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Un Fan Fest sin Fans en Miami

El Fan Fest de los Marlins solía atraer miles de fanáticos, pero este año ha sido lo contrario. Marlins.com

MIAMI -- Los Marlins de Miami celebraron este sábado su FanFest, ese evento anual de promoción donde los aficionados tienen la ocasión única de fotografiarse con los peloteros, mientras el equipo busca vender la mayor cantidad posible de abonos de temporada.

Pero este fue un Fest sin fans, lo cual podría tomarse como el prólogo de lo que será su campaña en el 2013.

Apenas unos pocos centenares de personas se acercaron a los alrededores del Marlins Park de la Pequeña Habana, quizás más atraídos por las bisuterías que se regalan en estos eventos, que por el interés que de por sí despierta la actual novena de los peces.

La imagen de este sábado contrastó con la de hace un año atrás, cuando la presencia de un público entusiasta fue tan masiva que hacía difícil recorrer los alrededores del parque, donde se desarrollaba la fiesta.

Entonces, la gente compraba en abundancia entradas para toda la campaña o paquetes de media temporada, mientras que ahora, los pocos presentes miraban con indiferencia cualquier oferta.

Pero hace unos 365 días atrás, los Marlins eran la imagen de la esperanza, con millonarias inversiones que trajeron al sur de la Florida a José Reyes, Mark Buehrle y Heath Bell, las principales contrataciones del invierno pasado.

Incluso ahora, hasta algunas personas cercanas a la franquicia bromeaban con la "flamante firma" de Chone Figgins en días recientes, una de las principales adquisiciones del equipo en esta temporada baja.

Para colmo de males, si poca fue la asistencia del público, más escasa fue la presencia de figuras del equipo, con honrosas excepciones como las del cubano Adeiny Hechevarría, el colombiano Donovan Solano y el coach de bateo Tino Martínez.

La más esperada -- o quizás única -- atracción era Giancarlo Stanton, pero el poderoso toletero brilló por su ausencia.

Muchos, al esterarse de que Stanton no estaba presente, optaban por irse más rápido, decepcionados por no poder conseguir un autógrafo o una foto de la única figura de renombre de la que pueden vanagloriarse los Marlins.

La estrella de la jornada era un payaso con una maestría increíble para armar figuras con globos, desde el mismísimo perro Pluto, de Walt Disney, hasta gatos, flores, sombreros y espadas, lo cual hizo que tuviera una fila interminable de pequeños a la espera de un regalo.

Un colega de la radio le pronosticaba a los Marlins una larga temporada en el 2013, no porque logren avanzar más allá de septiembre, sino por lo aburrido que resulta jugar en la inmensidad de un estadio vacío.

Pero era de esperarse esta respuesta de los fanáticos. Sólo si los muchachos empiezan a sorprender con un juego alegre y sin presiones de ningún tipo, tal vez la gente empiece a pensar en regresar gradualmente, pero mientras tanto eso no suceda, si es que sucede, esta promete ser una temporada de graderíos muy fríos.

Pero como dice el refrán, a río revuelto, ganancia de pescadores.

Va y en esta el que se salva es el payaso de los globos, pues a lo mejor Jeffrey Loria lo contrata para que entretenga a los pocos que aún tengan ganas de llegar hasta el Marlins Park.