HALLE -- Roger Federer se sacó las ganas. El suizo, número tres del mundo, derrotó al ruso Mikhail Youzhny (29°) por 6-7 (5), 6-3 y 6-4 en el césped de Halle y logró su primer título en el año. Sumó su 77ª corona (alcanzó a John McEnroe en el tercer lugar de la tabla histórica; Connors con 109 y Lendl con 94, al frente) y marcó el récord absoluto de 13 sobre hierba.
Le costó, como todo el año. Lo luchó y no bajó los brazos, demostrando su entereza a los 31 años. Finalmente, el premio. Luego de dos horas y dos minutos de acción, Federer se impuso en tres sets en un enorme partido y logró festejar su primer título en la temporada. Se hizo esperar. Recién llegó en junio, algo que no le sucedía desde 2001. Ahora, a soñar e ilusionarse de cara al All England Club de Wimbledon.
El primer game mostró un indicio de lo que podía llegar a ser. Y lo fue. En un tenis de altísimo vuelo, Youzhny levantó un 0-40 y empezó a darle batalla a Federer, que en los antecedentes contaba con un tremendo 14-0 a favor en duelos personales.
El ruso brilló en el inicio; y Roger respondió con creces. Ambos hicieron pesar su servicio y, sin quiebres, la historia se dirigió directo hacia un tiebreak. El desempate, al tono del duelo, no defraudó. Grandes puntos y emoción hasta el final. La balanza, en el cierre, se inclinó para el lado de Youzhny.
Federer, en busca de su primer título del año, no sintió el impacto y mucho menos bajó los brazos. Continuó jugando un gran partido y tuvo su premio al lograr al primer quiebre del partido. Una diferencia suficiente para adueñarse del segundo set, en el que apenas perdió cuatro puntos con su servicio.
Y hubo más, porque el suizo volvió a golpear en el césped alemán, donde ya había festejado el título en cinco oportunidades (el último, en 2008). Quiebre en el séptimo game para ponerse 4-3 y sacar una luz de ventaja, casi definitiva.
¿Por qué casi? Simple. Youzhny, actual 29° de la ATP, siguió mostrando un nivel muy similar al de hace cinco temporadas, en la que tocó el N°8 del mundo. Entonces, mantuvo su saque y exigió a fondo al helvético.
Pero Roger se sacó las ganas. Federer logró cerrar en cero con su servicio y se consagró campeón por primera vez en el año, algo extraño para él recién en junio. A los 31 años, el título 77 en su carrera y la ilusión intacta de cara a Wimbledon, donde se coronó en siete oportunidades.
Federer, cabe destacar, atraviesa un año signado por la irregularidad, con semifinales en Australia, cuartos en Roland Garros y final en Roma como notas destacadas, pero también algunas derrotas sorpresivas (Benneteau en Rotterdam, Nishikori en Madrid) e inconvenientes físicos que mermaron su rendimiento (la espalda en Indian Wells, el tobillo en París). Pero nada le quita el sueño del All England.
El ruso, por su parte, cerró una gran semana y también se ilusiona con vistas a Wimbledon. En estos días venció a jugadores de mejor ranking (Kei Nishikori, Philipp Kohlshcreiber y Richard Gasquet) y alcanzó su primera final desde Zagreb 2012.