Es el mejor, pero... Sin juegos de liguilla todavía, sin levantar ni un sólo trofeo. El equipo de Ordiales y de Siboldi ha hecho un trabajo muy bueno en el campo y se ha erigido como el mejor equipo del futbol de México en este incierto 2020, pero lo ha hecho sin jugar, aún, un partido de instancias finales, justo la zona donde han aparecido todas las carencias, los miedos y hasta los “fantasmas” azules de los últimos tiempos... Lo ha hecho, hay que decirlo, en medio de un horizonte poco propicio por los graves y complejos problemas que afronta la Cooperativa cementera y sus principales líderes. Cruz Azul esta bien, pero no tendrá ningún reconocimiento si no termina el año levantando el trofeo de la Liga.
SAN DIEGO -- Nadie parece tener duda de que Cruz Azul ha sido el mejor equipo del año en el futbol mexicano. El único detalle o problema es que en su triunfal demostración no se incluye, todavía, ningún juego de liguilla.
Y es justamente ahí donde Cruz Azul ha quedado en deuda con sus aficionados y con su historia en las ultimas dos décadas. No distinguiremos el valor real de este equipo de Jaime Ordiales y de Robert Dante Siboldi hasta que afronten su verdadero némesis, cuando el atardecer indique una jornada de “matar o morir” y cuando las pulsaciones se eleven a tal grado que pongan a prueba la mentalidad de sus futbolistas. Ahí veremos de qué esta hecho este Cruz Azul.
Por ahora y aún dentro de un horizonte afectado por los problemas internos de la cooperativa y de sus líderes, este Cruz Azul muestra una idea de juego, un trabajo colectivo, una cohesión importante en todas sus líneas y un futbolista como el uruguayo Jonathan Rodríguez que atraviesa por un momento espectacular. En su cuadro, hay elementos de amplia experiencia como José de Jesús Corona, Pablo Aguilar, 'El Catita' Domínguez y hay jugadores provistos de gran talento: Elías Hernández, Roberto Alvarado y la reciente incorporación del uruguayo Ignacio Rivero. Y además, ha aprovechado la cuarentena para recuperar a futbolistas importantes, entre ellos, el mediocampista peruano Yoshimar Yotún y el goleador argentino Milton Caraglio. La juventud también aparece en el horizonte con el portero Sebastián Jurado, el defensa Josué Reyes y el delantero Santiago Giménez.
Entre Ordiales y Siboldi le han dado calma y certeza a pesar, insisto, de un entorno complicado. Cruz Azul ha ido de menos a más en la cancha y arrancará el torneo de finales de julio como uno de los favoritos, lo cual no es una noticia que realmente impacte. Cruz Azul debe estar en una liguilla ampliada a 12 participantes y luego, ahí, en esa fase final, donde se mide el verdadero pulso de los equipos, estará su verdadera prueba. Sólo podremos elevar el pulgar a Cruz Azul cuando triunfe en esa etapa del torneo. Para acabar pronto, sólo podremos darle el visto bueno a Cruz Azul cuando levante el ansiado trofeo de la liga.
Incluso en estos años de “sequía” de campeonatos, Cruz Azul ha cumplido casi siempre de forma cabal con sus necesidades y obligaciones futbolísticas, la de presentar cuadros competitivos que aspiran a competir por el título. Es verdad, sin embargo, que no ha sido suficiente, nunca lo será para un club cuya grandeza, algunos, colocan en duda ante la carencia de esos blasones, pero cuya integridad emocional y pasional parece estar intacta y lista para “explotar” cuando regrese la gloria de los títulos.
Cruz Azul es hoy en día el mejor del futbol de México, pero los llamados “equipos grandes” respaldan esa hipótesis con trofeos. Es la única forma de hacerlo.