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Por favor, no le abran la puerta de atrás a Almeyda

Desde hace tiempo visualicé la salida de Matías Almeyda del Guadalajara. No es que el técnico argentino, quien ha dado lustre a las Chivas en los últimos años, esté prácticamente fuera del Rebaño Sagrado, pero es muy fácil juntar las piezas del rompecabezas y darse cuenta que para que el estratega argentino se mantenga en el equipo, deberá ocurrir casi un milagro. La última pieza a mi ‘juego’ la puse hoy mismo: los jugadores recibieron la orden de presentarse a trabajar este 4 de junio, cuando por disposición debieron haberlo hecho el 10, lo más extraño es que sé que el llamado fue sin que el sudamericano fuera avisado de la decisión.

¿En verdad es muy difícil entender que se acabó la ‘Era Almeyda’ en Chivas? No, porque también hay otros mensajes que se ventilaron desde la presidencia deportiva encabezada por Francisco Gabriel de Anda, hombre ejemplar de carácter y firme en sus decisiones, que expresó: “Hay varios temas con Matías que no conocía, no sólo el del plantel, su relación se ha desgastado con gente de la directiva”, expresó Paco. Tendríamos que ser muy inocentes para no entender que dicha declaración reveló lo que acontece al interior del equipo y que regularmente son códigos que no se desvelan con los medios.

El dirigente chiva dio la estocada final al establecer que si Matías quiere seguir “tendrá que entender el plantel que se va a conformar, y espero que el día de mañana, cuando inicie el siguiente torneo, no haya pretextos”, palabras que seguramente calaron hondo en el existoso entrenador que sin duda volvió a poner en los primeros planos a un equipo que pintaba para el descenso y al que le dio luz en sus momentos más oscuros.

Almeyda dejó una lista de posibles refuerzos para Chivas y hasta el momento no se conoce de alguna ‘bomba’ en el cuadro tapatío. Seguramente sentirá que lo que se ha hecho es una falta de respeto a su persona y trayectoria en el equipo. Pareciera desde afuera que la directiva (José Luis Higuera, saludos, qué raro), hace todo para que no se mantenga en el equipo. El análisis de Matías debe ser muy crudo, porque le faltan tres años para concluir su contrato y también está la posibilidad de dirigir a la Selección Nacional, en caso de que Juan Carlos Osorio no siga al frente del Tricolor.

Matías seguramente verá desde su país natal con mucha tristeza cómo se derrumba el ‘imperio’ que formó de la mano de la afición que creyó en su compromiso y amor a la camiseta. Los indicios indican que también en el club tapatío se protegen de alguna decisión súbita que tome el ‘Pastor’ de las Chivas por lo que desde ambos bandos se preparan para tomar determinaciones, lo cual sin duda los aleja de una posibilidad de conciliar y llegar a un acuerdo, aunque no se descarta tampoco al cien.

Es un hecho que la historia no pinta bien. Ojalá Matías, si se va, se vaya por la puerta de enfrente, porque al parecer le abrieron la de atrás. Chivas es un equipo grande que no debe ni puede permitirse más escándalos. Hoy la gente está con Matías, su trabajo lo avala, lamentablemente para directivos como Higuera es más fácil que la gente quiera su salida a que se mantenga en el equipo. Si a mí me preguntan qué pienso, la tengo clara, no puede seguir un mentiroso en uno de los equipos más poderosos del país y quien le ha hecho muchos daños a la institución (el tema económico es otra cosa). Sería grave mantenerlo, pero más grave sacar a Matías por un capricho de un advenedizo más en este tan sufrido futbol mexicano.