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Minuto Barril: Lanús tiene con que ilusionarse

BUENOS AIRES -- No se puede disimular el impacto que generan la goleada de Boca, con un Riquelme cerca del ideal, el arrollador arranque de Racing, con un Teófilo Gutiérrez superándose cada día, ni la consolidada versión de Vélez. Pero si hay un equipo que no tiene nada que envidiarle a estos grandes conjuntos de la Argentina, ese es Lanús.

El granate es el único con puntaje ideal en el inicio del Apertura (con un partido menos sólo San Martín de San Juan puede igualarlo) con una base que arrastra del certamen anterior, mas incorporaciones que son auténticos refuerzos.

Hasta hoy el equipo del sur del gran Buenos Aires para en el arco a un seguro Agustín Marchesín, producto de sus inferiores. De hecho relegó al banco a un suplente destacado: Mauricio Caranta.

En la última línea tiene dos centrales tan sobrios como seguros. Paolo Goltz y Carlos Izquierdoz. Se muestran firmes, sólidos en la marca, pero ordenados, solventes, tácticamente irreprochables.

En un fútbol en el que se reclaman laterales de oficio, Lanús los tiene: la experiencia de Carlos Araujo sobre la derecha y la juventud con enorme futuro de Luciano Balbi, procedente de la cantera.

En el medio se fue Pelletieri, pero regresó Matías Fritzler para batallar con Guido Pizarro y su elegancia al lado. Un doble cinco que dará que hablar.

¿Carrileros? Dos exponentes con jerarquía y rodaje internacional: Mauro Camoranesi (desgarrado, afuera por tres semanas) y Super Mario Regueiro. El uruguayo es decisivo por su desequilibrio, pero también por su inteligencia. Por momentos parece que todo lo sabe.

Ya sea para jugar en contención o para desplazarse a los costados, el paraguayo Eduardo Ledesma le aporta un valor de recambio interesante al entrenador. Lo mismo sucede con César Carranza por la banda. Puede arrancar de atrás o bien convertirse en extremo.

Precisamente en el ataque el granate tiene variantes. La llegada con gol de Mariano Pavone se suma a un delantero de caraterísticas distintas, mas habilidoso, mas dúctil y rápido, como Silvio Romero. El cordobés siempre rinde, aunque no concrete. Y en el banco también aguarda Leandro Díaz, el tucumano que todos recuerdan por aquel gol que decretó la promoción de River en el Monumental.

Claro que no puede ignorarse la generación de juego. Aquí Lanús también desenfunda atributos. Diego Valeri finalmente renovó y ya jugó algunos minutos ante Independiente. Igual que Juan Neira, este enganche tan hábil que llegó desde Gimansia LP. Ambos son tan ocurrentes, precisos y determinantes como discontinuos.

Ahora bien, con estos elementos hay que armar un equipo. Con un esquema táctico y con una estrategia definida. Esa es la función de Gabriel Schurrer. La realidad indica que sin grandes producciones, e incluso siendo superado por momentos, el granate supo ganar sus partidos. No es poco, pero se espera mas de un conjunto que pretende discutir a lo grande el Torneo Apertura y la Copa Sudamericana.