En medio de las reuniones invernales, los Yankees de Nueva York lograron un intercambio pequeño e inspirador con los Padres de San Diego. Necesitando ayuda para la rotación, San Diego estaba realmente interesado en el lanzador Bryan Mitchell, quien estaba al margen del cuerpo de lanzadores de los Yankees y sin opciones para ser enviado de regreso a las menores. Así que los Yankees y los Padres arreglaron lo que efectivamente fue una compra de Mitchell: San Diego aceptó llevarse a Chase Headley y su salario de $ 13.5 millones junto con Mitchell, y las dos partes pactaron con el jardinero de San Diego Jabari Blash a Nueva York.
Los Padres obtuvieron su pitcher, los Yankees obtuvieron algo de alivio salarial. Inteligente.
Pero ese intercambio fue álgebra en comparación con el cálculo que los Bravos y los Dodgers sacaron el sábado, una superproducción llena de grandes nombres y grandes salarios y soluciones en ambos lados.
Los términos: los Dodgers intercambiaron al primera base Adrián González, a los lanzadores Brandon McCarthy y Scott Kazmir, y al jugador del cuadro Charlie Culberson, más $ 4.5 millones, a cambio del jardinero Matt Kemp.
La lista de problemas solucionados es larga:
1. Al hacer esto, al cambiar a tres veteranos de alto precio por uno, los Dodgers abordaron su problema de impuestos de lujo. En 2018, González ($ 22,6 millones), Kazmir ($ 17,67 millones) y McCarthy ($ 11,5 millones) debían hacer un total de $ 52 millones, en la última temporada de sus respectivos contratos; Kemp está listo para ganar $ 21.75 millones en cada uno de los próximos dos años. Con los Dodgers pagando $ 4.5 millones, el intercambio general de dinero es igual, pero debido a que los ahorros se cargan anticipadamente para los Dodgers, se deslizan por debajo del impuesto de equilibrio competitivo de $ 197 millones de 2018.
Los Bravos cambiarán efectivamente cierta flexibilidad financiera a los Dodgers, quienes, si permanecen por debajo del umbral en 2018, y conociendo la disciplina del jefe de operaciones de béisbol Andrew Friedman, eso es casi una seguridad, tendrán una tasa impositiva del 20 por ciento en lugar de 50 por ciento si la superan en 2019. Tendrán más dinero para gastar, si así lo desean, en la histórica clase de agentes libres de Bryce Harper, Manny Machado y otros el próximo otoño.
2. Los Dodgers tuvieron un problema con González que se resolvió. El veterano estrella sufrió lesiones el año pasado, perdió su trabajo diario en la primera base ante Cody Bellinger durante la temporada y estuvo en medio de cierta tensión durante la postemporada. Bellinger es una estrella joven y González está en el ocaso de su carrera, y era hora de que la relación terminara, lo que González reconoció. Tuvo que renunciar a su cláusula de no negociación para que se realizara ese trato, y ahora, después de que los Bravos lo pasen por las exenciones, tiene la oportunidad de ser agente libre y encontrar una mejor oportunidad de la que habría tenido. En L.A.
3. Los Bravos tuvieron un problema con Kemp. El jugador de 33 años tiene algunas de las peores métricas defensivas entre los jardineros, y Atlanta terminó último en MLB en carreras defensivas salvadas en el jardín izquierdo. Las dimensiones de SunTrust Park son algo similares a las del Yankee Stadium, con la mayor parte del espacio en el jardín izquierdo y centro izquierdo, y en esta etapa de la carrera de Kemp, fue un ajuste terrible. Los Bravos realmente no pudieron cambiarlo en un trato de jugador por jugador, saliendo de una temporada ofensiva acortada por lesiones, ligeramente superior a la media.
Pero ahora lo abandonan en los Dodgers, que parecen destinados a liberar a Kemp antes del inicio de los entrenamientos de primavera porque tampoco encaja con ellos. Atlanta lo reemplazará con un defensor izquierdo defensivo mucho mejor que tenga más oportunidad de ayudar a los lanzadores jóvenes de los Bravos.
4. En McCarthy, los Bravos agregan un abridor veterano que podría reemplazar efectivamente a R.A. Dickey en su rotación. La temporada pasada, McCarthy, de 34 años, lanzó 92⅔ innings en 19 juegos y lanzó con efectividad, dando 27 boletos y registró un ERA + ajustado de 105. Kazmir no estaba saludable y su velocidad fue muy baja el año pasado, pero ha estado trabajando en la recuperación, algo que ha hecho en el pasado; para los Bravos, él es un boleto de lotería.
5. Los Bravos obtuvieron un campocorto que necesitaban en Culberson. El consenso dentro de la organización de los Bravos el verano pasado, antes de la llegada de Alex Anthopoulos, fue que el campocorto Dansby Swanson fue apurado para llegar a las Grandes Ligas en el verano de 2016. En aquel entonces, los Bravos se estaban preparando para mudarse a SunTrust e intentaban un cambio que agradara a los fans, y Swanson es originario de Georgia y ex número uno en el draft.
Tuvo problemas al principio de 2017 pero jugó mejor más tarde en la temporada. Pero si la oficina central siente que quiere darle a Swanson más tiempo para mejorar, Culberson es un candidato perfecto.
Anthopoulos trabajó para los Dodgers en temporadas recientes, y cuando los Bravos lo contrataron en noviembre, él estaba bien armado con un profundo conocimiento de los desafíos y preocupaciones de L.A. estaba en una posición perfecta para llevar a cabo este intercambio con Friedman.
• El trato entre los Dodgers y los Bravos es un ejemplo clásico del valor de la conversación, de las relaciones y de lo que se puede lograr en las reuniones de invierno. Las dos partes comenzaron a hablar antes de la reunión del béisbol en Lake Buena Vista, Florida, y luego mantuvieron una reunión conceptual más amplia el miércoles antes de cerrar el trato el sábado.
Esta es la razón por la cual el nuevo rostro gerencial de los Marlins, Derek Jeter, debería haber estado en las reuniones de invierno y por qué debería estar allí en los próximos años si quiere operar de manera creíble un departamento de operaciones de béisbol. Mostrar es parte del concierto, porque nunca se sabe qué conversación, qué reunión, qué relación generará una idea más grande y más grande. Si prefiere enfocarse en el lado de los negocios, y tal vez ahí es donde está su verdadera pasión, entonces puede entregar las riendas del trabajo de béisbol al presidente de operaciones de béisbol Michael Hill, darle un presupuesto y estar allí para firmar.