 0-0 con 2.87 de efectividad, y seis delanteras preservadas en 15.2 entradas de trabajo durante dicho periodo.
Romero regresó a pitchear el 30 de septiembre, con la esperanza de que el descanso ayudara a sanar su lesión lo suficiente para dejarlo pitchear en la postemporada, pero no fue así. Ese fue su última aparición antes de someterse a una intervención quirúrgica el 7 de octubre en Nueva York para reparar un tendón en su antebrazo izquierdo.
"El doctor me dijo que tarde o temprano iba a tener que hacerme la cirugía porque yo era una persona que había tirado mucho y el tendón se estaba afectando un poquito", explicó Romero, quien está haciendo las de porrista para el equipo desde el banco.
Romero viajó con los Filis en la serie de campeonato de la Liga Nacional contra los Dodgers.
"Estoy aquí diciendo presente y dándole apoyo especialmente a los muchachos del bullpen. Sabemos que muchas veces uno de afuera puede ver lo que está sucediendo y yo de mi parte trato de aportar de lo poco que pueda para ayudarlos a ellos a hacer mejor trabajo".
"Esto es un equipo. Me siento sumamente orgulloso de lo que hicieron mis compañeros, especialmente los pitchers del bullpen que hicieron su trabajo cuando (Charlie) Manuel llamó sus nombres. Es algo que es fuerte mirarlo desde afuera pero gracias le doy a Dios que estoy aquí apoyando a mi equipo y esperamos traer ese trofeo de la Serie Mundial nuevamente a la ciudad de Filadelfia", dijo.
Romero dice que no piensa mucho en la ironía de que no podrá lanzar en la Serie Mundial este año después de disfrutar el año pasado de una efectividad perfecta en las 7.1 entradas que trabajó en la postemporada, y establecer una nueva marca de victorias (2) para un puertorriqueño en la Serie Mundial.
"Yo vivo por fe. Yo lo he dicho muchas veces que todas las cosas pasan en esta vida por una razón y yo sé que papito Dios me tiene sentado ahí, en ese dugout, por una razón. Lo importante es que estoy saludable, encontramos lo que estaba pasando y voy a estar listo para el año que viene".
Romero también tiene fe que el trabuco de los Filis le dará otras oportunidades de pitchear en una Serie Mundial.
"Tengo siete, ocho añitos más en el tanque. Así que esperamos en Dios seguir jugando pelota y retirarnos aquí con el equipo de Filadelfia" concluyó Romero.