<
>

Cavaliers y Raptors lidian con la presión de no decepcionar en el Este

Si le preguntas a cualquier aficionado, casual o fiel, de la NBA sobre las Finales de la Conferencia Este entre los Toronto Raptors y los Cleveland Cavaliers, te puedo garantizar que el 99 por ciento de ellos te dirá que los Cavs van a arrollar a los Raptors como un tiranosaurio rex hambriento. El otro 1 por ciento consiste de Drake y de gente que vive en Canadá.

Cleveland ha sacado la escoba en cada una de sus dos series anteriores contra los Detroit Pistons y los Atlanta Hawks y da miedo actualmente, mientras que Toronto ha tenido que sacar el desfibrilador para dos series infartantes que llegaron hasta el límite de siete juegos contra los Indiana Pacers y un Miami Heat diezmado.

Sin embargo, los Cavs deben tener cuidado y no pecar de confiados. El resto del mundo quizás no lo haya grabado en su memoria, pero estoy seguro de que la comunidad del estado de Ohio no ha olvidado como Dwight Howard y el Orlando Magic les pincharon el sueño en las Finales del Este del 2009 tras barrer…a los Pistons y los Hawks.

Está bien, sé que contar con Mo Williams y Zydrunas Ilgauskas como principales aliados no es lo mismo que respaldarse en Kevin Love y Kyrie Irving, pero permítanme decirles que todos los “expertos” de aquel entonces habían vaticinado que los Cavaliers despacharían al Magic en cinco o seis juegos. Solo uno dijo que aquella serie llegaría a un séptimo juego definitivo, ninguno que la ganaría el Magic.

Así que acuérdense de lo siguiente: Nadie. Sabe. Nada.

Habiendo dicho eso, repasemos las fortalezas y debilidades de cada equipo en una serie que los Cavaliers se ven favorecidos a ganar en no más de seis juegos.

CLEVELAND CAVALIERS

FORTALEZAS

Pericia desde larga distancia: ¿Quién hubiese pensado que los Cleveland Cavaliers, un equipo que terminó la temporada regular séptimo en el rubro de porcentaje de efectividad en triples con un 36,2 por ciento, ahora estaría como líder indiscutido de esa estadística con un 46,2 por ciento esta postemporada?

Los Golden State Warriors, líderes de la campaña regular y hechiceros en ese aspecto, van terceros con un 40,3 por ciento.

Consideremos que el conjunto liderado por LeBron James encestó un total de 77 triples en sus cuatro choques contra los Hawks en la ronda anterior (nunca menos de 15 en un partido) y que sellaron un récord absoluto e histórico con 25 en un mismo juego y podrán comprender por qué lo considero una fortaleza inesperada.

La experiencia de LeBron: Si la serie se pone fea y los Raptors comienzan a ganar la pulseada, en Cleveland pueden contar con la confianza de que el quinto máximo anotador de la historia de los playoffs es capaz de sacar un conejo de la galera en cualquier momento.

James contaba con 5208 puntos antes del comienzo de esta serie y solo necesita anotar 43 más para pasar a Shaquille O’Neal en cuarto lugar. Kobe Bryant está tercero con 5640.

La NBA es bastante predecible, y cuando cuentas con el as de espadas en tu mano es muy probable que ganes. LeBron tiene una misión, una obsesión entre ceja y ceja, y no hay nadie que le pueda sacar ganar un anillo en “su” ciudad de la cabeza.

DEBILIDADES

Los malditos tiros libres: Tal y como mencionamos que los Cavs están inspiradísimos con los triples, vale la pena mencionar que les sucede lo opuesto con los tiros libres.

Ellos son el único de los cuatro equipos que siguen con vida que todavía no ha mordido el polvo de la derrota, pero a la misma vez también son los únicos que cuentan con un porcentaje inferior al 70 por ciento en tiros libres.

Si los Cavaliers dan pena con un 68,3 por ciento de efectividad colectiva esta temporada, lo de LeBron es directamente inexplicable con un 64,9 por ciento individualmente.

Es más, su efectividad ha bajado del 80,6 al 73,1 al 64,9 por ciento en un aspecto del juego más mental que físico, ya que nadie te puede bloquear un tiro libre. Channing Frye, Love e Irving son los únicos que se salvan con un porcentaje de 80 para arriba, aunque el más elevado es Love con 82.

Este podría llegar a ser un aspecto clave en juegos cerrados, ya que a pesar de que no existe el “Hack-a-LeBron” si sabemos quién va a pedir el balón en los segundos finales ganando por uno.

La experiencia de Tyronn Lue: El entrenador de los Cleveland Cavaliers se va metiendo en territorios desconocidos y repletos de presión para un entrenador novato como él. ¿Acaso podrá lograr lo que otros dos entrenadores experimentados como Frank Vogel y Erik Spoelstra no pudieron hacer y ganarle la pulseada a Dwane Casey?

Para cada ajuste habrá una respuesta, y dependerá de Lue estar un escalón por delante de un rival que ya sabe de que se trata este asunto al haber sido asistente de Rick Carlisle en las Finales de la NBA del 2011 con los Dallas Mavericks.

TORONTO RAPTORS

FORTALEZAS

El combo DeRozan-Lowry: Cuando ellos dos están inspirados como en la tarde del domingo pasado contra el Miami Heat, ellos dos no tienen nada que envidiarles a Irving y J.R. Smith. 63 puntos combinados no van a tener que ser una casualidad, sino que un requisito constante si es que el conjunto canadiense pretende derrocar al rey del Este ganándole cuatro veces en siete partidos.

Presencia y recambio en la zona pintada: Jonas Valanciunas sigue marginado por lesión y brilla por su ausencia para el arranque de la serie, pero Bismack Biyombo fue una presencia vital cerca del aro contra el Miami Heat y su fiereza podría llegar a abrumar a un Timofey Mozgov menos brutal.

Además, Patrick Patterson es capaz de ser físico con Kevin Love igualando su capacidad para tirar desde larga distancia.

Queda por verse qué pasará con el argentino Luis Scola, quien pasó de ser titular indiscutido durante 76 juegos en la temporada regular a no pisar la cancha en nueve de los últimos 10 juegos de su equipo. En el otro lo hizo por cinco minutos.

DEBILIDADES

El combo DeRozan-Lowry: La principal fortaleza de Toronto también es su gran debilidad, ya que ellos dos monopolizan tanto a la posesión del balón en ataque que cuando van mal se llevan a la ofensiva del equipo a la deriva con ellos.

Actuaciones como la del Juego 4 contra el Heat durante el cual ellos encestaron apenas seis de 28 tiros de campo, se erraron sus siete triples y regalaron el balón en siete ocasiones son inaceptables.

Sin embargo, parece que Lowry se ha reencontrado con su puntería desde aquel entonces y DeRozan ha tomado la posta como líder. Queda por verse si podrán ser consistentes y arrastrarlo a este momento cumbre de sus carreras.

Los triples: Porcentaje de efectividad del 30,3 por ciento. Eso no será suficiente. Penetrar hacia el aro y conseguir que los Cavs se metan en problemas con las faltas será la principal tarea de este equipo.

El resultado de esta serie podría llegar a depender de ello.