Se completó la obra. Matías Almeyda está fuera de las Chivas. ¿Sorprende? No. Estaba presagiado. No podía terminar bien lo que empezó mal desde la planificación de la próxima temporada, ya que dejó una lista de jugadores, como Jorge Torres Nilo, Elías Hernández, Jurgen Damm, José Madueña, Javier Aquino, entre otro par de futbolistas tops de la Liga Bancomer, quienes difícilmente podían contratar desde la dirección deportiva encabezada por Francisco Gabriel de Anda.
La lista de deseos era una petición a Santa Claus. Altas pretensiones, que a veces distan de la realidad económica y también de la voluntad de los clubes de Primera División que al escuchar el nombre de Chivas les aparece, en sus ojos, el signo de dólares y les brota el celo de reforzar a uno de los equipos más importantes del balompié mexicano. No tiene nada que ver con la filiación al club, simplemente con una realidad con la que han chocado los dirigentes que han pasado por la institución.
Para el Guadalajara poner poco más de seis millones de dólares en la mesa del León por Elías, fue apenas el intento a la solicitud de su otrora estratega, pero si se trata de aventajar e impactar, entonces Cruz Azul levantó la mano y le puso sobre la mesa poco más de ocho millones de dólares para contar con uno de sus múltiples refuerzos que hoy tienen a La Máquina de Ricardo Peláez, como el trabuco de la próxima temporada.
Las constantes negativas de contrataciones en el Guadalajara terminaron por comenzar a desilusionar a Matías Almeyda. El sudamericano, enterado de la situación, comenzó a poner trabas de una continuidad pactada sólo en su contrato, más no en su voluntad, porque lo que más necesitaba eran tener un equipo competitivo y no un plantel con el que volvería a pelear los últimos lugares de la tabla.
Las condiciones de la ruptura estaban dadas. Matías Almeyda mostrando en su idea que con la actual plantilla no habrías muchas aspiraciones en el Mundial de Clubes, y la directiva a la espera de una respuesta positiva de jugársela con lo que hay sin mediar pretextos posteriores, en caso de tener nuevamente un fracaso. A eso se le suma que la directiva tiene un fuerte adeudo con el argentino, por lo que anoche, en una reunión con su cuerpo técnico, determinó ponerle fin a su estancia en el Rebaño Sagrado.
Sé que la dirigencia tapatía, frente a la indecisión de Matías en continuar al frente del equipo, con un plantel poco reforzado, determinó comenzar aplicar un 'plan B' para que no los agarrara desprevenidos. Los rojiblancos determinaron adelantar las vacaciones del grupo, debido a que seguramente les explicarán las razones de la partida de su ex entrenador, en las cuales no necesariamente es una víctima de las circunstancias, sino también para del resultado al no mostrarse convencido de dirigir a un equipo que no peleará con clubes como Monterrey, Tigres, Cruz Azul y América las posibilidades de ser Campeón.
Guadalajara ya comenzó a practicar ese segundo escenario, mismo que tenía planificado por la demora de Matías. Hasta este miércoles sé que no había plática con algún entrenador, ya que la dirigencia busca una 'bomba' que dejará satisfechos a los aficionados. Ojalá que esa explosión sea del agrado de la afición, porque si no sucede, les explotará en las manos frente a sus millones de seguidores que están hartos de las promesas y las pocas realidades. El técnico por lo que sé es mexicano y conoce el medio, pero apenas es una posibilidad entre un par más que se manejan. Suerte a los tapatíos.