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A rescatar al Conejo para rescatar a Chivas

LOS ÁNGELES -- Vaya misión del Chepo de la Torre: rescatar al Conejo Brizuela para rescatar a todo Chivas.

Notable futbolista, de desborde en espacios cortos y frenético en espacios largos, con condiciones de gol y de inteligencia sobresaliente, Brizuela entró en agonía víctima de cánceres letales en el futbol mexicano: petulancia, desubicación y descontrol.

Miguel Herrera quiso elogiarlo y le metió zancadilla: "Es el mejor futbolista de México en este momento, el mejor prospecto", dijo de él en diciembre de 2014.

Y el Conejo se tragó la zanahoria de la vanidad. Y se indigestó con ella.

En el Clausura 2013, jugó 18 partidos como titular, 15 completos, propulsado por el verbo de Tomás Boy, y fue el jugador que ayudó al rescate del Atlas.

En Toluca, se mantiene al siguiente torneo: cuatro goles, tres asistencias, con nueve encuentros completos de 16 como titular y participando en 19.

Fue entonces cuando El Piojo lo proclamó figura y el Conejo empezó a desaparecer. No perdió sus notables facultades, sólo perdió piso.

Tan irrecuperable ha parecido a José Saturnino Cardozo que Toluca acepta venderlo a Chivas en una operación de casi siete millones de dólares, luego de que en el año 2014 sólo estuvo en 24 juegos como titular, hizo cinco goles y dos pases para gol. Jugó, pero no pesó, participó, pero no trascendió en la armonía a sus virtudes.

Sin duda es un futbolista talentoso, que ahora enfrenta desafíos mentales y de personalidad: sus propios delirios, son uno de esos retos, y el otro, la exigencia de una camiseta en crisis, como la de Chivas, y bajo la presión de ser el referente de la salvación.

Chivas lo descubrió en el Atlas, luego de los amagues de su calidad en Toluca y desde ese momento, intentó contratarlo, pero Toluca esperaba del Conejo un rendimiento aún superior a lo mostrado con los Rojinegros y Tomás Boy.

Si logra ser reencausado, rescatado, reubicado, deberá ser de gran utilidad. Su dinámica con vecinos como Carlos Fierro, Giovani Hernández y con un Omar Bravo, con el que ya se conoce, puede aportar la velocidad y habilidad a un equipo que se está diseñando para sobrevivir y que seguramente se convertirá en un equipo corto, compacto, pero con pretensiones de despliegue y contragolpe porque su primera consigna para salvar la zalea, será no perder.

¿Le alcanza a Chivas? Quedan las dudas de la capacidad del Chepo para darle consistencia granítica a una defensa que ha sido inestable, para después poder intentar con los jugadores veloces y jóvenes, apostando por resultados inmediatos, y a la espera de que a los mencionados se agregue finalmente el Cubo Torres, que el Guadalajara quiere tener a préstamo el primer semestre de 2014, algo que no convence ni interesa a la MLS.

Lo cierto es que Chivas consigue al mejor jugador disponible, limitado como está el equipo al mercado de mexicanos, aun cuando Brizuela es el cuarto nacido en Estados Unidos junto con el portero Eduardo Fernández, el atacante Gerardo Mascareño y el lateral Miguel Ponce, aunque en alguna ocasión se habló también de Gutiérrez Aldaco como oriundo de California.