Ustedes aman el béisbol. Tim Kurkjian también ama el béisbol. Así que mientras esperamos ansiosamente por el regreso del deporte, cada día les daremos una historia o dos, atada a lo ocurrido en esta fecha en la historia del béisbol.
UN DÍA COMO HOY EN 2011, Sam Fuld no se detuvo.
Willie Mays nunca conectó para el ciclo. Tampoco Hank Aaron, Babe Ruth o Barry Bonds. En esta noche en 2011, Fuld, un pequeño jardinero de los Rays, usualmente el cuarto, llegó al plato en la novena entrada de una victoria vía paliza sobre los Medias Rojas. Él ya tenía un doble, un triple y un jonrón. Desde 1900, 14,500 veces un bateador se ha quedado a un triple corto del ciclo.
Todo lo que Fuld necesitaba era un sencillo. Conectó una línea hacia la esquina del jardín derecho en Fenway Park. Nunca dejó de correr y corrió a segunda por un doble. Algunos jugadores se habrían detenido, y lo han hecho, en la primera base para completar el ciclo. Pero Fuld no lo hizo. Lo entrevisté directamente después del partido en Monday Night Baseball. Le pregunté acerca de no detenerse en la inicial.
"Nunca pensé en parar en la primera base; esa no es la forma correcta de jugar", dijo. "Si puedes avanzar a la siguiente base, avanzas. Esa es la única forma de jugar béisbol".
Fuld, quien es de New Hampshire y estaba jugando ante muchos amigos y familiares, hizo lo correcto. De todos modos tuvo una gran noche: dos dobles, un triple y un jonrón.
Después del juego, sus compañeros de equipo lo aplaudieron por no detenerse en la inicial.
"Todos en esta sala lo respetan aún más después de eso", dijo el entonces gerente general de los Rays, Andrew Friedman. "Por eso es que amamos a Sam Fuld".
Otras notas de béisbol del 11 de abril
En 1907, Roger Bresnahan se convirtió en el primer receptor en usar espinilleras. Y se burlaron de él por hacerlo.
En 1970, nació el locutor de béisbol de ESPN Boog Sciambi. Él y yo discutimos una vez por cuál apellido era más difícil de deletrear y pronunciar. Terminó convenciéndome de que el suyo era el ganador.
En 2006, el lanzador Bronson Arroyo bateó su segundo jonrón en seis días después de no haber conectado ninguno en sus primeras seis temporadas. Lanzador, bateador y un músico consumado. Cerca del final de su carrera, Arroyo dijo: "Conocí a Ozzie Smith y conocí a Eddie Vedder. Mi vida está oficialmente completa".
En 1951, nació Sid Monge. Fue quien permitió el primer hit en la carrera de Tony Gwynn. Cuando Gwynn llegó a segunda con un doblete, Pete Rose, defensor de la primera base, y quien seguía la jugada, le dijo a Gwynn: "Oye chico, no rompas mi récord en una noche".
En 1980, nació Mark Teixeira. Tuvo el récord del deporte para la mayor cantidad de jonrones en temporada regular (408) sin haber conectado uno para dejar tendido al rival en la última entrada. Pero su último jonrón, el No. 409, fue un grand slam contra los Medias Rojas para dejarlos tendidos. Dado que los Medias Rojas habían asegurado el título divisional más temprano esa misma noche, todavía tenían pendiente una celebración con champán en el camerino, a pesar de que acababan de perder con un grand slam para dejarlos tendidos.
En 1995, nació Cavan Biggio. Veinticuatro años después, lograría el ciclo. Él y su padre, Craig, además de Gary y Daryle Ward, son las únicas combinaciones de padre e hijo que lograron el ciclo.
En 2019, terminó la racha de 31 juegos con hit de Whit Merrifield, la más larga en la historia de los Reales. Es el único jugador que ha tenido una racha de 30 juegos con hit y que haya terminado yéndose de 6-0.
En 2013, Zack Greinke golpeó a Carlos Quentin con un lanzamiento, comenzando una pelea. Quentin terminaría su carrera con la mayor cantidad de jonrones (154) de alguien cuyo apellido comienza con una Q.