Canelo Álvarez es la principal estrella del boxeo, pero su nuevo enfoque podría desafiar su objetivo de construir un legado.
LAS VEGAS -- Canelo Álvarez se quitó sus gafas de sol de diseñador para revelar el tipo de expresión mortalmente seria que es muy familiar para los 39 oponentes que perdieron ante él por nocaut.
Solo que esta vez, el objetivo de su furia candente no era otro peleador, al menos no uno activo, sino Óscar De La Hoya, el boxeador del Salón de la Fama que promovió a Álvarez desde 2010 hasta su desagradable ruptura en 2020.
Por primera vez desde noviembre de 2019, Álvarez y De La Hoya compartieron escenario durante la semana de la pelea mientras Álvarez se prepara para defender su campeonato indiscutido de peso súper mediano contra su compatriota mexicano Jaime Munguía el sábado en T-Mobile Arena (8 p.m. ET, Prime Video PPV).
Munguía (43-0, 34 KO's) es copromocionado por De La Hoya, quien alguna vez ocupó el puesto de Canelo como la cara del boxeo durante gran parte de las décadas de 1990 y 2000. Y mientras "The Golden Boy" se burló de Álvarez con comentarios indagadores sobre el carácter del peleador estrella, apuntando a la prueba de drogas fallida de Álvarez antes de su revancha de 2018 con Gennadiy Golovkin, Munguía solo pudo reír.
"Sí, hubo momentos en que el trabajo no era mi prioridad debido a mi salud mental, que había descuidado durante tanto tiempo", le dijo De La Hoya a Álvarez. "Pero eso no cambia el hecho de que Golden Boy construyó a Canelo durante este período".
Álvarez (60-2-2, 39 KO's) respondió con una diatriba llena de improperios contra el "idiota" que desprecia, diciendo, "trata de no olvidar que yo ya era Canelo cuando vine a los Estados Unidos y que él sólo se benefició de mi nombre. Nunca perdió un solo centavo, sino que ganó dinero. ¿Ya le pagaste a Golovkin lo que querías robarle?
De La Hoya le dijo a ESPN el miércoles que a GGG se le pagó "todo lo que se le debe" luego de la demanda de Golovkin en 2022 contra Golden Boy Promotions, que buscaba más de $3 millones. El jueves, De La Hoya envió a Álvarez una carta legal exigiendo que Canelo cese y desista de nuevas "acusaciones difamatorias" y se retracte de sus comentarios.
Álvarez demostró el miércoles que todavía le queda mucha pelea por delante: un deseo ardiente después de todos estos años de devolver el golpe a sus enemigos dentro y fuera del ring. En una era en la que los boxeadores suelen entrenar cerca de la comodidad del hogar, Álvarez una vez más se fue para el campo de entrenamiento a su cabaña en las montañas de California, cerca del lago Tahoe en Truckee.
Álvarez ahora parece estar entrando en una etapa diferente de su carrera, donde muestra sus músculos como la única cara del boxeo. Durante su histórica carrera, a menudo buscó a los peleadores más evitados del deporte (Dmitry Bivol, Austin Trout y Erislandy Lara entre ellos) en busca de un legado.
Días antes de su pelea profesional número 65 y dos meses antes de cumplir 34 años, el lugar de Álvarez en la historia del boxeo sin duda está asegurado. Será un miembro del Salón de la Fama en su primera elección cuando se retire, con la oportunidad de superar a Julio César Chávez como el mejor boxeador de todos los tiempos de México.
Canelo ha sido un elemento básico de la lista libra por libra del boxeo (actualmente el número 4 de ESPN) durante dos décadas, ofreciendo enfrentamientos que los fanáticos clamaban, sobre todo una trilogía clásica con GGG. Últimamente, se ha resistido a la creciente demanda pública de un enfrentamiento con la estrella en ascenso David Benavidez, quien ocupa la posición número 2 en el ranking de peso súper mediano de ESPN.
Pero en lugar de Benavidez, Álvarez defenderá su corona de las 168 libras contra Munguía el fin de semana del Cinco de Mayo. El campeón es un favorito de -550, según ESPN BET, para hacer retroceder al número 4 de 168 libras de ESPN.
"[Benavidez] no me aporta nada", dijo Álvarez en marzo en una conferencia de prensa en Beverly Hills, California. "Él sólo aporta 25 libras extra la noche de la pelea. Eso es todo... Si un promotor con el que trabajo ofrece entre 150 y 200 millones de dólares, entonces pelearé mañana. Esa es la única razón por la que pelearé con él".
De La Hoya ganó cientos de millones durante su carrera, al igual que Álvarez después de él, y enfrentó la misma presión para seguir asumiendo los desafíos más difíciles.
"Cuando un peleador menciona una cifra tan alta, $150, $200 millones, en otras palabras, no quiero pelear con él", le dijo De La Hoya a ESPN el mes pasado. "... Canelo viene después de [Floyd] Mayweather [como la principal estrella del boxeo] y está dando el ejemplo de que se trata del día de pago... El mundo entero desea que pelee contra Benavidez y dé el ejemplo.
"Esa pelea debe suceder. Estamos en una buena racha ahora mismo al tener buenas peleas, y debemos continuar haciendo que esas grandes peleas sucedan. Y por primera vez en mucho tiempo, el fanático casual está pidiendo esta pelea. Es algo así como Mayweather-[Manny] Pacquiao. Es ese tipo de situación, así que será una pena si Canelo no [pelea contra Benavidez]".
AL PRINCIPIO DE SU carrera, Álvarez se ganó la reputación de buscar peleas arriesgadas. A los 20 años, superó a Trout, un zurdo complicado que era prácticamente desconocido. Meses después, en septiembre de 2013, Álvarez desafió a su predecesor como máxima estrella del boxeo, "Money" Mayweather.
Álvarez todavía se estaba desarrollando y aún no estaba en su mejor momento, pero ya era una estrella. Aun así, hizo concesiones de peso (un peso de 152 libras) para conseguir la mejor oportunidad de su carrera con Mayweather y fue firmemente dominado. Más tarde, Álvarez atribuyó esa derrota en la pelea por el título de peso mediano junior a una experiencia de aprendizaje que lo llevaría a la cima del deporte y lo mantendría allí.
Pasaron otros nueve años hasta que Álvarez volviera a perder. Se encontró en una posición muy diferente, pero aun así buscó enfrentamientos más desafiantes. En lugar de defender sus cuatro títulos de 168 libras contra Jermall Charlo, un peso mediano, Álvarez eligió desafiar a Bivol por su campeonato de 175 libras en mayo de 2022.
Al igual que Trout, el boxeador ruso poseía un talento que superaba con creces su perfil. Bivol derrotó a Álvarez en una pelea que lo derribó de su posición libra por libra. Por eso, al parecer, Álvarez no tiene problema en decirle que no a Benavidez esta vez.
Absorbió las críticas por el revés a pesar de ser apenas su segunda pelea en las 175 libras. La pérdida todavía devora a Álvarez; Canelo le dijo a ESPN que sigue interesado en una revancha con Bivol en el peso semipesado.
"Todo el mundo dice 'no, es una pelea fácil', pero yo sabía que [Bivol] era un peleador realmente bueno y de otra categoría de peso", dijo Álvarez. "Así que asumo mi riesgo. Y siempre peleo con cada peleador... y siempre me pruebo allí y siempre lo pruebo [a] todos. Pero ya no. Estoy cansado de eso porque nunca va a ser suficiente para ellos. Voy a hacer esto por mí, por mi gente y eso es todo".
De hecho, los fanáticos siempre presionarán para ver a otro nuevo peleador lograr el enfrentamiento con Álvarez. Esa es la naturaleza del boxeo cuando eres la estrella principal. Es por una buena razón que una pelea entre Álvarez y Benavidez es tan esperada.
"Creo que es una era diferente para mí", le dijo Álvarez a ESPN el mes pasado. "... Si ves mi historia, siempre es alguien más [los fanáticos quieren que me enfrente] cuando tengo una pelea... Ahora mismo con Benavidez. Siempre está ahí. Así que ya no me concentro en eso porque "nunca será suficiente para algunas personas".
"Siempre peleo contra los mejores y estoy contento con mi carrera y estoy en una posición en la que puedo hacer lo que quiera porque lucho por ello", añadió. "...Me sacrifico y... merezco este puesto por todo lo que hice antes".
Álvarez todavía parece estar cerca de la cima de sus poderes luego de un par de victorias dominantes el año pasado sobre John Ryder y Jermell Charlo. Álvarez le rompió la nariz a Ryder en un baile de bienvenida en México en mayo pasado y cuatro meses después superó a Charlo, quien se negó a participar. Canelo derribó a ambos oponentes.
Benavidez también disfrutó de un excelente 2023. En marzo, superó a Caleb Plant, a quien Álvarez detuvo en noviembre de 2021, y noqueó por nocaut técnico a Demetrius Andrade en noviembre. Benavidez repartió brutales palizas en ambos combates, elevando el volumen de las convocatorias para una reunión cumbre con Álvarez
"No voy a estar esperando a Canelo", le dijo Benavidez a ESPN en marzo. "Después de pelear con Canelo, mi carrera no termina. Es frustrante, pero al final del día también me da mala fama... La razón por la que esta pelea no se lleva a cabo es porque Canelo no quiere que suceda, simple y llanamente".
No hay duda de que Benavidez, una máquina de golpear volumen con poder en ambas manos, presentaría un desafío peligroso. Es mucho más grande que Canelo, por ejemplo. Álvarez ganó su primer título en las 154 libras y mide 5 pies 8 pulgadas (1.73 metros). Benavidez es 10 años más joven, 36 peleas más fresco y pesa 168 libras en su carrera, mide 6 pies 2 pulgadas (1.88) y tiene una ventaja de alcance de 4 pulgadas sobre Álvarez.
Cuando no pudo atraer a Canelo al ring, Benavidez subió a 175 libras para una pelea el 15 de junio con el excampeón Oleksandr Gvozdyk.
CUANDO ÁLVAREZ FIRMÓ un contrato de tres peleas con PBC en junio pasado, creció la esperanza de que la medida llevaría a un eventual enfrentamiento con Benavidez, un veterano boxeador de PBC. Álvarez se enfrentó a Jermell Charlo en la primera pelea del acuerdo, con planes de enfrentarse a su hermano gemelo en la segunda pelea del acuerdo el sábado. Pero después de la apática actuación de Jermell, la pelea contra Jermall se volvió difícil de vender.
"Lo que Jermell hizo en la última pelea no será bueno para los ojos de la gente", dijo Álvarez. "Va a ser el mismo tipo. Oh, su hermano hizo una pelea realmente mala. Y creo que esta pelea con Munguía es mejor que la pelea con Charlo. Creo que se merecía la pelea. Gana buenas peleas, mejora mucho y es muy respetuoso conmigo, así que creo que se lo merece más".
A medida que Canelo avanza hacia la última parte de su carrera, el respeto le parece más importante que nunca. Siempre ha mostrado respeto a sus oponentes y no busca recompensar a los peleadores, dijo, que no corresponden. Se ríe ante la idea de que debería castigar a los peleadores irrespetuosos regalándoles el salario más alto de su carrera que acompaña a una oportunidad por alcanzar a la principal estrella del deporte.
"Déjame vencerte y darte un buen día de pago", dijo Álvarez burlonamente. "No, ya no... El respeto es importante. Y sé que es una pelea, pero cuando peleo, peleo con muchos peleadores que hablan muchas cosas, hablan muchas cosas, y No hagas m**rdas en el ring".
Plant ganó $10 millones, la cifra más alta de su carrera, y Munguía superará esa cantidad. Benavidez nunca ha ganado más de alrededor de $3 millones. A Álvarez no le preocupan las críticas en este momento, especialmente su expromotor convertido en rival. De La Hoya ofrece una perspectiva única como un luchador que protagonizó la cima del deporte, desde su medalla de oro olímpica en 1992 hasta su última pelea contra Pacquiao en diciembre de 2008.
"La forma en que lo vi fue que peleo contra quien tenga que pelear, y él es el mejor", dijo De La Hoya. "No me preocupé por no tener un día de pago [para el oponente]. Siempre puse mi legado en primer lugar. ¿Qué se necesita para llegar a la cima? ¿Qué se necesita para que me consideren el mejor? Bueno, tengo que pelear contra los mejores".
MUNGUIA PODRÍA SER un premio de consolación ante la ausencia de Benavidez en el lado derecho de la marquesina, pero sigue siendo un enfrentamiento esperado, especialmente para los fanáticos mexicanos. Munguía representa el primer enemigo compatriota de Álvarez desde Julio César Chávez Jr. en mayo de 2017.
Canelo ha dicho durante mucho tiempo que no desea pelear contra sus compatriotas mexicanos, pero hizo una excepción con Munguía. "Esto es historia para México porque es la primera vez que dos mexicanos van a pelear por cuatro cinturones".
"Munguía es un peleador realmente bueno", añadió Álvarez. "Es un peleador joven que lanza muchos golpes, que es fuerte y que tiene hambre. Así que es un riesgo para mí".
Un riesgo, tal vez, pero pequeño en comparación con los peligros de pelear contra Benavidez.
"Los peleadores generalmente lo saben, absolutamente", dijo De La Hoya. "... Hay un pequeño miedo en cada peleador. Tiene que haberlo. Incluso Mike Tyson dirá que hay un pequeño miedo, y ese miedo siempre es perder. [Benavidez es] un tipo más joven, es el más grande, es rápido, es fuerte, lanza muchos golpes. Ver a alguien lanzar golpes y los golpes serán un problema para Canelo en este punto de su carrera... Lo derrotarán.
"Obviamente es un hombre de negocios", añadió. "Eso es exactamente lo que es en el último cuarto de su carrera... y no hay nada malo en eso, pero al menos ten algunas pelotas para luchar contra el mejor chico frente a ti".
Álvarez llegará a la pelea del sábado buscando mantener su campeonato indiscutido de peso súper mediano, su puesto número 4 en la lista libra por libra de ESPN y, sobre todo, su indiscutible reclamo como la cara del boxeo.
Una victoria sobre Munguía probablemente no será tan fácil como sus dos victorias anteriores. Después de todo, Munguía está fresco, fuerte, invicto y decidido a destronar a un hombre con el que durante mucho tiempo había soñado pelear.
El excampeón de peso mediano junior viene de la mejor victoria de su carrera, un nocaut técnico en el noveno asalto sobre Ryder en enero. La salida anterior de Munguía fue nombrada Pelea del Año 2023 de ESPN, una pelea contra Sergiy Derevyanchenko donde una caída en el último asalto le valió a Munguía la decisión.
También es un momento de cierre del círculo para Munguía. Cuando tenía 21 años, aceptó reemplazar a Álvarez luego de su suspensión por sustancias prohibidas y pelear contra GGG, solo para que la comisión de Nevada rechazara la aprobación, citando la inexperiencia de Munguía. Seis años después, Munguía tiene la oportunidad que le cambiará la vida y está mucho más preparado para la oportunidad.
"Trabajar con la leyenda Freddie Roach realmente me ha motivado", dijo Munguía el mes pasado después de un entrenamiento en el Roach's Wild Card Boxing Club en Hollywood, California. "Él tiene mi confianza muy alta y... ha traído mucha paz y tranquilidad a mi esquina".
Canelo también está en paz. En paz con su legado, su posición en el deporte y, sobre todo, su libertad de pelear contra quien quiera.
"Sólo quiero hacer lo que quiera y obviamente dar peleas realmente buenas", dijo Álvarez. "...Creo que cuando te lo mereces, cuando haces todo, cuando peleas con todos, cuando haces las cosas correctas, creo que puedes hacer lo que quieras".