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Limitar las visitas al montículo a dos por cada nueve entradas

Recortar las visitas al montículo es una solución fácil de implementar y que ayudaría a acelerar aun más el ritmo de los partidos, y acortaría el tiempo que toma completarlos. Kim Klement/USA TODAY Sports

Nota del editor: En los días previos a la celebración del primer aniversario de Rob Manfred como comisionado de Grandes Ligas el 25 de enero, le pedimos a nuestros escritores que elaboraran sobre un cambio o innovación que ellos harían para mejorar el béisbol si el deporte se reiniciara hoy.

El cambio:

Limitar los equipos a dos visitas al montículo por cada nueve entradas.

Cómo funcionaría:

Un equipo puede tener a su manager, un coach o un jugador de visita en el montículo en un total de dos ocasiones por cada nueve entradas.

Cuando un manager quiere cambiar lanzadores, solo tendría que llegar hasta el escalón superior del dugout y hacerle una señal al árbitro; eso no le contaría como una visita.

Si el juego se va a entradas extras, ambos equipos recibirían dos visitas adicionales por las siguentes nueve entradas. Si un juego se va a la entrada 19, entonces los equipos recibiría dos visitan adicionales por las siguientes nueve entradas.

Los equips podrían ahorrarse las visitas al montículo durante un partido. Si un equipo no usa ninguna durante las primeras nueve entradas, entonces comenzarían la 10ª entrada con cuatro posibles visitas.

Las visitas de parte de un jugador - sea el receptor o un jugador de posición - no contarían si duran 15 segundos o menos.

Por qué eso ayudaría al béisbol:

¿Han ido alguna vez a un juego esperando ver a managers, coaches de pitcheo o jugadores hablar con el lanzador en el montículo? Nosotros tampoco. Esto acortaría el juego, mientras ayuda a los equipos mejor preparados. Los equipos deberían ser recompensados por proteger sus señales sin tener que convocar a una discusión grupal cada par de minutos.

La cantidad excesiva de visitas al montículo son una parte innecesaria del béisbol que necesita ser modernizada en la misma forma en que otros deportes limitan los tiempos muertos. No se debería permitir, ya sea por poca anticipación de parte del manager o el entrenador de pitcheo, el demorar el partido para darle tiempo adicional al relevista a que caliente para un duelo específico. Los managers que sean más previsores deberian ser recompensados.

Cuán realista es esto:

Mucho. ¿Por qué las Grandes Ligas quieren acelerar los partidos sin quitar algo que nadie va a echar de menos? (Imagínense a los fanáticos diciendo dentro de algunos años: ¡Caramba, me gustaría que hubiesen más visitas al montículo durante los partidos!)

Las reglas, tal y como están ahora, establecen que un manager o coach no puede ir al montículo dos veces en una entrada a hablar con el mismo lanzador, porque eso significa que debe cambiarlo. Eso limita las visitas al montículo.

Sin embargo, en demasiadas ocasiones vemos a un coach de pitcheo salir del dugout a decirle a un lanzador, "Ponte a tirar strikes". Quizás eso lo podría gritar desde el dugout. Si eso no funciona, un lanzador debería poder recomponerse por su cuenta. Los managers y los entrenadores de pitcheo tendrían que ser más prudentes acerca de cuándo deben salir a calmar a los lanzadores. Eso añadiría algo de estratergia al juego.

Ya que un receptor o un jugador de posición puede utilizar 15 segundos para hablar con un lanzador, las órdenes simples como por ejemplo como cubrir una potencial jugada de doble matanza, o si cambian las señas, no se verían impactadas por las nuevas reglas.

De acuerdo, este no es el cambio más emocionante que se le puede hacer al béisbol para mejorarlo, pero es uno que es fácil de implementar - y de forma instantánea mejoraría el juego.