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Tanaka: ¿Más como Nomo o como Matsuzaka?

Masahiro Tanaka llega con grandes expectativas a MLB y su reto es jugar varios años Kim Klement/USA TODAY Sports

Luego de invertir 155 millones de dólares en Masahiro Tanaka, los Yankees de Nueva York necesitan con urgencia que este se asemeje más a Hideo Nomo que a Daisuke Matsuzaka.

Las experiencias anteriores de los Yankees con tiradores de Japón, Hideki Irabu y Kei Igawa, fueron fracasos contundentes y esperan que con Tanaka, a la tercera sea la vencida.

Pero no se trata solamente del impacto inmediato que este serpentinero pueda tener en la rotación de Nueva York, sino en la durabilidad, algo que casi ninguno de sus compatriotas ha conseguido a su paso por las Grandes Ligas de Estados Unidos.

El derecho de 28 años de edad es el vigesimoctavo lanzador de su país que llega a las Mayores y de los 27 que le precedieron, solamente Nomo y Tomokazu Ohka lograron una permanencia de diez o más temporadas en este béisbol.

Nomo, Novato de Año 1995 en la Liga Nacional con los Dodgers de Los Ángeles, ha sido sin dudas el mejor serpentinero que ha llegado desde el lejano oriente.

Es el único hasta ahora que sobrepasó las 100 victorias, 123 para ser exactos, 72 más que Ohka, quien es el segundo nipón más ganador.

Nomo lanzó por 11 temporadas consecutivas entre 1995 y 2005 y luego tuvo un intento de regresó en el 2008, que fue un rotundo fracaso.

Ohka, por su parte, pasó diez campañas exactas, en las que archivó balance de 51-68.

La otra cara de la moneda es Matsuzaka, quien llegó en el 2007 a los Medias Rojas de Boston envuelto en un halo de misterio por un supuesto lanzamiento casi mágico llamado gyroball.

Luego de una primera campaña de ajuste bastante aceptable (15-12 y efectividad de 4.40), brilló en el 2008 con 18-3 y 2.90, para caer en picada un año más tarde hasta convertirse en lo que es hoy, un mediocre serpentinero con el brazo explotado a los 33 años de edad que trata a duras penas de mantenerse en las Grandes Ligas y lucha por el quinto puesto en la rotación de los Mets de Nueva York: ¡quinto en los Mets, uno de los peores equipos de todo el béisbol!

Entonces llega Tanaka con grandes fanfarrias, aupado por un impresionante temporada de 24-0 y 1.27 de efectividad que deslumbra hasta al más pesimista.

Pero los números son demasiado fríos y no debemos esperar esa perfección en las Grandes Ligas, más allá de su calidad real.

En primer lugar, lógicamente, por la diferencia de nivel entre las Mayores y el béisbol profesional japonés.

Este es el mejor béisbol del planeta y por mucho, con todo y que la pelota que se juega en Japón sea quizás la segunda más fuerte.

Pero aparte de eso, está el tema de la pelota que se usa allá y que se utiliza aquí.

La bola Mizuno japonesa bota menos que la Rawlings, pelota oficial de Grandes Ligas.

La Mizuno se adoptó uniformemente en el béisbol profesional nipón en el 2011, pues hasta esa fecha se usaban hasta nueve marcas diferentes de bolas.

Según el nivel económico de cada franquicia, así era el proveedor que utilizaba, lo cual traía por consiguiente una notable alteración de las estadísticas en dependencia de las pelotas que se usaran.

Hace tres años comenzó a utilizarse la Mizuno por toda la liga y casualmente fueron las tres mejores campañas de Tanaka en su país, con dos temporadas con efectividad de 1.27 y una con 1.87, lapso en el que tuvo balance de 53-9.

Ojo, no estoy poniendo en duda la calidad de Tanaka, quien ha mostrado buenas condiciones en sus dos presentaciones de la pretemporada.

Pero me rehúso a colgarle el cartel de Mesías que muchos seguidores de los Yankees ven en él, en el líder que devolverá a Nueva York la gloria de ganar la Serie Mundial.

El tiempo dirá si es más Nomo o más Matsuzaka.