Entrando al antepunúltimo fin de semana de la serie regular de Grandes Ligas, los cinco puestos a playoffs de la Liga Americana lucen estar prácticamente decididos, contrario a la Liga Nacional, donde hay batallas muy cerradas en todos menos uno, creando las condiciones apropiadas para que se produzcan empates en divisiones o puestos comodines.

En la Americana: Medias Rojas de Boston (101-46) ya clasificó a postemporada y tiene el número mágico en seis para ganar su tercer título consecutivo de la División Este; Indios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro, mientras que los Astros de Houston (92-54) están muy cerca de garantizar u n puesto comodín y dominan por 3.5 juegos el sector oeste.

Los Yankees de Nueva York (90-56) y Atléticos de Oakland (89-58) batallan ferozmente la ventaja de casa para el partido de comodines, pero no están en real peligro de quedarse fuera de la postemporada. Los Marineros de Seattle (80-66) están a 8.5 juegos del segundo Wild Card.

Getty ImagesIndios de Cleveland (82-64) posee la mayor ventaja de un líder divisional (15.0 juegos) y tiene el número mágico en 3 para ganar el centro.
En la Liga Nacional: Lo único que luce casi decidido es la División Este, donde los Bravos de Atlanta (82-64) dominan por 7.5 juegos a los Filis de Filadelfia (74-71). En el centro, los Cachorros de Chicago superan apena por 1.5 juegos a los Cerveceros de Milwaukee (84-63) y por 4.5 a los Cardenales de San Luis (81-66). En el oeste, los Rockies de Colorado (81-65) van 1.5 arriba de los Dodgers de Los Angeles (80-67) y 4.5 por encima de los Diamondbacks de Arizona (77-70).

Milwaukee y San Luis ocupan las plazas de comodides del viejo circuito, pero Los Angeles, Arizona y Filadelfia están a uno, cuatro y seis juegos. Para poner las cosas más sabrosas, Dodgers y Cardenales juegan una serie de fin de semana, cuyos resultados impactarán las divisiones central y oeste y los comodines.

Con las diferentes modificaciones que ha sufrido el sistema de determinar el campeón de la temporada, la pelota estadounidense se ha visto en la necesidad de hacer variaciones a las reglas de resolver embotellamiento en la tabla de lugares a lo largo de sus más de 140 años de historia.

Al principio todo era muy básico. Entre 1876 y 1900, el equipo que más victorias acumulaba durante la temporada regular era declarado campeón de la Liga Nacional y del béisbol (recordando que las ocho series que se jugaron entre los campeones de la Liga Nacional y la Asociación Americana entre 1884 y 1892 fueron considerados eventos de exhibición).

No fue hasta la creación de la Serie Mundial en 1903, por un título máximo entre los campeones de la Nacional y la nueva Liga Americana (fundada en 1901), que nació oficialmente la postemporada de Grandes Ligas.

Hasta 1968, los dos mejores clubes de cada liga iban directo al clásico de otoño. En 1969 se crearon dos divisiones en cada liga y se agregaron las Series de Campeonato para decidir los dos finalistas. En 1994 emergió la figura del Wild Card (comodín) y se creó una tercera ronda en los playoffs, las Series Divisionales, y en 2012, cuando agregaron un segundo comodín, se estableció el formato actual de cuatro instancias.

Desde entonces, los dos mejores equipos de cada liga que no ganaron sus divisiones, juegan un partido de muerte súbita para determinar el rival del conjunto con el mejor récord de liga en las Series Divisionales. La inclusión del segundo comodín también obligó a que se cambiaran algunas reglas en el sistema de definir empates de temporada regular.

EMPATES DE DOS EN DIVISIÓN O COMODINES

Un partido extra de desempate se juegan cuando dos equipos queden empatados con el mismo récord en una de las tres divisiones o el segundo puesto comodín de la liga. Estos partidos se jugarán el día posterior a la finalización de la temporada, en la casa del club que obtuvo la ventaja de local, que se determina usando una serie de criterios que citaremos más adelante.

Desde la implementación de la figura del comodín en 1994 hasta el final de la temporada del 2011, se implementó una regla diferente. Dos equipos empatados para una división no jugaron un desempate si sus récords eran mejores que todos los ganadores fuera de su división en su liga. Básicamente, si dos estaban empatados en la división y como sea estaban clasificados a los playoffs, se usaban varias consideraciones cuál era campeón divisional y cual era comodín. Punto y bolita.

Sin embargo, con la adopción de un segundo puesto de comodín y un juego entre comodines desde el 2012, el ganador de la división con el mejor récord de la liga enfrentaría una posible eliminación en el primer día de la postemporada, lo que obligó a variar las reglas.

Con las nuevas reglas de desempate, si dos equipos quedan empatados en la división, tendrán que jugar un partido extra incluso si ambos equipos ya se han clasificado para la postemporada. El equipo que pierde el juego de desempate ahora calificará para un puesto de comodín solo si su récord de temporada regular se encuentra entre los dos mejores récords de la liga que no ganaron una división. Esto quiere decir que empatar en la divisió no garantiza nada, más allá del juego de desempate.

Si ese equipo está empatado en el segundo puesto de comodín, entonces se jugará un segundo juego de desempate. Si el empate es en el primer comodín, no es necesario un juego extra, sino que ambos avanzan y la ventaja de la casa se determina con los criterios de desempate establecidos. Tampoco se necesita un juego extra para definir el mejor récord de la liga entre dos ganadores de división que terminen con la misma foja.

Para determinar cuál equipo tendrá la ventaja de la casa en un partido extra, tanto para desempatar una división y el segundo comodín y la ventaja de la casa como mejor récord de la liga son:

El equipo con ventaja en la serie particular, el equipo con el mejor récord global en juegos intradivisionales, el equipo con el mejor récord global en juegos intraligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 81 juegos de la temporada, ignorando los partidos interligas, el equipo con el mejor récord en los últimos 82 partidos de la temporada (siempre que el juego agregado no esté entre los equipos empatados), se extiende hacia atrás hasta que se rompe el empate (los juegos de interliga se omiten e ignoran en este proceso).

JUEGOS DE DESEMPATE

En la historia de Grandes Ligas, en 14 ocasiones se ha necesitado jugar un partido (10 ocurrencias) o una miniserie (cuatro ocurrencias) para resolver empates de de serie regular. El fenómeno se repitió cuatro veces entre el 2007 y el 2013, pero no fue necesario en las cuatro temporadas anteriores.

En 1946, Dodgers y Cardenales debieron chocar en una serie al mejor de tres juegos para decidir el campeón de la Liga Nacional. San Luis ganó en dos choques y avanzó a la Serie Mundial, donde venció a los Boston Red Sox.

En 1948, Cleveland derrotó a Boston en un juego extra para definir el monarca de la Liga Americana y siguió inspirado para vencer a los Bravos de Boston en el clásico de otoño. En 1951, cuando Dodgers y Gigantes de Nueva York empataron en la cima del viejo circuito, se juegó una serie de tres encuentros, que terminó con el famoso jonrón de tres carreras del 3B Bobby Thomson al derecho Ralph Branca en la novena entrada para dejar a los Dodgers en el terreno en el Polo Grounds de Manhattan.

El campeón de la Nacional también se decidió en mini series después de la serie regular en 1959 (Dodgers venció a Milwaukee) y 1962 (Gigantes superó otra vez a Dodgers).

Boston y Nueva York quedaron empatados en la División Este de la Americana con 99-63 en 1978 y se tuvo que jugar un partido extra, que ganaron los Yankees 5-4 en el Fenway Park. Dos años después, Houston y Dodgers empataron en el oeste de la Nacional con 92-70 y en el juego de muerte súbita, los Astros superaron a los Dodgers en Dodger Stadium. En 1995, los Marineros ganaron a Anaheim en un encuentro por desempatar el oeste de la Americana.

Hubo desempates por el puesto comodín en 1998 (Cachorros sobre Gigantes), 1999 (New York Mets sobre Cincinnati Reds), 2007 (Colorado sobre San Diego Padres) y 2013 (Tampa Bay Rays ganó a Texas Rangers), en tanto que la División Central de la Americana necesitó un día extra en 2008 (Medias Blancas de Chicago derrotó a Mellizos de Minnesota) y 2009 (Minnesota doblegó a Tigres de Detroit).

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El zurdo Chris Sale y el derecho Max Scherzer han estado al frente de las carreras por el premio Cy Young de ambas ligas mayores desde el inicio de la segunda mitad de la temporada, pero cuando se acerca el inicio del último mes de la temporada, las disputas se han cerrado tanto que aparentemente habrá que recurrir a los sistemas "Photo Finish" o "TV replay" para determinar los ganadores.

De lo que no hay mucha duda es acerca de que el derecho Jacob deGrom, de los Mets de Nueva York, es probablemente el pitcher más valioso del verano, y que eso probablemente no le garantizaría un trofeo de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA) en noviembre.

Sale, quien solamente ha realizado una apertura en un mes, tiene marca de 12-4, efectividad de 1.97 y 219 ponches en 146 entradas en el 2018. Pese a que ha estado dos veces en la lista de lesionados por asuntos relacionados al hombro, todavía el "Ace" de los Medias Rojas de Boston encabeza a todos sus colegas de la Liga Americana en WAR (6.5 en ESPN/Baseball-Reference y 6.1 en Fangraphs), pero la distancia cada vez es menor.

El derecho Trevor Bauer, de los Indios de Cleveland, (5.6 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.9 en Fangraphs) le pisa los talones, pese a que no ha podido aportar mucho recientemente por estar en lista de lesionados debido a un golpe que recibió en la pierna derecha el 11 de agosto. Bauer tiene foja de 12-6, efectividad de 2.22 y 214 ponches en 166 innings.

El dominicano Luis Severino, de los Yankees de Nueva York, y el veterano Justin Verlander, de los Astros de Houston, no han aprovechado al máximo el parón laboral de Sale y Bauer, quienes podrían regresar en algún punto después de la primera semana de septiembre.

Severino (4.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y Fangraphs) lidera las Grandes Ligas con 17 triunfos, pero ha dañado sus promedios de dominio en la segunda mitad de la temporada, mientras que Verlander (4.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 4.6 en Fangraphs) mantiene números excepcionales (13-8, 2.72 y 229 ponches en 175.2 innings) aunque bajó recientemente.

Los que sí han ascendido en la carrera son el derecho Blake Snell, de los Rays de Tampa Bay, y el cerrador puertorriqueño Edwin Díaz, de los Marineros de Seattle. Snell, quien tiene 16-5, 2.05, acumula 5.5 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 3.3 en Fangraphs, en tanto que "Sugar" Díaz, el líder de salvamentos de las ligas mayores, ya tiene 50 rescates y podría convertirse en el tercer cerrador de la historia con 60 en una temporada.

En la Liga Nacional hay una batalla sin cuartel que se pelea en tres frentes diferentes actualmente.

Por un lado está Scherzer, quien ganó el premio en las dos temporadas anteriores y tiene tres estatuillas de ese tipo en su carrera, incluyendo la de la Liga Americana del 2013. El caballo de los Nacionales de Washington (8.1 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.8 en Fangraphs) lidera el circuito en triunfos (16), ponches (249) y entradas (186.2) y es segundo en efectividad (2.22) para mantenerse en el liderato de la pugna.

Pero el derecho Aaron Nola, de los Filis de Filadelfia, viene empujando fuerte, y deGrom puede gritar a los cuatro vientos que ha sido el lanzador menos bateado del béisbol desde el día inaugural de la temporada.

Nola (9.2 WAR en ESPN/Baseball-Reference y 5.7 en Fangraphs) ha superado a Scherzer en duelos particulares dos veces una semana y tiene foja de 15-3, efectividad de 2.10 y 177 ponches en 176 entradas.

Mientras que el flaco de los Mets es el #1 en efectividad de ambas ligas mayores con un microscópico promedio de 1.68 y va segundo del viejo circuito en entradas (182.0) y ponches (224) y es tercero en WHIP (0.98). De acuerdo a Fangraphs, deGrom lidera a todos los lanzadores del béisbol con 6.9 WAR, mientras que ESPN/Baseball Reference lo ubica tercero con 8.0, detrás de Nola y Scherzer.

DeGrom tiene una modesta marca de ganados y perdidos (8-8), pero después de tirarle ocho entradas de una carrera y 10 ponches a los Cachorros de Chicago el martes, extendió su liderato de aperturas de siete o más innings y una o menos carreras (11) en la actual temporada de Grandes Ligas.

Mejor aún, en su carrera deGrom tiene 60 aperturas de una o ninguna carrera, la mayor cantidad en las primeras 133 presentaciones de un lanzador desde 1913. No descarten al derecho de los Mets de la carrera por el Cy Young simplemente por ser el pitcher menos apoyado del juego.

Para finalizar, deGrom lidera a todos los lanzadores de Grandes Ligas en valor probable en dinero por su desempeño en el campo, de acuerdo a una fórmula que usa Fangraphs, que se basa en el gasto anual de los clubes en salarios y el valor final de cada WAR (siglas de Victoria Sobre Nivel Reemplazo en inglés).

De acuerdo a esa tabla, en el 2018 una WAR le sale a los clubes en $7,7 millones de dólares.

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ORLANDO, Florida -- Se fueron abril y mayo y para la comunidad de las Grandes Ligas eso significa que oficialmente queda prohibida la frase "aún es muy temprano" para justificar la inacción o los baches individuales y/o colectivos. ¡Bienvenido junio!

Entrando al tercer mes de la temporada regular, Medias Rojas de Boston, Indios de Cleveland, Astros de Houston, Bravos de Atlanta, Cerveceros de Milwaukee y Rockies de Colorado lideran sus respectivas divisiones.

De acuerdo a la gran Sarah Lang, del extraordinario departamento de Stats & Info de ESPN, desde 1996 el 58% (76 de 132) de los equipos que terminaron ganando sus divisiones, estaban en primer lugar entrando al primero de junio.

Esa es una muy buena noticia para los clubes en posesión de un puesto a playoffs actualmente, sobretodo para los Medias Rojas y los Yankees, la primera pareja con porcentajes de ganados y perdidos de .650 o mejor entrando a junio desde el 2007.

Boston (39-18, .684) lidera la División Este de la Liga Americana por 1.5 juegos sobre Nueva York (35-17, .673), pero el tercero (Rays de Tampa Bay) ¡está a 10 juegos! Los Yankees tienen una ventaja de 3.0 juegos sobre los Mariners de Seattle en la batalla por el primer comodín del circuito para la primera ronda de los playoffs.

De acuerdo a Elias Sports Bureau, esta es la segunda vez que los dos grandes rivales tienen porcentajes de ganados y perdidos superior a .650 entrando al tercer mes de la campaña. También courrió en el 2002, cuando Boston jugaba para .706 y Nueva York para .655. Ese año, los Yankees terminaron con la mejor marca de MLB (103-58, .640) y los Medias Rojas (93-69, .574) fallaron en pasar a playoffs.

"Esta es una competencia fuerte que se mantendrá todo el camino", dijo el relevista cubano de los Yankees, Aroldis Chapman. "Nosotros estamos enfocados en seguir ganando cada serie y mantenernos cerca, para cuando juguemos con Boston, tener la oportunidad de quedarnos con la división", dijo.

Pero incluso los mejores equipos saben que podrían necesitar hacer movimientos y tomar decisiones importantes para mejorar sus posibilidades de alcanzar la postemporada y llegar a la tierra prometida de la Serie Mundial. Y que el calendario marque junio significa que ya es hora de comezar a ejecutar y poner menos excusas, sobretodo para Boston y Nueva York.

Boston comenzó la semana pasada sacando de su roster al inicialista y bateador designado Hanley Ramírez, al que pagarán $15 millones de dólares por los últimos cuatro meses para que juegue con otro club. Desde el punto de vista del gerente general David Dombrowski y el manager Alex Cora, el club es más flexible sin el dominicano, uno de los bateadores más importante del béisbol desde el 2006.

"Sentimos que, donde estábamos en el roster, somos mucho más flexibles con los muchachos que tenemos ahora. Obviamente, el papel de Mitch Moreland va a crecer. Tenemos un Todos Estrellas en primera base en este momento", dijo Cora.

"No es nada en contra de Hanley, pero él necesita turnos al bate diarios para poder producir como jugador, lo que ya no era posible en Boston con el regreso de Dustin Pedroia y el ascenso de Moreland", agregó.

Cora, el primer latino que dirige a los Medias Rojas, tiene muy claro que su predecesor, John Farrell, no sobrevivió en el cargo a pesar de que ganó el título divisional en los dos años anteriores y la Serie Mundial del 2013. Las expectativas son extraordinariamente altas y la única forma de cumplirlas es teniendo mucho de todo.

Mientras Boston, que lidera las ligas mayores en promedio de bateo (.267) y carreras anotadas (303), hizo un movimiento ofensivo, Nueva York podría verse obligado a tomar algunas decisiones con un hombre clave de su rotación abridora: El derecho Sonny Gray.

Gray, adquirido desde los Oakland Athletics en el mercado de julio del año pasado, no ha sido exactamente el caballo que fue en 2014-15 (cuando ganó 14 juegos, lanzó dos blanqueadas y promedió 32 salidas y 200 entradas por año en la bahía). Desde que se puso el uniforme con rayas, Gray tiene foja de 4-7 y efectividad de 4.70. Nada impresionante.

Peor aún, este año el derecho tiene 3-4 y efectividad de 5.98 en 10 salidas y sin importar quien sea el catcher, Gary Sánchez, quien es el regular y no gusta al pitcher, o Austine Romine, el sustituto y el que prefiere el lanzador, Gray ha permitido cinco o más carreras en el 40% de sus aperturas. No bueno.

El manager Aaron Boone se ha pasado cuatro meses diciendo "aún es muy temprano" para apretar el botón del pánico y buscar un abridor en el mercado.

Bueno, ya estamos en junio y no es temprano. Si Gray no mejora extraordinariamente en sus próximas dos salidas, es casi seguro que Nueva York tendrá que sacrificar al prospecto Clint Frazier o a quien sea para adquirir un abridor en el mercado de mitad de temporada.

El staff de lanzadores de los Yankees posee la cuarta mejor efectividad (3.83) de su liga (Boston es segundo con 3.58), pero los abridores se combinan para 4.12. Mientras Luis Severino (8-1), Masahiro Tanaka (6-2) y CC Sabathia se combinaron para 16-4, Gray es la nota discordante del grupo.

Todos en la directiva de los Yankees saben que para ganar la primera Serie Mundial desde el 2009 es casi seguro que se necesitará contar con al menos un tercer lanzador confiable. Y también saben que no lo tienen ahora mismo.

Y fuera de las reales necesidades, es muy probable que tanto Boston como Yankees sean mencionados en las conversaciones alrededor del futuro del torpedero y antesalista dominicano Manny Machado, quien juega los últimos partidos de su carrera como miembro de los Orioles de Baltimore.

Machado, quien batea .324 con 16 jonrones, 15 dobles y 45 carreras impulsadas en su último año de contrato, será una de las piezas más atractivas en el mercado de mitad de temporada. Incluso si Boston y Nueva York tuvieran otras necesidades (o ninguna, de todos modos), un jugador de la talla de Machado es la cura a muchos problemas, incluso para los que no existen.

Es junio, se acabó el tiempo para las excusas y postergar movimientos, especialmente para equipos como Boston y Nueva York.

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Los Medias Rojas de Boston pusieron al dominicano Hanley Ramírez en asignación para abrirle espacio en el roster al intermedista Dustin Pedroia, quien regresó el viernes de un proceso de rehabilitación de una rodilla que se operó durante la temporada muerta.

Básicamente, los Medias Rojas sacaron a Ramírez de su roster activo y ahora tienen siete días para cambiarlo o darle su libertad incondicional.

Tomando en cuenta que Ramírez tiene 34 años de edad, que bateó .163 en mayo y que aún devengará $15 millones de dólares por los últimos cuatro meses de la serie regular, un cambio a otro conjunto es poco factible. Lo más probable es que una vez declarado agente libre (el próximo fin de semana) firme con un nuevo equipo, que solamente tendrá que pagarle una proporción del salario mínimo de las ligas mayores.

Pero por cerca de $360 mil dólares (que son centavos en la economía actual de Grandes Ligas) un veterano con el historia que tiene Ramírez conseguirá más de una oferta una vez aterrice en el mercado de desempleado.

Ramírez, un tres veces Todos Estrellas y el Novato del Año de la Liga Nacional del 2006, Ramírez batea .290 con 269 jonrones y 281 bases robadas en su carrera con Marlins de Miami, Dodgers de Los Angeles y Boston. Es verdad que no tuvo un buen mayo, pero sí un grandioso abril (.330 con tres jonrones y 12 carreras impulsadas) y sus estadísticas generales (.254 con seis jonrones y 29 remolques) no son exactamente las peores del béisbol.

En un año en que todos los bateadores de las Grandes Ligas se combinan para batear .244 con más ponches que hits y la peor producción de jonrones en tres temporadas, un bate como el de Ramírez es necesario en al menos cuatro o cinco equipos con aspiraciones de alcanzar la postemporada.

Mientras la Liga Americana, que tiene el bateador designado, se mostraría más adecuada inicialmente, la capacidad de Ramírez para desenvolverse en la primera base lo convierte en una opción para la Liga Nacional.

Tomando en cuenta que una vez sea agente libre, el pelotero tendrá la última palabra acerca de su posible próximo destino, vamos a enfocarnos solo en conjuntos que están bien ubicados en el standing de sus ligas y que claramente necesitan cualquier ayuda ofensiva que esté disponible.

En la Liga Americana, los campeones Astros de Houston, Indios de Cleveland y Mellizos de Minnesota; y en la Liga Nacional, Diamondbacks de Arizona, Dodgers de Los Angeles, Nacionales de Washington y Filis de Filadelfia son los que aparentan estar más necesitados de un bate.

En una semana sabremos cómo evoluciona el asunto.

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AP Photo/Michael DwyerLos Medias Rojas ganaron la División Este en el 2017, pero los Yankees tienen otros planes para el 2018.
ORLANDO, Florida --- A un mes de abrir sus campamentos de entrenamientos en Florida, los Medias Rojas de Boston y los Yankees de Nueva York lucen estar preparados para una batalla campal por el liderato de la División Este de la Liga Americana, pero con una serie de huecos que ponen en duda la capacidad de ambos para aspirar a destronar a los Astros de Houston como monarcas del joven circuito.

Medias Rojas y Yankees han hecho ofertas a su rival divisional los Orioles de Baltimore por el antesalista y torpedero dominicano Manny Machado, quien jugará en el 2018 su último año de contrato, antes de ser agente libre. Baltimore no tiene ninguna prisa en mover a Machado antes del 31 de julio y casi seguro tendría que ser apabullado con una oferta de esas que no se pueden rechazar para mover a la joven estrella a un rival directo.

Mientras los Orioles juegan al gato y el ratón con los aspirantes de Machado, estas son las necesidades más urgentes de Yankees y Medias Rojas.

Yankees de Nueva York

En diciembre, los Yankees capturaron la atención del planeta del béisbol, haciendo varios movimientos de alto impacto, siendo el más importante el que llevó al jonronero y Jugador Más Valioso de la Liga Nacional Giancarlo Stanton de La Pequeña Habana al Bronx.

Para cargar con Stanton, Nueva York cedió a los Marlins de Miami Marlins al intermedista dominicano Todos Estrellas Starlin Castro y los lanzadores de ligas menores, también quisqueyanos, Jorge Guzmán y José Devers.

El gerente general Brian Cashman, quien firmó una extensión de cinco años, cambió al antesalista Chase Headley y el lanzador Bryan Mitchell a los Padres de San Diego por el jardinero sustituto Jabari Blash y firmó al lanzador agente libre CC Sabathia por un año.

Nueva York, que abrirá su cuartel de entrenamientos en Tampa el martes 13 de febrero, ha estado negociando con los Piratas de Pittsburgh por más de un mes tratando de agregar a su rotación al derecho Gerrit Cole, un derecho de 27 años que estará bajo control por dos temporadas antes de poder probar la agencia libre.

Al día de hoy, los Yankees siguen buscando un lanzador abridor y un intermedista y/o un antesalista. El prospecto venezolano Gleyber Torres podría ser la respuesta para una de las dos posiciones, pero todo dependerá de lo que adquiera Cashman en el mercado antes que sus jugadores de posición tengan que reportarse al George M. Steinbrenner Field el lunes 19 de febrero, en el debut del inexperimentado manager Aaron Boone.

Está claro que si Nueva York consiguiera a alguien con experiencia para jugar en la 2B o la 3B, esto haría la vida más fácil a Torres para comenzar su carrera en las ligas mayores, y si Cashman agregara al roster a un infielder como Machado, Josh Harrison o Todd Frazier y a un lanzador como Cole o el agente libre Alex Cobb, el primer campamento primaveral de Boone sería más placentero.

Medias Rojas de Boston

Desde que terminó la temporada del 2017, el trabajo de los Medias Rojas prácticamente se ha limitado a la oficina y el cuerpo técnico.

El presidente de operaciones de béisbol, David Dombrowkis, nombró como su principal asistente al legendario Tony LaRussa, puso al puertorriqueño Alex Cora de manager y cambió casi por completo el staff de coaches.

Cora recibe básicamente el mismo roster de la temporada pasada. Un grupo que ganó la División Este, pero que fue eliminado en primera ronda de playoffs por los Astros, que luego eliminaron a los Yankees y eventualmente se coronaron campeones por primera vez en su historia.

Los Medias Rojas batearon 168 jonrones la temporada pasada para quedar en último lugar en su liga y a 73 de los lideres Yankees, que agregaron para el 2018 a Stanton, quien encabezó el béisbol con 59. Está claro que Boston necesita un bate poderoso para meterlo en el medio de la alineación.

Se sabe públicamente que Boston cortejó al inicialista Eric Hosmer y que ofreció un contrato al jardinero JD Martínez, pero entrando a la segunda semana de enero, Mitch Moreland es el primera base y el dominicano Hanley Ramírez el bateador designado dentro del grupo que deberá reportarse a Fort Myers desde el miércoles 14 de febrero.

Y también está Machado. De adquirir a un jugador como ese, Boston podría instalarlo en tercera base o el campocorto y darse el lujo de mover a otro lugar del cuadro al SS arubeño Xander Bogaerts o al 3B dominicano Rafael Devers y mejorar notablemente la profundidad de su roster completo.

En las actuales circunstancias, Boston sigue estando en mejor posición para ganar la División Este en el 2018, pero es evidente que si no llenan los huecos mencionados, estarán en desventaja frente a los mejores clubes de la Liga Americana, principalmente los Astros y los Indios de Cleveland.

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