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David Ortiz no puede ser tan ingenuo

FORT MYERS, Fla. -- Uno puede admirar la pasión de David Ortiz, respetar su coraje, entender su frustración de que sus asombrosos logros en 13 temporadas con los Medias Rojas de Boston -- incluyendo tres anillos de Serie Mundial - sean filtrados a través del prisma de la era de los esteroides en el béisbol, y que su nombre aparezca vinculado a una prueba positiva en el 2003 que se supone haya sido anónima.

Sus compañeros en el equipo de seguro simpatizan con el de hecho de que su enfoque en su ética de trabajo, su inteligencia y su preparación, sin mencionar las circunstancias difíciles que tuvo que superar en su crianza, se le den poca importancia en cualquier discusión sobre lo que ha hecho en el juego.

Sin embargo, lo que es imposible de aceptar, es la ingenuidad que acaba de demostrar Ortiz en su ensayo escrito para el portal The Players' Tribune , del que uno de sus dueño es Derek Jeter. ¿Cómo Ortiz puede creer que el haber pasado docenas de pruebas de drogas, las que alega que se le han hecho en la última década por Grandes Ligas, prueban alguna otra cosa que no sea el hecho de que ha pasado esas pruebas nada mas?

Nadie en el 2015 - como seguramente entiende el propio Ortiz - puede ofrecer el haber pasado una prueba antidopaje como prueba irrefutable de su inocencia, no cuando los dos tramposos más grandes en el deporte, el ciclista Lance Armstrong y el que fue alguna vez amigo cercano de Ortiz, Alex Rodríguez, solían esgrimir ese mismo argumento, con la misma pasión con que lo hace Ortiz ahora, antes de que fueran expuestas sus mentiras.

¿Acaso las pruebas antidopaje han ayudado a impedir el uso de PED en las Grandes Ligas? La evidencia anecdótica sugiere que así ha sido.

¿Acaso el haber pasado una prueba de drogas le da derecho a cualquier jugador a un pase libre cuando llega el momento de contestar preguntas sobre el uso de PED? En un mundo mejor, se supone que sí. Pero no en un ambiente donde un atleta de clase mundial tras otro han mentido en forma constante sobre haberlas utilizado, y habiendo ofrecido las pruebas en las que no se les detectó nada como evidencia de su inocencia.

Armstrong alegó que él era el atleta al que se le sometían a más pruebas en el mundo, diciendo que se le habían hecho cientos de pruebas para detector sustancias prohibidas y que nunca habían producido un resultado positivo.

En repetidas ocasiones Rodríguez negó el uso de sustancias prohibidas durante su tiempo con los Yankees, el que comenzó en el 2004. En 2009, reconoció que había utilizado sustancias prohibidas con los Vigilantes de Texas del 2001 al 2003, antes de que comenzaran a hacerse las pruebas antidopaje en MLB.

Para Armstrong y Rodríguez, sus caídas no estuvieron relacionadas con las pruebas antidopaje, sino con las pruebas no analíticas.

La Agencia AntiDopaje de EEUU construyó su caso contra Armstrong basada en evidencia provista por numerosos testigos que afirmaron que Armstrong utilizó EPO, transfusiones de sangre, cortisona y HGH. Luego de haberlo negado por años, finalmente Armstrong confesó la verdad en un programa con Oprah Winfrey.

Las Grandes Ligas suspendieron a 14 jugadores, incluyendo a Rodríguez, no porque hayan fallado pruebas antidopaje sino por estar involucrados en el escándalo de Biogenesis, con investigadores siguiendo pistas en papel que vinculaban a los jugadores con la adquisición de sustancias en una clínica en el Sur de la Florida y el médico fatulo que la corría, Anthony Bosch. Rodríguez confesó el uso de PED unicamente luegode haber recibido inmunidad por parte del gobierno.

Sí, duele en el corazón leer que Ortiz haya sido confrontado por su hijo más pequeño, luego de escuchar a los fanáticos gritarle a su padre "Tramposo", y preguntarle a su papá si era un tramposo. Y tiene el anillo de la autenticidad, el escuchar a Ortiz decir que el poder decirle a su hijo que no es un tramposo significa más que el ser exaltado al Salón de la Fama.

Pero así como se requiere un acto de fe para que un hijo le crea a su padre, igual pasa con nosotros. Nos han mentido tantas veces, y hemos visto demasiadas pruebas de drogas en nuestras narices como prueba falsa. Por el amor de Ortiz, y por el de su familia, y por el de sus fanáticos, solo tenemos la esperanza de que no haya un momento Oprah en su futuro.