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Towns, Butler, Wiggins y la revolución de los Timberwolves

Los Minnesota Timberwolves van a hacer historia esta temporada, ahora la NBA entera se pregunta si son contendientes a destronar a los Golden State Warriors o si son meros pretendientes que se aprovecharon de un presente inusualmente flojo en la Conferencia Oeste.

Su marca de 26-16 hasta este miércoles los ubica en el cuarto lugar de la Conferencia Oeste con una ventaja de 6.5 juegos sobre el noveno, por lo que su presencia en los playoffs por primera vez desde el 2004 está prácticamente garantizada a menos que haya un colapso inesperado o que los alienígenas de Space Jam le roben el talento a Karl-Anthony Towns, Jimmy Butler y Andrew Wiggins.

Ellos tres son los que conducen al autobús de la ilusión en Minnesota durante un frígido invierno que curiosamente no los tiene en el centro de la escena deportiva de su ciudad. Ese lugar le pertenece a unos Vikings que lograron ser el segundo sembrado de su conferencia y están a dos victorias de ser anfitriones del Super Bowl en Minnesota el domingo 4 de febrero.

Eso en realidad es perfecto para los Timberwolves, ya que el no estar bajo la lupa les provee más tiempo para seguir evolucionando y definir sus intenciones de cara al plazo límite para canjes del 8 de febrero. Es más, para ese entonces ellos deberían haber superado los 31 triunfos que obtuvieron durante toda la temporada pasada.

Estamos hablando del mes más importante para la franquicia desde que Kevin Garnett se enfilaba a liderarlos rumbo a las Finales del Oeste. Los dirigidos por Tom Thibodeau querrán poder mostrar su mejor cara para cuando Minnesota haya celebrado al campeón del fútbol americano y el escenario deportivo le pertenezca a una de las franquicias más frustrantes de la liga que ni siquiera se ufana de contar con una marca ganadora desde el 2005.

Te puedo decir que lo prometedor de los Timberwolves es que Butler arribó proveniente de Chicago con una mentalidad de referente que él no poseía en la Ciudad de los Vientos para ser el líder de Minnesota en puntos y robos por partido. Solamente los Warriors (Stephen Curry) y los New Orleans Pellcans (DeMarcus Cousins) cuentan con un jugador que lidera a su franquicia en esos dos rubros entre aquellos que irían a los playoffs hoy por hoy.

También es más que factible quedar maravillado con un Towns que lidera a la NBA en doble-dobles con 34 en 42 partidos y se encamina a contar con la mayor cantidad de ellos en una sola temporada desde que Dwight Howard tuvo 69 y llevó al Orlando Magic a las Finales de la NBA en el 2009.

Por cierto, él va quinto en la NBA con 11.9 rebotes por partido y promedia 14.8 este mes, incluyendo la cantidad más elevada de sus tres años como profesional al obtener 23 rebotes combinados con 25 puntos el viernes 5 de enero durante una derrota por 91-84 contra los Boston Celtics. Una bestialidad.

También te puedo decir que los Timberwolves son uno de apenas cuatro equipos en su conferencia con un legajo positivo contra rivales que cuentan con marcas ganadoras, algo que se hizo posible gracias a la paliza que le propinaron a los Cleveland Cavaliers por 127-99 el lunes por la noche.

Además, Minnesota se ufana de contar con una marca ganadora tanto de local como de visitante, algo que solamente los Warriors y Houston Rockets también pueden decir. Como si eso no fuera suficiente, 21 de sus 26 victorias hasta ahora fueron contra rivales del Oeste y nadie los supera en el rubro de triunfos dentro de su propia conferencia.

Todo eso te haría pensar que los Timberwolves son contendientes legítimos, pero lamento decirte que no. No lo son. Los Warriors, Rockets y Spurs son superiores a ellos, y el Oklahoma City Thunder está a su mismo nivel con Russell Westbrook, Paul George y Carmelo Anthony.

Los Timberwolves todavía no se han visto las caras con Houston, pero sí fueron apabullados por Golden State 125-101 en noviembre, se repartieron victorias con San Antonio y van 2-1 en su serie de cuatro juegos durante la temporada regular con Oklahoma City, aunque las dos veces que prevalecieron incluyeron un triple milagroso desde mitad de cancha de Andrew Wiggins en la chicharra y una victoria por 119-116 en Minnesota.

En Minnesota tienen mucho, pero necesitan más para esa fecha clave del 8 de febrero. Necesitan a otro tirador que eleve a la séptima potente de la liga al nivel de la de los Warriors (1) y Rockets (2) y les permita evitar chocarse contra la pared de ladrillos que es la defensa de los Spurs, una de apenas dos en toda la NBA que promedia menos de 100 puntos permitidos por encuentro (la otra es la de los Celtics).

Charles Barkley dijo este martes que los Timberwolves están "mejor que nunca" y que podrían llegar a la segunda ronda de los playoffs...

Pero del dicho al hecho hay mucho trecho.

Es por eso que deberían hacerle una oferta a los Chicago Bulls por Nikola Mirotic, a los Philadelphia 76ers para alquilar a un francotirador veterano como J.J. Redick, quien será un agente libre tras esta temporada, u ofrecerle su selección de primera ronda a un Miami Heat que no posee una junto a Shabazz Muhammad para conseguir a Wayne Ellington, uno de los escoltas más inspirados de la NBA.

Ellington ha elevado su promedio de puntos de 5.2 en octubre a 9.2 en noviembre, 12.0 en diciembre y 15.0 en enero, con 28 puntos y ocho triples encestados contra los Dallas Mavericks el 22 de diciembre y 15 puntos con un doble ganador incluído con 0.3 segundos por jugar contra los Raptors.

Los Timberwolves están en el limbo de sus propias pretensiones. Lo que ocurra durante los próximos 30 días podría llegar a dictar si se elevan al cielo o si quedan atrapados en el purgatorio viendo a James Harden o Stephen Curry aniquilar sus aspiraciones.