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Mi boleta de Cooperstown 2014

Barry Bonds, Roger Clemens y Mark McGwire se llevarían el voto para ingresar a Cooperstown Getty Images

MAYAGÜEZ, Puerto Rico -- Como cada segunda semana de enero, la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, por sus siglas en inglés) anuncia los resultados de las votaciones para el Salón de la Fama de Cooperstown. Sin quizás, esta es la mayor responsabilidad que tiene el gremio norteamericano de los escritores de pelota.

Solamente los miembros con al menos 10 años en la BBWAA tienen el privilegio de recibir en sus buzones una boleta de Cooperstow. En mi caso, eso significa que aún debo esperar al menos otros cuatro años antes de ser elegible para votar al Salón de la Fama.

Como todos sabemos, lo que debería ser un honor, se ha convertido en un tormento emocional para mis adorados colegas, algunos de los cuales se han erigido en guardianes de la moral y ética del béisbol, sobredimensionando, de paso, el irrelevante acto de llevar a un museo de exhibición a los jugadores más destacados en el terreno.

En serio. A los periodistas no se les pide elegir al próximo Papa o nombrar el sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca. ¡Simplemente deben decidir si un pelotero se destacó entre sus iguales a un nivel que podría ser considerado por encima del resto! De las reglas de competencia y comportamiento se encarga una entidad llamada oficina del comisionado de Grandes Ligas. Punto.

Sin entrar en detalles acerca de quien yo creo que usó o no usó esteroides, si tengo usuarios favoritos, si prefiero a los que ensalivaban pelotas o tomaban "jugo rojo" sobre otros que probada o supuestamente hacían otras trampas, vamos a simplificar el asunto.

Estos serían los candidatos que contarían con mi voto en caso de que estuviera habilitado para votar al Salón de la Fama de Cooperstown en el 2014. No es un panfleto de moral y ética o un análisis bíblico de la eterna lucha entre el bien y el mal. Es una simple lista de peloteros que cumplen con los requisito básicos de haber excedido los niveles normales de calidad. No es algo más grande, aunque algunos lo crean.

Es apropiado recordarles que cada votante puede marcar hasta 10 jugadores de la boleta ¿Si me permiten votar por 10 y el padrón está lleno de súper jugadores, cuál sería la razón para dejar casillas vacías? ¡No way! También recuerden que el orden de los factores no altera el producto, por lo que mi orden es puramente alfabético.

Por último, los lectores merecen que les explique que luego de meditar con mi almohada, decidí que si antes estaba convencido de que votaría por cualquier jugador que nunca haya violado el programa antidopaje del béisbol, los datos de que disponemos actualmente revelan claramente que no quebrantar el reglamento no es garantía de limpieza, lo que me llevó a ampliar mi abanico de opciones.

Por primera vez desde que inicié el ejercicio de llenar una boleta virtual incluí al cubano Rafael Palmeiro, quien fue sancionado por dopaje. Las razones: Hay más evidencias a favor de que la mayoría de jugadores de la era de Palmeiro se dopaban a las que hay de que solamente Palmeiro se dopaba. ¿Entendieron el trabalenguas?

El dopado Palmeiro, el confeso Mark McGwire y los sospechosos Barry Bonds, Roger Clemens y Sammy Sosa jugaban en una liga en donde casi todo el mundo estaba en lo mismo, incluyendo a muchos que ya fueron electos a Cooperstown. Lo que es igual no es ventaja. Además, yo no soy quien decide quien estaba o no estaba en algo que para el colmo era permitido.

Para no cansarlos. Esta sería mi boleta de este año para el Salón de la Fama.