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Brasil, Alemania... el peso de las camisetas

Getty Images

Había quien aseguraba que eso no existía. Que el viernes nos deparaba grandes sorpresas, dramatismo y cierto morbo. Al final, fue un jornada casi común y corriente de Copa del Mundo: Ganó Alemania, ganó Brasil y los dos están en semifinales. El futbol y la historia, a veces, juegan de la mano.

RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Al final, después de tanta expectación, dudas y hasta cierto morbo, fue un "día normal" en la historia de las Copas del Mundo: ganó Alemania, ganó Brasil y los dos están en semifinales. ¿Hay algo de qué asombrarnos?

Y antes de pasar con los perdedores o los "actores secundarios" de la jornada y buscar que hicieron mal o qué dejaron de hacer Francia y Colombia, habrá que apuntar que el peso de la camisetas en una ronda de los cuartos de final de un Mundial encuentra una determinación casi definitiva. Vencer a Brasil y a Alemania a esta altura de la Copa del Mundo es una misión complicada -por no llamarle imposible-.

Alemania y Francia jugaron un típico duelo europeo de alto nivel y lo trataron de hacer bajo sus grandes condiciones de juego. Había, sin embrago, un factor que terminó perjudicándole a ambos y perjudicando también, de paso, al espectáculo: el intenso calor en la cancha de Maracaná. Alemania fue ordenado en su juego, casi no se equivocó, anotó su gol temprano en una jugada a balón parado y punto. El equipo alemán volvió a ser ese "Tanque" implacable e impenetrable que la basta orden, ritmo y concentración para imponerse a sus rivales. Schweinsteiger pone la pierna, Lahm endereza la jugada, Ozil le da cierta idea mientras Muller y Klose entran a profundidad. Atrás, Hummels, que marcó el gol y Mertesacker son dos torres impenetrables, mientras Manuel Neuer, el portero-libero, es sinónimo de seguridad. Esta es la Alemania de Low en el 2014 y así, bajo estas condiciones, en ocasiones mezquinas con la historia futbolística alemana, puede llegar al domingo 13 de julio.

Brasil vivió, por momentos, sus mejores minutos en el Mundial. Con o sin el balón, esta fue una mejor versión de la selección de casa. Felipao decidió dejar en la banca a Daniel Alves y salió a la cancha con el veterano Maicon como lateral derecho. Fernandinho hizo un trabajo fuerte y eficiente ante la ausencia en mediocampo del titular Luiz Gustavo. Y Brasil vivió de la gran consistencia de Oscar, del ímpetu infranqueable de sus centrales David Luiz y Thiago Silva, de los destellos de Neymar, de las equivocación de Hulk y de algún que otro intento que hizo Fred. Eso fue suficiente en "El Castellao" para alentar la esperanza de que Brasil puede competir por el título mundial.

¿Y los rivales? Francia fue una apenas una "caricatura" del equipo que "robó" suspiros en la ronda de grupos. Francia se "murió" de nada hoy en el Maracaná, sin intentar, sin arriesgar, sin batirse a fondo. Una pena. Y Colombia salió en estado de "shock" al Castellao. A sus jugadores jóvenes les pesó el marco de enfrentar a un cinco veces campeón del mundo. Colombia no estaba para más porque aunque su generación futbolística es muy buena tiene que darle tiempo y espacio para madurar.

El viernes que presagiaba sorpresas, tormentas, angustias, dramatismo y hasta morbo fue un día un común de Copa del Mundo. Ganó Brasil, ganó Alemania. Y no pasa nada. El Mundial tiene un "filtro" poderoso en esta instancia.