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El día que Rosario Central le ganó al Nápoli de Maradona

Fueron años intensos los que vivió Rosario Central en la década del ochenta. Descensos, ascensos, títulos... Y hasta un histórico triunfo nada menos que ante el Nápoli campeón de Diego Armando Maradona, un 19 de agosto de 1987, partido del que este jueves se cumplen 35 años.

Central venía de años con llamativos altibajos en los ochenta. En 1980 los Canallas ganaron el torneo Nacional al vencer en la final a Racing de Córdoba, logrando el tercer título de Primera División en el profesionalismo.

Pero en 1984, apenas cuatro años después el equipo descendía a la Primera B, justo cuando comenzaba a implementarse el sistema de promedios en el fútbol argentino. Sin embargo el regreso a Primera se dio rápido.

De la mano del gran Pedro Marchetta, y con un plantel con muchos refuerzos de nivel, hizo una gran campaña para salir campeón y retornar a la máxima división.

La temporada 1986/1987 fue histórica. Primero, porque un equipo recién ascendido iba a consagrarse campeón de Primera. También, porque el título se dio en la última fecha, dejando como segundo a Newell's, el máximo rival.

Como campeón del fútbol argentino, y luego de participar en la Copa de Oro en Estados Unidos, un torneo amistoso donde también jugaron Roma de Italia, Vasco da Gama, Guadalajara, América de México y Dundee de Escocia, llegó la posibilidad de jugar con el Nápoli de Diego, que venía de hacer historia como campeón en la Serie A. El amistoso se llamó "Duelo de Campeones".

Sin dudas el gran candidato era el conjunto italiano. Angel Tulio Zoff, el DT de ese equipo recordaba lo que se decía del Canalla antes del viaje a Italia: "Al empresario argentino que nos llevó a jugar allá le dijeron que querían jugar con un equipo que no fuera muy poderoso, para que Nápoli no perdiera de local, con su gente. Alguien les dijo: 'No, Central juega bien, pero no le va a ganar al Nápoli'. Nadie lo imaginaba".

Lo cierto es que Central tenía un gran equipo y dio el batacazo. Le ganó en el San Paolo al Nápoli con Diego y todas sus figuras. Y lo hizo con justicia. El único gol del partido lo marcó Jorge Balbis, de cabeza tras un centro de tiro libre, a los 27 minutos de juego.

El equipo argentino formó con: Alejandro Lanari; José Di Leo, Jorge Balbis, Edgardo Bauza y Omar Pedernera; Hernán Díaz, Adelqui Cornaglia, Roberto Gasparini y Hugo Galloni; Osvaldo Escudero (Pedro Argota) y Jorge Díaz (Marcelo Trivisonno).

Los italianos salieron con: Claudio Garella; Moreno Ferrario, Alessandro Rénica, Ciro Ferrara (Massimo Filardi) y Giovanni Francini (Francesco Baiano); Fernando De Nápoli, Salvatore Bagni, Francesco Romano y Diego Maradona; Bruno Giordano y Careca.

La victoria del equipo argentino fue justa, y se dio con sufrimiento. Es que sobre el final del partido y con un Nápoli sin ideas, el árbitro del partido cobró un penal inexistente para que los argentinos no se llevaran el triunfo del mismísimo San Paolo.

"Nadie vio que pasó, sólo que cobraron un penal después de un centro al área y un roce", reconocía Zoff. El encargado de patearlo fue Maradona, por supuesto, y Alejandro Lanari se lo atajó, arrojándose a la derecha de su palo y desviando el débil y anunciado remate de Diego.

"Me pareció que iba a patear a la derecha y me la jugué. Fue uno de los grandes gustos que me di a lo largo de mi carrera. Ellos imaginaban una fiesta, que nos iban a ganar por muchos goles, pero nosotros hicimos un gran partido porque teníamos un gran equipo", resumió Lanari.

Por su parte Balbis, el defensor y capitán, autor del único tanto del encuentro, contó: "Hicimos un muy buen partido, en ningún momento el equipo se sintió nervioso. Siempre estuvimos mejor que ellos. Ganamos 1-0 pero podríamos haber hecho algunos goles más".

No fue un dato menor vencer a Nápoli jugando de local, ya que el San Paolo había sido muy importante en la conquista del primer Scudetto de los napolitanos, conseguido el 10 de mayo de ese 1987. De 30 partidos jugados en el torneo, Nápoli apenas perdió tres encuentros.

Como recuerdo, además de la victoria, quedó el buen gesto de Maradona hacia el plantel canalla: Diego se tomó el tiempo para ir al vestuario de Central y saludar a todos los integrantes del equipo rosarino.

Lo cierto es que las 45.000 personas presentes en esa tarde noche en Nápoles se llevaron una enorme sorpresa, ante un Central que jugaba muy bien al fútbol. Y que, tal vez, aprovechó cierta subestimación del conjunto dirigido por Ottavio Bianchi.

Central redondeó un 1987 extraordinario, y terminó esa década celebrando en 1989 los 100 años de la creación del club. Y entre tantos logros quedó para la historia el "Duelo de Campeones" ante el Nápoli de Maradona, un trofeo que pocos pueden darse el lujo de tener en sus vitrinas.