Después de dos juegos en que Phoenix se vio consistente, Milwaukee emparejó las sensaciones tras el tercer partido.
Dicen que no hay mejores 2 palabras en el deporte profesional estadounidense que “Juego Siete”, pero en realidad, pocos escenarios son tan trascendentales como un Juego 4 en una serie que está 2-1, como las actuales Finales NBA entre Phoenix y Milwaukee.
Hoy los Suns tienen la ventaja, y si vencen a los Bucks se pondrían 3 a 1 con el chance de liquidar en casa. En cambio si gana Milwaukee empataría la serie a 2 por bando y con el momento anímico a su favor tras convertir la batalla en una miniserie a ganar 2 de 3.
Dicen que una serie no comienza hasta que no llega la primera victoria de un equipo visitante (lo cual al momento no ha ocurrido), y en las finales 2021 esta premisa debe duplicar su importancia por lo relevante que ha sido el apoyo desde la tribuna para uno y otro equipo, particularmente en Arizona, donde los aficionados de los Suns se han ganado la admiración de otros mercados más importantes para la NBA por el grado de fervor que demuestran en los partidos celebrados en la Phoenix Suns Arena, por cierto, la única de toda la liga en no contar con un patrocinio en el llamado “naming” de los estadios.
Después de dos juegos en que Phoenix se vio consistente, Milwaukee emparejó las sensaciones tras el tercer partido. Y a su favor se encuentra, una vez más, la suerte de que su rival cuente con lesionados. Tal vez Torrey Craig y Dario Saric no sean los nombres más rimbombantes en la marquesina, pero habían sido fundamentales en la rotación defensiva contra Giannis Antetokounmpo (ahora DeAndre Ayton debe cuidar más sus faltas), además de que Milwaukee sigue contando con sus efectivos completos. Por cierto, no parece haber rastro alguno de la lesión que dejó al griego fuera de la serie contra los Atlanta Hawks durante los últimos dos partidos.
El juego será otra vez en el Fiserv Forum de Milwaukee, una arena que apenas cumplirá 3 años de inaugurada como parte de un rediseño de imagen de una franquicia que llevaba años y años de mediocridad. Paralelamente, 25 mil aficionados impulsarán a los Bucks en la explanada a las afueras del inmueble, ese espacio llamado “Distrito del Venado”, al estilo del Parque Jurásico de los Raptors de Toronto que quedaron campeones en 2019.
¿Será eso una especie de presagio de un equipo que justo está cumpliendo 50 años de su más reciente campeonato? ¿O devolverá Phoenix el descontón, lo cual sería prácticamente poner fuera de combate al Venado?
El Juego 4, absolutamente relevante, nos lo dirá este miércoles.