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El Tri y beneficios de una victoria sin Gloria

LOS ÁNGELES -- Una victoria sin gloria. México 2-0 Honduras. No alcanza para el tropel de elogios. No alcanza, incluso, ni para ser concluyente.

Pero México debe agradecer, en medio de todos los atenuantes, la seriedad de Honduras en el juego. Al final este tipo de encuentros resulta más riesgoso, pero más provechoso que las aventuras por EEUU ante Suecia C, Dinamarca B o Transilvania D.

Honduras complicó la salida a México. Por momentos supo tapar los carriles y, sin duda, tuvo mayor posesión de balón, pero la amenaza real nunca existió.

Debió ser útil para Miguel Herrera. Pudo confirmar la utilidad de algunos en debut y pudo ratificar también, como el caso de Marco Fabián, que su calidad está condicionada por una timorata postura en pasajes clave del juego.

Más allá de la descalificación anticipada de Fabián, de la confirmación de la solidez funcional de Héctor Herrera y de que Miguel Layún y Paul Aguilar cumplen, pero sufren en el reencuentro, tras la manipulación de que son objeto en el América. Más allá de todo eso, El Piojo encuentra una defensa novedosa que acusó confusión por momentos, obviamente por el parado y la identificación, pero que en general, por dotes individuales, garantiza.

Sería fácil sentenciar los errores de marca y de atención que cuestan los goles a Honduras, pero los remates impecables e implacables de Chicharito Hernández y de Oswaldo Alanís tienen el mérito de la definición para romper un laborioso, devoto y persistente equipo catracho, que al final apenas pudo asomarse en verdaderas condiciones de peligro al área de Guillermo Ochoa.

Sin embargo, las conclusiones de Miguel Herrera quedan colgando de la identificación que en la convivencia interna vaya detectando dentro de la concentración y del vestidor, aunque deberá todavía trabajar, por ejemplo, con Antonio Ríos, quien en la suma de faltas, con otro arbitraje, habría sido cuestionado por tarjetas.

En el ensayo, encontró mejores posibilidades de engarzar a Chicharito y a Oribe Peralta como dupla ofensiva, que funcionó mejor con Héctor Herrera en la cancha, mientras que con Marco Fabián nunca tuvo realmente continuidad peligrosa en las jugadas, incluso en momentos en lo que el cruzazulino fue el único que arrugó la pierna.

Pero, en el caso de Fabián queda claro que, con Giovani eventualmente o con la reconversión de Carlos Vela al servicio del Tri, quedará sólo en condiciones de relevo y muy eventuales. Y defenderlo por el servicio de gol a Alanís sería olvidarse y condonarle en lugar de condenarle por las otras ofensivas a las que puso freno o no supo dar continuidad ni terminarlas.

El 2-0, como veredicto de la victoria, de una actuación discreta, ante un adversario comprometido, le envía a enfrentar a Panamá con toda la mesura posible, toda vez que los canaleros, que viven su propia metamorfosis como en el caso de Honduras, saldrán comprometidos ante el adversario que los dejó, por carambolas fatalistas, fuera de la Copa del Mundo de Brasil.

Hay que recordar que El Piojo tiene que encontrar una selección y media. Es decir, una base mexicana que sí pueda utilizar en Copa Oro y Copa América, toda vez que los "europeos" sólo podrán ser utilizados en una de las competencias. Y el primer paso lo ha dado.