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La terraza del Sofitel

Justo el día en que la Federación Japonesa de Futbol confirma que Javier Aguirre será su entrenador por los siguientes cuatro años, me viene a la mente aquel restaurante-café de Copacabana que contaba con una interminable pasarela de figuras futbolísticas del ayer y del hoy. Fue ahí donde quedó claro la poca presencia que México tiene en el futbol internacional. La vieja idea de que solo lo que pasa en casa importa: tu liga, tus futbolistas, tus métodos, tus ideas. El entrenador mexicano vive en una "burbuja" donde no es capaz de reconocer un mundo globalizado en el futbol.

LOS ANGELES, CA.- Para aquellos que con una que otra "mentirilla" logramos burlar la seguridad de FIFA para internarnos en aquella terraza del café del Hotel Sofitel de Copacabana, la experiencia resultaba inolvidable e ilustrativa: la mesa empezaba con las gesticulaciones de Bora, continuaba con las aseveraciones de Capello, el punto de vista reflexivo del "Pacho" Maturana y se extendía hasta los siempre interesantes apuntes de Guss Hiddink y de Roy Hodgson. Si uno levantaba la vista, podía ver en otras mesas a al camerunés Roger Milla, al chileno Iván Zamorano, al inglés Rio Ferdinand o al atacante holandés Rud Van Nistelroy. El Sofitel era el Disneylandia del futbol: lleno de personas, de figuras, de momentos, de parajes inolvidables y de un profundo conocimiento.

"Aquí está el futbol. Este es el futbol", me decía Bora antes de agregar su característico: "Usted comprende, usted comprende, con todo respeto".

Eran los últimos días del Mundial. Quedaban solo ocho de las mejores selecciones del mundo y Río de Janeiro y en especial ese rincón de Copacabana, albergaba años de experiencia, gloria y sabiduría futbolística.

"¿Dónde está Miguel Herrera?", me preguntó el mesero brasileño que ya para entonces conocía de mi nacionalidad y mi profesión. "Buena pregunta", le dije. "Buena pregunta. ¿Dónde está Miguel Herrera?", me quedé balbuceando.

La cercanía de México con el futbol internacional a través de sus entrenadores es realmente escasa, por no decir nula. Los entrenadores mexicanos suelen tener una mentalidad casera. Lo que pasa en su Liga, en su selección, en su futbol y punto. Para ellos o para la mayor parte de ellos, el mundo del futbol sigue "plano". La idea de un futbol globalizado está todavía lejos, muy lejos de los escenarios mexicanos.

El atrevimiento de Javier Aguirre vale hoy más que nunca. El mismo Javier Aguirre que hace doce años decidió aceptar el reto de dirigir a uno de los peores equipos del futbol de España y que logró alargar su trayectoria por la liga española fue confirmado este jueves como el nuevo entrenador de la selección japonesa de futbol por lo siguientes cuatro años. Me parece un muy buen paso, una gran oportunidad de seguir creciendo y desarrollándose para Aguirre en un mundo que puede ser diferente y que al final es el mismo porque se trata de un balón de futbol y un mundo redondo. Un salario alto, grandes escenarios, estadios, campos de entrenamiento, jugadores en las mejores ligas del mundo y el desafío de mantenerse como la mejor selección de asiática y clasificarse al Mundial de Rusia 2018.

Pero mi cabeza sigue por la terraza del Sofitel. Dunga pide un café. Valdano está parado en el buffet e Ibrahimovic comparte con su hijo. La pregunta me seguía rebotando en la cabeza: ¿Dónde está Miguel Herrera? Seguro que en algún programa de espectáculos, riéndose de la vida.


@Faitelson_ESPN