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Las movidas de Dombrowski con Boston son una clara señal: 'Ganar, ganar, ganar'

NUEVA YORK - El 29 de julio de 2009, los Filis de Filadelfia estaban en medio de una batalla de tres equipos por la corona de la División Este de la Liga Nacional. Ellos tenían una ofensiva poderosa, una rotación de abridores sospechosa, y expectativas de volver a la Serie Mundial.

Así que, cuando el entonces gerente de los Filis Rubén Amaro Jr. entró al camerino tras cambiar a cuatro prospectos por el as zurdo de los Indios de Cleveland Cliff Lee, los jugadores se levantaron y lo aplaudieron.

Es fácil imaginar que los Medias Rojas de Boston hagan lo mismo la próxima vez que ellos vean a Dave Dombrowski.

En los pasados 10 días, Dombrowski ha hecho cuatro cambios diseñados para mejorar las oportunidades de los Medias Rojas de llegar a la postemporada. Los mismos le costaron cinco jugadores de liga menor, uno de ellos (el derecho de 18 años Anderson Espinoza) catalogado como un cotizado prospecto, pero Dombrowski añadió al jugador veterano del cuadro Aaron Hill, al utility Michael Martínez, al relevista Brad Ziegler, y al zurdo Drew Pomeranz.

Y en el proceso, envió un claro mensaje a los jugadores que forman el nucleo de un equipo que está en medio de la batalla de tres equipos por la corona del Este de la Americana y preparado para perder al ícono de la franquicia David Ortiz tras su retiro en esta temporada.

"Ganar. Ganar. Ganar. Ganar. Ahora mismo", dijo el torpedero Xander Bogaerts luego que los Medias Rojas volvieran del receso del Juego de Estrellas y ganaran su quinto partido en fila, 5-3, sobre los Yankees de Nueva York. "Nosotros cambiamos un muy buen prospecto - yo nunca lo he visto lanzar [a Espinoza], pero he escuchado que es muy bueno. Pomeranz, él es muy bueno. Es un Todos Estrellas este año, así que tiene buenos números. Un tipo como ese viene aquí, y es un bono para el equipo que lo tenga ahora mismo. Obviamente nos va a mejorar".

Pomeranz no se unirá a los Medias Rojas hasta el sábado y no va a lanzar hasta el miércoles en la noche en el Fenway Park. No tuvo absolutamente nada que ver con que el nudillero Steven Wright lanzara seis buenas entradas ante los Yankees o que el receptor Ryan Hanigan, el antesalista Travis Shaw, y Bogaerts conectaran cuadrangulares ante el abridor de Nueva York Michael Pineda.

Pero los Medias Rojas ya habían recibido un impulso por lo que Pomeranz representa, a saber, la creencia de la oficina central de que su roster estaba solo a un par de movidas de ser lo suficientemente buenos como para ser contendientes a la Serie Mundial.

"Nosotros somos una organización en la que esperamos ganar", dijo Wright. "Si la gerencia cree que nos hace falta una pieza, vamos a salir allá afuera a buscarla. Con los chicos que hemos conseguido hasta ahora -- con Hill y Ziegler y ahora Pomeranz - ellos nos van a ayudar tremendamente a largo plazo. Y eso es emocionante. Es emocionante ser parte de ello porque uno sabe que los chicos aquí van a hacer todo lo que puedan para ganar, y la gerencia básicamente está diciendo lo mismo, que están dispuestos a hacer lo que sea para ganar. No podemos más que salir allá afuera todos los días y jugar más duro todavía sabiendo que ellos van a hacer todo lo que puedan para ayudarnos a ganar".

Hill causó impacto en su debut con los Medias Rojas esta semana, conectando dos hits y remolcando dos carreras para ayudar a vencer a los Rays de Tampa Bay. Si parpadearon, se perdieron las primeras dos apariciones de Ziegler con los Medias Rojas. Lanzó una novena entrada de ocho lanzamientos el pasado domingo ante los Rays para cerrar la primera mitad, y luego que Wright permitiera tres carreras en la sexta entrada aquí el viernes en la noche, Ziegler restauró el orden al retirar a los Yankees en orden con siete lanzamientos en una dominante séptima entrada.

"Lo he enfrentado, y nunca disfruté el estar en el otro lado del enfrentamiento intentando batearlo", dijo Hanigan sobre el estilo de lanzar de Ziegler en forma submarina, parecida al de Dan Quisenberry. "Es que es tan engañoso. Es como una bola de boliche que viene hacia tí".

Dijo Wright: "Mano, Zigs, yo no sé como lo lanza de esa forma, pero es algo divertido de observar".

Amaro, que ahora es coach de primera base de los Medias Rojas, recientemente recordó la dificultad de decidir cuándo sacrificar cotizados prospectos en cambios para intentar ganar ahora. En el 2009, fue fácil. El derecho Carlos Carrasco estaba entre los mejores prospectos del grupo que Amaro envió a Cleveland, pero la oportunidad de añadir a Lee a un roster que tenía a valiosos jugadores como Cole Hamels, Ryan Howard, Chase Utley, Jimmy Rollins, Shane Victorino, y Jayson Werth era imposible de dejar pasar.

"Supongo que depende del ciclo en el que estés, dónde estás como organización", dijo Amaro a principios de la temporada. "Requiere mucha disciplina no salir de algunos chicos. El tiempo y las situaciones suelen dictar las decisiones que uno tiene que tomar".

Luego de temporadas consecutivas terminando en el sótano - y con el nucleo joven de Bogaerts, Mookie Betts, y Jackie Bradley Jr. junto a Ortiz en lo que él catalogó el viernes como "más o menos mi última corrida en el béisbol" - no hay mejor momento que el presente para que los Medias Rojas intenten ganarlo todo.

"Ustedes conocen a Dave. Dave no anda con rodeos", dijo Ortiz. "Él siempre sale a buscar lo que necesita. Y estamos en la segunda mitad. No habrá otra mitad después de esta. Estoy bien seguro de que va a seguir haciendo movimientos. [Pomeranz] lució realmente bueno en la Liga Nacional. Lo vi en el Juego de Estrellas, y espero que nos pueda dar buenas esperanzas".

A dos semanas de la fecha límite de cambios. Dombrowski ya ha hecho su parte. Ahora queda en manos de los jugadores a quienes les tiene tanta fe.