<
>

¿Carlos Vela sí o no?

MÉXICO -- Debo confesar que no puedo evitar una mezcla de sentimientos muy contrastantes en relación a Carlos Vela.

Me da gusto verlo en su papel de líder y referente en la cancha cada vez que juega en la Real Sociedad, sin duda es el mexicano que mejor lo está haciendo en Europa. Apenas este martes transmití el regreso del equipo donostiarra a la Champions después de diez años de ausencia, y el que más cerca estuvo de evitar la derrota ante el Shakhtar fue el propio Vela. Aparece indistintamente por la derecha o por la izquierda, pide la pelota, asume la responsabilidad, y tiene grandes gestos técnicos.

Al mismo tiempo, lamento que no pueda estar comprometido de la misma forma con la Selección Mexicana; su aportación sería bienvenida en este momento crítico. Pero eso no es tan fácil de "trasplantar", debe haber convencimiento pleno, orgullo, cariño, y un montón de cosas más.

También siento rabia al escucharlo hablar del tema Selección con tan poca claridad. Todo se va en frases ambiguas, con un marcado acento españolizado, como: "nunca he cerrado la puerta del todo", "si me llaman, lo platicamos y ya veremos", etc. Me molesta que se trate con semejante desdén la figura de la Selección Mexicana, y que piense que tiene al País entero esperando por su decisión.

Me queda muy claro que Víctor Manuel Vucetich le va a dar una oportunidad, porque va llegando y no tiene razón para comprar broncas del pasado. Él necesita de los mejores futbolistas para sacar adelante las dos (o cuatro) finales que tiene en puerta, y en estricto sentido, Vela es de lo mejor que tiene México en la actualidad.

Si a Vela le interesa jugar el Mundial de Brasil 2014, debe entender que este sería su último tren para subirse si eventualmente se logra la clasificación. Después de tantas negativas durante tres años, el destino seguramente le pondrá una oportunidad más, aunque hayamos quienes pensamos que no debería recibirla al menos por lo que queda de este ciclo. Como dijo mi compañero Heriberto Murrieta, "la Selección no es de contentillo".

Si ha de venir, que sea porque está dispuesto a morirse en la raya, a saldar las cuentas que ha dejado pendientes, y bien valdría una explicación más clara de su parte en relación a lo que ocurrió con José Manuel de la Torre. No es que anticipe los hechos, simplemente lo veo venir.