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Las cinco claves del triunfo de Nuggets ante Blazers

Nikola Jokic convirtió 38 puntos, tomó ocho rebotes y entregó cinco asistencias en el triunfo de los Nuggets. Getty Images

Los Nuggets revirtieron la floja imagen que dejaron en el Juego 1 en el Ball Arena y derrotaron a los Blazers por 128-109. El equipo de Michael Malone no le dio chances al de Terry Stotts y viajará a Portland con el ánimo en alza para tratar de recuperar la localía perdida.

¿Por qué ganó Denver el lunes por la noche? Presentamos las cinco claves para empatar la eliminatoria.

1) El básquetbol es un deporte de equipo.

"Hoy Dios se disfrazó de jugador de básquetbol". Eso podría haber dicho alguna estrella de los Nuggets en el primer tiempo refiriéndose a Damian Lillard. Algo así como un homenaje de los elogios de Larry Bird a Michael Jordan en la primera ronda de los playoffs de 1986. En esa primera mitad, Dame jugó de manera brillante: hizo 32 puntos (9-15 en TC) y cuatro asistencias. El resto de los Trail Blazers, combinados, anotaron 29 puntos (9-22 en TC) y cuatro pases-gol. Esto nos dice algo: Lillard fue imparable para cualquier defensor que se puso enfrente -sobre todo Facundo Campazzo, a quien le anotó 17 de esos 32-, pero también indica que jugó prácticamente solo. Finalizó el partido con 42 puntos, 10 pases-gol y cuatro rebotes.

Esa política de embudo le benefició en grande a los Nuggets, que en ese primer tiempo convirtieron un 78% de los tiros (18-23 TC) que llegaron de pases de compañeros. El básquetbol del todos para todos contra el unipersonal. En esa filosofía de juego de Portland, de centralizar el juego en las manos de Lillard, Denver terminó sacando una diferencia que luego se mantendría por el resto del encuentro.

En la segunda mitad, vale remarcar un dato interesante para lo que viene: Aaron Gordon fue defensor primario de Lillard en seis de once jugadas y Dame se limitó a solo 10 puntos en ese lapso. Atención entonces al punto de centralizar el control sobre el armador estrella: será la batalla de Malone por llevar todo el desarrollo a Lillard y la resistencia del crack de los Blazers que apuntará a involucrar a sus compañeros. Algo así como lo que hicieron los Blazers con Jokic en el partido inaugural de la eliminatoria. Una revancha perfecta hecha con el libro de jugadas.

2) Nikola Jokic y el dominio en la pintura.

El ícono del básquetbol de la desaceleración hizo lo que quiso frente a la defensa de los Blazers. 38 puntos, ocho rebotes, cinco asistencias y 75% TC. Agrega ESPN Stats que se transformó en el primer Nugget de la historia en alcanzar al menos 35 puntos con 75% de campo en un juego de postemporada.

Pese a su fatídico tercer cuarto, en el que perdió dos pelotas, anotó solo cinco puntos y se cargó con cuatro faltas -incluyendo una técnica-, su primer tiempo fue tan bueno que le permitió pasar la frontera de los 30 puntos para sumarse a Alex English (18) y Carmelo Anthony (12) como el tercer Nugget en la historia en conseguir 10 juegos en playoffs con al menos 30 unidades. Olvidémonos un poco de las estadísticas frías: Jokic hizo lo que quiso frente a Jusuf Nurkic y Enes Kanter.

Dentro de la llave, fuera de la zona pintada, desde detrás del arco. Vísteme despacio que estoy apurado: otra vez apostaron poco a los doblajes y los hizo pagar con creces. Veamos esto: en la primera mitad, cuando los Nuggets tomaron la primera gran diferencia, dominaron a los Trail Blazers 34-10 en la pintura.

Nurkic, centro titular de Portland, tendrá pesadillas esta noche cuando vea la planilla: se fue del partido por seis faltas y anotó solo siete puntos con 2-8 en lanzamientos.

3) El trabajo de la segunda unidad de los Nuggets.

En el Juego 1, el perímetro completo de los Blazers fue puro veneno para su rival. En el segundo partido, la situación giró 180 grados. Denver fue un equipo con todas las letras y tuvo soluciones excelentes desde el banco. No solo los suplentes de los Nuggets ganaron el duelo anotador 38-21, sino que también fue una declaración de intenciones: cambiar de caras durante el partido para que nada cambie en el desarrollo final. Sostener energía, ritmo y decisión para ganar el juego de punta a punta. Paul Millsap (15 puntos, tres asistencias y siete rebotes) y Monte Morris (12 puntos, siete pases-gol y dos robos) se destacaron por encima del resto.

4) La permeabilidad de la defensa de los Blazers.

Las facilidades que dio el equipo de Terry Stotts no son propias de un juego de playoffs. Sabemos que este equipo está construido a partir de la ofensiva, pero por momentos el juego sin pelota de los Blazers fue vergonzoso. El mar del perímetro se abrió infinitas veces para que los atacantes de Denver transformen intentos en puntos sencillos. Rompimientos fáciles para encontrar un tirador abierto o para definir sin problemas con bandejas sin oposición. La pintura fue tierra de nadie y un claro ejemplo de esto se simbolizó en Nurkic: permitió 21 puntos con 8-10 de campo de su atacante primario.

Si a eso le sumamos que Enes Kanter es reconocido por atacar bien y defender mal (24 de los 38 puntos de Jokic vinieron contra Nurkic o Kanter), los resultados obtenidos este lunes están dentro de los parámetros de lo lógico.

5) Correr, correr y correr: esa es la cuestión.

La defensa con dientes apretados le permitió a Denver salir a máxima velocidad hacia el otro costado. Señala ESPN Stats que los Nuggets, finalizados tres cuartos, derrotaron a Portland 16-3 en transición. En la NBA actual, tirar bolsas de arena y despegar marca una diferencia notable. El equipo de Malone se mostró activo, intenso y enfocado para ganar este partido con piernas frescas. Ritmo, velocidad y ejecución. Dato adicional: al término del tercer cuarto, solo un triple de C.J. McCollum impidió que los Blazers se vayan sin anotar por la vía del ataque rápido.

Con la llave empatada a un juego por bando, el jueves será el turno del tercer partido en el Moda Center de Portland.