River pasó una dura prueba y salvó el invicto

BUENOS AIRES -- A una semana de tener que afrontar el Superclásico, el líder River Plate pasó esta noche una dura prueba ante Lanús al reponerse de una desventaja en el tanteador y con el 1-1 salvar el invicto, pero además ratificó que tiene jugadores de gran jerarquía como el colombiano Teofílo Gutiérrez y en lo colectivo, una personalidad ganadora.

En el el Estadio Néstor Díaz Pérez, Lanús ganó el parcial por una conquista de Lautaro Acosta y River consiguió el 1-1 por un disparo de Teo Gutiérrez desde fuera del área grande que ingreso abajo y a la izquierda de Agustín Marchesín.

El entrenador de los Millonarios, Marcelo Gallardo, fue expulsado por protestar y, como consecuencia, tendrá que ver el clásico ante Boca Juniors fuera del banco de suplentes.

La condición de imbatido para los de Núñez esta vez corrió serio peligro, en especial por el gol, a los 36 minutos del primer período, que convirtió Acosta al dar una muestra de concentración, inteligencia, precisión y jerarquía para escaparse de los defensores en el momento adecuado y batir a Marcelo Barovero con un remate rasante y cruzado.

Claro que en la segunda parte, a los 25 minutos, Teo logró el 1-1 al sorprender a Agustín Marchesín con un remate muy eficaz, más allá de la distancia que tuvo en su origen, y a partir de entonces el equipo de la banda hasta se jugó entero en procura de la victoria. Fue un primer período en el que a River le costó asumir el protagonismo porque como visitante fue recibido por un equipo que ejerció mucha presión, basó su accionar en el orden táctico, en la fortaleza fisica, el juego de roce y de contraataque rápido.

Así y todo, los dirigidos por Gallardo generaron la mayor contidad de situaciones de gol que deparó el primer capítulo, no sin dificultades, pero con lucidez y precisión.

Sobre todo, se destacó la llegada del uruguayo Rodrigo Mora, a los 32 minutos, cuando sacudió el travesaño con un derechazo.

A partir de los 21 minutos y hasta el gol del Granate River habia sido claro dominador de un partido difícil.

A los 21 el Millonario elaboró la primera situación clara. Tras un pase de Leonardo Pisculichi, Gutiérrez quedó cara a cara con el arquero e intentó una definición sutil, pero la pelota pasó cerca de la base del poste izquierdo.

A los 31, Teo desbordó por derecha, buscó a Pisculichi dentro del área con un pase rasante y tras el disparo Marchesín evitó el gol enviando la pelota por arriba del travesaño con lo justo.

Una vez que logró encaminar el cotejo River tuvo esas tres oportunidades que no supo capitalizar, mientras Lanús no cambiaba su estrategia y seguía atento para replicar con verticalidad.

Fue asi que tras un saque rápido, Silvio Romero metió un pase profundo para Acosta que se filtró entre la última línea de River. El Laucha buscó el angulo inferior izquierdo de la valla de Barovero, quien alcanzó a tocar la pelota, pero no a evitar la conquista.

Desde entonces y hasta el cierre de la primera mitad se diluyó lo bueno que estaba haciendo River por el nerviosismo resultante.

En el segundo episodio, River atravesaba su peror momento, sin ideas, sin entrenador, y el único recurso que mostraba era patear desde fuera del área ante un Lanús que lo esperaba agazado.

Romero tuvo un contraataque a los 22, cuando eludió defensores, pero Barovero le tapó la chance con indoneidad.

Poco después, a los 25, Teo consiguió sorprender a Marchesín con uno de esos tiros desde fuera del área, la pelota picó antes y se le metió en un rincón al guardameta, quien en esa escena clave tuvo algún grado de responsabilidad.

No obstante, Gallardo, lejos de conformarse, arriesgó, quizá inclusive por demás, al poner una línea de tres defensores, dado que el propósito siguió siendo el triunfo.

En definitiva, sin jugar del todo bien en el segundo tiempo, River pudo haber ganado, aunque también corrió el riesgo de haber perdido el partido, el invicto y hasta la distancia que le sacó a los otros animadores de la competencia.