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Hay de mentalidades a mentalidades en el Tri

MÉXICO -- A lo largo de los años hay un área que se ha criticado mucho en el futbolista mexicano: La mentalidad. La misma que hizo triunfar en el pasado a leyendas como Hugo Sánchez y llevar a lo sublime a estrellas actuales como Javier 'Chicharito' Hernández, ha trasladado al fracaso a talentos como Pablo Barrera y Efraín Juárez.

Ambiciones similares que se traducen en éxitos importantes de resonancia internacional. Andrés Guardado es un ejemplo del hambre de seleccionados que buscan cumplir los sueños más altos y escalar montañas inalcanzables, mientras que la otra cara de la moneda es sin duda la de Giovani dos Santos, que tenía un futuro prometedor por delante, pero que optó por dejarlo en el futbol en desarrollo de la MLS.

Tetracampeón con el PSV Eindhoven, sin nada más que mostrar en el balompié de Europa, el 'Principito' determinó que sus días de jubilación futbolística no han llegado. El hábil jugador tapatío sacrificó su confort holandés por ir a la Mejor Liga del Mundo a jugar con el Betis para llegar al ciento por ciento a la Copa del Mundo de Rusia 2018, 'sacrificio' que sólo el tiempo responderá si valió realmente la pena. Sin embargo, por él no quedará sólo en la idea. La selección recibirá su mejor versión.

Esa misma mentalidad de no volver a un paraíso y disfrutar sus últimos años futbolísticos de la mano de la medianía hizo que el portero Guillermo Ochoa firmara con el Standard de Lieja. Criticado en el entorno futbolístico, Memo escribe su historia en medio del rechazo generalizado a una decisión reprobatoria, pero mantiene para el mexicano su deseo de escribir la historia de bajos perfiles, sin que algún otro guardameta mexicano lo haya hecho previamente.

Vilipendiado, criticado y hasta con el dedo abajo para asistir a la Copa del Mundo de Rusia, otro caso es el del lateral Miguel Layún. El veracruzano pudo haber firmado para los Rayados de Monterrey. La difícil situación que vivió en el inicio de su carrera, recuperarla en sus últimos años como futbolista, en un balompié como la Liga Bancomer MX que no se ubica entre las 10 mejores ligas del mundo. Su idea es probar suerte en el Viejo Continente, pero no esfumar sus sueños sólo sumar números a su cuenta bancaria.

Sin embargo, el caso de Giovani dos Santos es diferente. El sucesor de 'Ronaldinho', esperanza de México luego de su coronación en la Copa del Mundo del 2005 en categoría Sub-17, ha venido de más a menos en el plano internacional. El jugador del Galaxy de Los Ángeles se coloca como el décimo mejor pagado con un salario base de 2.5 millones de dólares, uno de los mejores de la liga. Sin embargo, a esa cantidad pueden sumarse bonos y alcanzar hasta los 4.5 millones de dólares.

Gio dejó el futbol de alta competencia. La decisión comienza a cobrarle factura, ya que en la Copa Confederaciones tuvo 185 minutos, su aportación pasó de noche, sin que hoy tenga un puesto asegurado en la lista final de Juan Carlos Osorio. Dos Santos, a diferencia de su hermano, Jonathan, que vivió contrariamente los mejores momentos en Rusia, ha preferido la comodidad de una liga sin exigencias fuera de calendario futbolístico que en el papel ha minado su competitividad a nivel internacional.

Cuestión de mentalidad. Mientras jugadores como Andrés Guardado ambicionan llegar a tope para México en Rusia 2018, Giovani dos Santos no asoma siquiera la posibilidad de volver a la alta competencia. Historias diferentes que dejan muy claro que en cuestión de mentalidad, muchos jugadores deberían aprenderle a sus compañeros.