Sólido, compacto, blindado, monolítico…

Tome el diccionario y busque cuantos sinónimos le sea posible para calificar la versión actual con la que los Houston Astros encararán los dos últimos meses del calendario regular y la postemporada, camino a la Serie Mundial.

La adquisición de los abridores derechos Zack Greinke y Aaron Sánchez, además del receptor puertorriqueño Martín Maldonado, le da a los Astros una profundidad pocas veces vista en un equipo, que automáticamente se convirtió en el principal favorito a la corona, tras los movimientos de último minuto que hizo para tapar las pocas grietas que pudiera tener.

Greinke (10-4, efectividad de 2.90, con 135 ponches en 146 episodios), sería el número uno de los abridores en la mayoría de los equipos de Grandes Ligas.

Un devorador de innings, el veterano de 35 años, quien promedia 209 capítulos por campaña, se incorporará en el segundo puesto de la rotación, intercalado entre Justin Verlander y Gerrit Cole.

Por su parte, Sánchez (3-14, 6.07, con 99 abanicados en 112.2) fue colocado en el quinto turno, detrás del zurdo Wade Miley, quien pasa al cuarto puesto.

No ha tenido la mejor de las temporadas y lleva 13 derrotas consecutivas entre mayo y julio, tras arrancar la temporada con 3-1 y efectividad de 2.32 en abril, pero en nueve de esos fracasos recibió un apoyo ofensivo de sus compañeros de tres o menos carreras.

El equipo tejano ha contado con gran consistencia en los tres primeros puntos de la rotación (Verlander, Cole y Miley), pero no había conseguido la misma estabilidad en la parte baja, que han ocupado indistintamente Brad Peacock, Corbin Martin, el zurdo dominicano Framber Valdez o el novato mexicano Jose Urquidy.

En un mundo ideal y lógico, el diestro adquirido de los Toronto Blue Jays se movería al bullpen en la postemporada, cuando la rotación se reduce a cuatro hombres.

Sería un buen refuerzo para el cuerpo de relevistas, que también sumó de los Azulejos a Joe Biagini, un apagafuegos natural que lanza para efectividad de 3.78 en 50 entradas y puede ser de gran ayuda para Ryan Pressly, Will Harris y Chris Devenski, antes de entregarle el juego en el noveno al cerrador Roberto Osuna.

Pero si valiosa es la llegada de Greinke, Sánchez y Biagini al cuerpo monticular, invaluable es la recuperación del puertorriqueño Martin Maldonado, para que sea el segundo cátcher del equipo, detrás del venezolano Robinson Chirinos.

Maldonado, quien fuera el titular de la receptoría en Houston el año pasado, es un bateador por debajo del promedio, que no se acerca al nivel de Chirinos, pero es un hermético defensor, que será el complemento ideal del venezolano para compartir las responsabilidades de una posición tan agotadora.

Además, el haber jugado en el equipo en el 2018 le da a “Machete” Maldonado la ventaja de conocer al dedillo a Verlander, Cole y la mayoría de los relevistas.

Los astros se han alineado a favor de los Astros (valga la redundancia), porque para rematar, el equipo se ha sacado la lotería con el fenómeno cubano Yordan Alvarez, un joven de 22 años recién cumplidos que suma 38 carreras impulsadas y 12 cuadrangulares en sus primeros partidos en Grandes Ligas, desde que debutó el 9 de junio.

Además, Houston recuperó ya de la lista de lesionados a su campocorto titular, el boricua Carlos Correa, además del cubano Aledmys Diaz, quien ha resultado ser un comodín en todas las posiciones del cuadro interior y bateador oportuno.

Díaz le permitirá al manager A.J. Hinch descansar un poco más a sus titulares, sobre todo al antesalista Alex Bregman y al primera base cubano Yuli Gurriel, quienes tuvieron una sobrecarga de trabajo mientras Correa y el intermedista venezolano Jose Altuve estuvieron en la lista de lesionados.

El versátil cubano también ha tenido algunas incursiones en los jardines, donde el equipo cuenta con un cuarto hombre del nivel de Jake Marisnick, sustituto de cualquiera de los tres titulares, Michael Brantley, George Springer y Josh Reddick.

Por cierto, que Brantley, en su primer año con los Astros después de pasar sus primeras diez temporadas con los Cleveland Indians, ha demostrado de lo que es capaz cuando la salud lo acompaña, luego de perderse gran parte del 2016 y 2017 por lesiones.

Los nueve titulares del conjunto tejano tienen al menos diez vuelacercas y tres de ellos, Bregman, Springer y Gurriel, ya pasaron las dos decenas.

Salud es la palabra clave para Houston. Si el equipo consigue mantenerse libre de lesiones, será muy complicado para los otros equipos, cualesquiera que sean, plantarle competencia, camino a la corona.

Ojo, nada está escrito en piedra y los juegos hay que ganarlos en el terreno. Roma era un imperio aún más fuerte y también se cayó.

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En un minuto, los Houston Astros pasaron de ser un muy buen equipo a candidato principal a ganar la Serie Mundial.

Justo antes de que expirara el plazo para hacer cambios en las Grandes Ligas, los Astros estremecieron el mercado al conseguir al estelar derecho Zack Greinke para reforzar una rotación que ya cuenta con Justin Verlander y Gerrit Cole como principales figuras.

Greinke (10-4, 2.90) está en medio de un contrato de seis temporadas y 206.5 millones de dólares, que se extiende hasta el 2021.

Sin embargo, 62.5 millones de ese dinero se pagará de manera diferida en cuotas de 12.5 millones anuales hasta el 2026 y además le da al equipo un seguro de vida de cara al futuro, en caso de que Cole decida irse a la agencia libre después de esta campaña.

Getty Images/Jennifer StewartZack Greinke

Por si fuera poco, Houston consiguió al abridor Aaron Sánchez y al relevista Joe Biaggini de los Toronto Blue Jays, para blindar su cuerpo de serpentineros rumbo a los playoffs.

Estos cambios de último minuto hacen a los Astros los grandes ganadores en la fase de canjes, junto a los Cleveland Indians, que un día antes adquirieron al cubano Yasiel Puig de los Cincinnati Reds y al dominicano Franmil Reyes de los San Diego Padres, para reforzar considerablemente los jardines y su alineación ofensiva.

Otros ganadores

Bien se movieron los Atlanta Braves y los Washington Nationals y ambos lo hicieron en la misma dirección: el bullpen.

Los Bravos, líderes de la división Este de la Liga Nacional, sumaron a Shane Greene, quien salvó 22 juegos y lanzó para efectividad de 1.18 en 38 apariciones con los Detroit Tigers, además de conseguir de los San Francisco Giants a Mark Melancon (4-2, 3.50), para reforzar su cuerpo de relevistas que se han comportado tambaleante.

Por su parte, el equipo de la capital agregó los brazos del cubano Roenis Elías, zurdo de los Seattle Mariners, y Daniel Hudson, derecho de los Azulejos.

También desde Seattle llegó el diestro Hunter Strickland, un hombre que lanza de por vida para 2.98, aunque ha tenido una efectividad de 8.10 en cuatro partidos en el 2019.

Grandes perdedores

Los New York Yankees, los campeones vigentes Boston Red Sox y Los Angeles Dodgers, monarcas de la Liga Nacional por los dos últimos años, fueron los grandes perdedores en el mercado.

A pesar de toda la expectativa creada por la posible llegada de un as, los Yankees no consiguieron añadir ningún abridor para su maltrecha rotación, mientras que Boston y Los Angeles necesitados de apagafuegos, tampoco hicieron nada por mejorar sus cosas.

Los miembros de la rotación de Nueva York trabajan todos por encima de las cuatro limpias de efectividad y C.C. Sabathia acaba de ir a la lista de lesionados.

Pero cualquier intento de Brian Cashman por obtener refuerzos fue fallido, a pesar de haberle quitado el cartel de intocable a cada miembro del equipo.

Por su parte, los Dodgers parecen sentirse cómodos con lo que tienen, dada la ventaja que ostentan en primer lugar del Oeste del viejo circuito, a pesar de que los problemas que han tenido hasta ahora ocurrieron en las postrimerías de los juegos, después que los abridores terminaran sus faenas.

Y los Medias Rojas, que en el invierno dejaron partir a su cerrador Craig Kimbrel y a su setup man Joe Kelly, figuras clave en la conquista de la pasada Serie Mundial, deberán enfrentar la recta final de la contienda con el mismo bullpen mediocre que los tiene hoy fuera de los playoffs.

Dos cambios fuera de lógica

Uno de los canjes más llamativos fue la adquisición del derecho Marcus Stroman por los New York Mets.

Para muchos fue un sin sentido, pues los Mets habían puesto en el mercado a dos de sus mejores abridores, Noah Syndergaard y Zack Wheeler, quienes al final se quedaron.

Visto ahora y teniendo en cuenta la permanencia de Syndergaard y Wheeler, los Mets se reforzaron, aunque ya será para el 2020, pues este equipo está fuera de competencia, a menos de que tengan un repunte épìco, al nivel del 2015, cuando el cubano Yoenis Céspedes llegó desde los Tigres y los llevó hasta el Clásico de Octubre.

Y los fanáticos de los Miami Marlins recibieron un nuevo golpe a su confianza, cuando poco antes del límite para los cambios, la gerencia envió al superprometedor derecho Zach Galen a los Arizona Diamondbacks por el campocorto bahamés Jazz Chisholm, un jovencito de 21 años con fuerza al bate, pero pobre capacidad de contacto.

Y es que Galen era visto como un potencial as de la rotación de Miami y si un hombre era susceptible a ser cambiado entre sus lanzadores era el zurdo Caleb Smith, por quien los Marlins hubieran podido conseguir jugadores más hechos, como Clint Frazier y el dominicano Miguel Andujar en un eventual intercambio con los Yankees.

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