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Historias mínimas

BUENOS AIRES -- Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Bryan vs. McEnroe, capítulo Indian Wells
Recordarán los comentados dichos de John McEnroe acerca de la actualidad del dobles en el circuito. Y una frase que tocó de cerca a los animadores de esa especialidad: "Hoy el dobles lo juegan los muchachos que no son lo suficientemente rápidos para jugar en singles". Pues bien, en el cuadro de Indian Wells hubo siete singlistas del Top 10, pero el título quedó en manos de los hermanos Bryan. Y, como en Nueva York semanas atrás, aprovecharon la ocasión para volverle a pasar factura al ex N°1 del mundo.

"Mucho se habló de que los doblistas no estaban a la velocidad de lo que se juega en singles", le transmitieron a modo de pregunta a los campeones en la conferencia post final. Bob recogió el guante: "¿Seguro se habló mucho? ¿O fue una sola boca? Creo que eso solo representa el pensamiento de una persona, pero lamentablemente tiene una gran repercusión". Mike fue menos confrontativo: "Ya hablamos con él de etsa tema. Él marcó su punto y nosotros obviamente tenemos otra opinión".

Pero cuando la cuestión se trasladó a los singlistas, la afirmación de McEnroe no fue descartada de plano: "No creo que ninguno de los muchachos que juegan dobles haya empezado su carrera pensando dedicarse solo a eso. Todos tratamos de tener éxito en singles y en un momento algunos eligen especializarse en dobles", planteó Novak Djokovic. "Con esto no estoy desacreditando el circuito y pido perdón si ofendo a alguien, pero creo que simplemente es así. Nunca escuché de un jugador que de chico soñara ser un campeón de dobles", completó.

Autonomía Federer
Mientras Dmitry Tursunov insiste en que la ATP debería considerar el "coaching" que tiene lugar en la WTA (es decir, que un jugador tenga permitido hablar con su entrenador en pleno partido), Roger Federer tomó claras distancias: "Ojalá nunca se implemente. Si alguna vez pasa, espero que sea cuando yo ya me haya retirado. Realmente no lo creo necesario. Incluso no sé si es justo, ya que no todos pueden costear a un entrenador. Veríamos ingresar a las novias de los jugadores, a sus padres. Va a parecer muy amateur, en mi opinión...".

En Australia, el suizo ya había mantenido su inclinación hacia la "autonomía" del jugador una vez que está en cancha. "Yo cuando juego ni miro a mi sector. Dejé de hacerlo hace mucho. No quería crecer siendo direccionado desde afuera", decía Roger en relación al entonces naciente vínculo con Stefan Edberg y a por qué no lo buscaba siquiera con la visita en plan de aprobación. "Es lindo resolver por uno mismo", resumió en Indian Wells.

Isner, Wawrinka y las cosas en perspectiva
Con lo hecho en Indian Wells, John Isner volvió al Top 10 después de 18 meses. En el medio, bajó el nivel, sufrió algunas lesiones y cayó hasta el puesto 23, dejando a Estados Unidos sin un Top 20 por primera vez en la historia. Con tanto vaivén, y la responsabilidad de ser la bandera del tenis en su país, ¿cómo se maneja la presión? "Con lo que viví al lado de mi madre he aprendido a poner las cosas en perspectiva. Cada vez que algo se vuelve complicado o estoy jugando mal o con problemas físicos, sé que siempre puede ser peor".

¿De qué habla Isner? De un episodio dramático que al mismo tiempo articuló su maduración: el cáncer de colon que debió combatir su madre cuando él estaba en la universidad, historia que compartió públicamente algunos años atrás, cuando se abría paso entre los mejores. "Fue muy importante para mí haber visto su lucha, el dolor que soportó, toda esa angustia, y cómo fue capaz de superarlo. Ella es una heroína para mí, una inspiración".

En otro plano, Stanislas Wawrinka también buscó desdramatizar el circuito: "Uno o dos años atrás traté de cambiar algunas actitudes y valorar cada partido ganado, fuese primera ronda o una semifinal. Me propongo disfrutar el momento y no vivir pensando en el siguiente partido o en el próximo objetivo. Porque en el tenis siempre hay más por lo que apuntar: un nuevo torneo, otro Grand Slam, alguien mejor en el ranking. Pero si uno no está satisfecho con lo que tiene, nunca disfruta nada".

La campeona que pudo no haber sido
En enero, Tsvetana Pironkova daba la sorpresa en el WTA Premier de Sídney y se llevaba el primer título de su carrera viniendo desde la clasificación. Tras un 2013 negativo, con récord de 11-26 y un piso que la llevó a la 119ª posición, la búlgara reconocía haber analizado el retiro, frustrada con sus resultados. Pero cambió el chip y en pocos meses tuvo premio. Algo semejante ocurrió en Indian Wells con Flavia Pennetta, flamante campeona del cuadro femenino.

Año y medio atrás, la italiana debió parar por una lesión en la muñeca y estuvo inactiva entre agosto de 2012 y febrero de 2013. Esa vuelta paulatina la hizo salir del Top 100, hasta caer en el puesto 158 en la previa de Roland Garros. Y las sensaciones en cancha eran todo menos positivas. "Pensé en parar. En Wimbledon razonaba: 'Juego hasta el US Open. Si para entonces no estoy al menos en el Top 100, esto es todo'. Pero justo desde ahí me empecé a sentir mejor, encontré la motivación necesaria y todo se encaminó para bien".

En ese US Open donde se quería ver Top 100, Pennetta alcanzó las semifinales y saltó nuevamente al Top 30. Esta semana, un nuevo impulso la llevó al N°12 del mundo y con su primer trofeo Premier bajo el brazo. "Trabajé muchos años para esto. Creo que voy a necesitar un par de días para darme cuenta de lo que conseguí", ilustró tras la final.

Gulbis 2 - Bautista Agut 0
El duelo entre el letón y el español, por octavos de final de Indian Wells, generaba una particular expectativa. No solo por el nivel ascendente de ambos, sino por el conflicto que tuvieron el año pasado en San Petersburgo. No defraudó. El cuarto choque entre sí, con ventaja para Gulbis por 2-1, nuevamente dio tela para cortar. Y desde el inicio...

Ya en el primer set, que se definió en tie break, ambos habían sufrido un warning del árbitro brasileño Carlos Bernardes por demorarse más de lo permitido para sacar. Los dos, ofuscados y quejándose, aceptaron la sanción del umpire. Pero todo pasó a mayores en el segundo parcial.

Gulbis trasladó su impotencia en el juego a sus reproches. Quebró una raqueta contra el piso y empezó a recriminarle a Bernardes por los movimientos de los espectadores en el estadio y ¡por el paso de un avión! El árbitro brasileño, sin querer, quedó en medio de la polémica. Le aconsejó al letón que se calmara, que se olvidara de esas cosas y que se vuelva a concentrar en el partido.

Acto seguido, Bautista Agut llamó al juez general del torneo, Lars Graff. ¿Por qué? Entendió que las palabras de Bernardes se pasaron de lo permitido y sintió que fueron las mismas que le podría haber dicho su entrenador. Lógico. El español prefería a su rival nervioso, molesto y fuera de foco. ¿Quedó ahí? No. Al ver esto, Gulbis tuvo una última reacción. En el cambio, pasó por delante del español y le dijo que dejara de quejarse que parecía una "niña", apreciación que fue de la mano de la "princesa malcriada" que le dijo en 2013.

Difícil pensar que todas estas situaciones no repercutieron en el desarrollo del encuentro. El segundo set, finalmente, quedó en manos del español pero la victoria, una vez más, fue para el letón por 7-6 (0), 4-6 y 6-2. Ya se aguarda el tercer capítulo de la saga.

El dobles ideal de Anderson
El sudafricano Kevin Anderson jugó en Indian Wells su tercer torneo en dupla en la temporada, siempre con distinto compañero. En lo que va del año participó con Robin Haase, Matthew Ebden (campeón en Acapulco) y Robert Lindstedt. Sin embargo, su ilusión es algo difícil de cumplir. ¿Con quién te gustaría jugar?, le consultaron desde el Daily Mail. Y no dudó: "Con uno de los Bryan".

Bob y Mike Bryan, desde su llegada al circuito en 1995, sólo han jugado separados en un puñado de ocasiones, mayormente en Challengers y por Copa Davis. En el circuito ATP participan juntos de manera ininterrumpida desde 2002, año en el que Mike compitió sin Bob en cuatro torneos: Sídney (con David Rikl), St. Poelten (con Michael Hill), Nottingham (con Mark Knowles) y Long Island (con Mahesh Bhupathi).

Anderson, de todas maneras, no parece exigente con cuál. "Con Bob o Mike", resalta, quizás a riesgo de no poder distinguir cuál es cuál. "Los he estado conociendo en las últimas semanas. Son geniales para el deporte y muy divertidos", continuó el sudafricano, quien jugó 44 torneos de dobles en su carrera y sólo ganó un título. "Aportan mucha energía y me encantaría conocer su forma de pensar dentro de una cancha", remarcó.

Por el momento, imposible. La dupla N°1 no se mueve. El bueno de Kevin se tendrá que conformar con consultarle cómo es jugar con ellos a Bhupathi, por ejemplo, o incluso a John Isner, con quien sí jugó dobles y éste también lo hizo junto a los Bryan por Copa Davis.

Decisión polémica, game dramático
Octavos de Indian Wells: Na Li está set arriba, 5-4, 40-0 ante Aleksandra Wozniak. Falla uno, dos, tres match points. Se fabrica uno nuevo: doble falta. Falla un revés paralelo y de pronto es break point para la canadiense. Inesperadamente en desventaja, arriesga con una derecha cruzada. La cantan mala. Wozniak apreta el puño y ya pide pelotas para sacar 5-5, pero Li desafía. Van al ojo de halcón y la tecnología ratifica el pálpito de la china, que vuelve a paso lento hacia su lado, como buscando calma en medio de tanta inestabilidad. Pero cuando la jueza de silla anuncia que "se repite el punto" la asiática pierde toda tranquilidad...

"¿Cómo que se repite? Pero ella estaba a 500 metros de la pelota, fue un winner", repite la campeona de Australia, mientras el público le hace los coros con abucheos a la jueza. "Esto se trata de lo que yo vi. Tal vez me haya equivocado, pero es lo que vi", la frena la umpire. "¿Cómo tal vez? Es el punto más importante del partido. Tienes que estar 100% segura", devuelve la N°2. Li luego salvó la chance de quiebre y terminó cerrando el encuentro en ese game, aunque no con menos drama: 11 match points y más de 20 minutos necesitó para doblegar a la canadiense.

"No entendía qué me pasaba. Sentía: '¿Por qué no puedo terminar este partido?'. Pero ella también tiene su mérito, nunca se entregó, buscó defender cada punto", enmarcó Li en conferencia. Y sobre la discusión con la jueza, agregó: "No podía creer su decisión. Era una pelota ganada, la había visto bien. Pero me la cantaron mala y luego encima hubo que repetir todo. Al menos tengo buen ojo y todavía tenía challenges disponibles, si no ni siquiera esa chance me quedaba...".