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Luz y sombra para el equipo del líder

Tony Martin se sostuvo de los coequiperos para llegar a la meta Getty Images

BRISTOL - En el nerviosismo del momento, involucrado entre los sprinters -un lugar que no es desconocido para Tony Martin- el líder del Tour de France tuvo un leve roce de rueda con Bryan Cocquard (EUC) al cual reaccionó quizás con poca pericia reclinando todo el peso del lado derecho para compensar y en ese acto se llevó a Warren Barguil (GIA) quien a su vez lo derribó a él. En esta colisión otros líderes también mordieron el polvo: Nibali (AST), Quintana (MOV) y Van Garderen (BMC). De esta montonera se salvó de milagro Chris Froome (SKY) quien alcanza a chocar con Nibali, pero pudo recuperar el paso para continuar su camino. En el piso un adolorido Tony Martin se llevaba la mano al hombro izquierdo temiendo lo peor: una fractura de clavícula que se confirmaría horas más tarde.

La velocidad no era tan alta por la naturaleza de la llegada picada, pero el total del peso del alemán fue a dar sobre el hombro izquierdo. Martin trataba de asegurar que no hubiera corte de tiempo para la defensa de su maillot, uno que ahora tendrá solo de recuerdo pues no podrá arrancar la etapa 7. El resto de los caídos no sufrieron realmente daños graves, solo cortadas y magulladuras. A Nairo Quintana le quedó marcado el plato de la bici de Nibali sobre la cual fue a caer. Barguil (GIA) tampoco tuvo lesiones de consideración a pesar de ser el primero en el piso. Del susto no pasó para todos menos para Panzerwagen quien con la amargura de las consecuencias de la caída poco habrá podido disfrutar la victoria de su coequipero Znedek Stybar (EQS) quien al frente pudo conservar una diferencia siendo parte del tren del equipo que se quedó cortado.

El reporte médico del galeno del equipo Helge Riepenhof detalló la extensión de la lesión de Martin: "La clavícula se fracturó en varios pedazos por el impacto seco. Una de las astilla llegó a atravesar la piel, lo que técnicamente es una fractura expuesta. Por lo tanto, incluso si era el deseo de Tony para comenzar mañana, tengo que decir que no se le permite. Los corredores siempre quieren seguir, especialmente Tony. Ha demostrado en los últimos años que incluso con huesos rotos correrá si es posible. Pero esta es una situación médica que no lo permite. Él necesita cirugía de inmediato, y es por eso que vamos al hospital ahora. Vamos a fijar la clavícula allí. Él ya está con tratamiento de los antibióticos. Es una lesión grave y es por eso que no podemos arriesgar nada. Por eso no podrá estar mañana en carrera".

Todo había transcurrido con mucha calma en la jornada con un sentimiento de alivio en el pelotón tras disfrutar de cielo despejado y viento que poco levantaron en el recorrido. La fuga había sido consentida incluso en el paso del sprint intermedio, pues los equipos de sprinters no hicieron una persecución franca teniendo en cuenta que la llegada tendría la dificultad de una rampa del 7% en el último kilómetro. Ellos tenían planeado guardar energías para el cierre de la jornada. El joven eritreo Daniel Teklehaimanot, que quedó prendido de la camiseta de escalador cuando la vio por televisión siendo un niño, planeó su salida en la reunión técnica en el autobús del MTN Qhubeka en la mañana. Luego de hacer la mitad del proceso, que es poderse subir a la fuga, Daniel tuvo que imponerse en tres ocasiones a sus dos compañeros de escapada para sumar los puntos disponibles en tres cotas de 4ª categoría y darle un momento histórico a la carrera. No es sorpresa que este corredor sea buen escalador porque en el Critérium Dauphiné se enfundó la misma camiseta. Pero hacerlo en el Tour de France aun en la primera semana no es cosa fácil.

BMC trabajó los últimos 15 kilómetros para que Greg Van Avermaet (BMC) tuviera la mejor oportunidad entre los "punchers" tomando en cuenta que la llegada tenía esa subida de 850 metros con una media del 7%. Con la misma causa el Giant Alpecin conducía su tren para John Degenkolb, mientras que Peter Sagan (TCS) ya subía en solitario buscando la rueda del alemán. El Etixx Quick Step conservó a Znedek Stybar al frente y también a Rigoberto Urán y entonces vio el sobresalto de la caída de Martin con los otros líderes. Stybar ganó metros que fueron imposibles de reponer sobre todo porque nadie quiso ponerse a perseguir temiendo darle ventaja a otros rivales.

Van Avermaet dijo que no reaccionó al ataque de Stybar porque a menudo él es el primero que persigue en situaciones similares. "Hoy quería ser más inteligente y esperar un poco para elegir el momento bueno.", dijo el belga del BMC. "Fue una mala decisión, pero es una decisión que tiene que hacer por ti mismo. Fue extraño que Sagan no reaccionara, porque estaba en la posición perfecta. Yo estaba un poco atrás."

Por su parte Sagan dio su punto de vista: "Stybar atacó en la subida pero yo les dije a los otros en la persecución que no iba a tirar yo, porque todos se me quedaban viendo. Si hubiera tirado yo, no gano el sprint. Gané el embalaje del grupo pero la situación táctica hizo para mi difícil la situación para ganar. Pero Greipel no estaba ahí, así que me acerqué en la clasificación por puntos."

Adelante llegaron también Urán (EQS), Eduardo Sepúlveda (BSE), Julián Arredondo (TFR) y Jarlinson Pantano (IAM). Con Bici prestada Nairo llegó a la meta segundos después aunque los tiempos iban a ser neutralizados para aquellos afectados directamente en la carrera. Vincenzo Nibali (AST) cruzó también con la bici de Jakob Fuglsang. Por alguna razón en el caos hubo un malentendido de que Froome había tenido que ver con la caída y hasta fue el autobús del Astana a aclarar el asunto. Cuando ambos vieron la repetición la situación quedó olvidada. Un lote de más de 60 corredores llegó a más de 3 minutos, pero el último en la meta fue Michael Scarponi (AST) a más de 6 minutos. Pocos cambios hubo en la general al cierre de la etapa, pero el más importante se dará al arranque de la etapa 7 ante la ausencia del maillot amarillo. Fabian Cancellara (TFR) también sufrió caída vestido de amarillo pero en esa misma etapa 3 Tony Martin ganaba la camiseta con una victoria de etapa. El caso es diferente ahora porque siendo el 2º lugar en la tabla Chris Froome heredaría el maillot jaune.

La etapa 7 de Livarot a Fougères es de 190 kilómetros con una cota de 4ª categoría apenas al arranque de la jornada (12.5k) y el sprint intermedio al kilómetro 65 de salida. O sea que la fuga la tendrá más difícil con el sprint dentro de la primera mitad del recorrido. Terreno nuevamente de columpios que se definirá al sprint probablemente. Al cierre se tendrán que sortear varias rotondas, incluidas dos dentro de los últimos dos mil metros. La llegada no es en completa línea recta sino que lleva una curva ligera hacia la derecha ante de los últimos 90 metros de cara a la línea de sentencia, con una ligera inclinación de terreno en los últimos 500 metros. Greipel tratará de reponer su ausencia en la etapa 6 pero Kristoff y Cavendish no han podido ganar tampoco. Sagan tiene mejores posibilidades de ganar el sábado.