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River campeón curepí

ASUNCIÓN --Estoy en la ciudad mas curepí del momento, rodeado de poetas como Douglas Diegues y el inagotable Cristino Bogado, genio de las letras paraguayensis. Hay cien grados de calor, por lo menos. Asunción es difícil de caminar y a la noche decidimos entrar a un bar para ver a River jugando por un título de la pelota sudamericana. La final de la Recopa, ante un equipo colombiano que, en la Copa Libertadores, le ganó a todos.

Es rara la sensación de ver jugar a River Plate afuera de Argentina. Todos coinciden en que el equipo de Marcelo Gallardo es feroz. Mis amigos paraguayos me dicen: “Cucu, mirá como presionan en el medio, como juega River, es demasiado moderno, curepí para nosotros. Demasiado cuerá”.

Y... River juega como en sus mejores épocas del gallardismo, con un Alario ilustrado y afilado que parece conocer cada detalle del área. Alario es un jugador fuera de serie...

Pero ya dije, se me complica mucho ver a River en Asunción, mis amigos paraguayos saben de fútbol e interiormente desean que River Plate pierda. Pero River juega cada vez mejor y al toque ya está ganando dos a cero- Y el criterio poco cambiará con el 2 a 1 final

La Recopa en el bolsillo, otro triunfo de Marcelo Gallardo. Entonces me pierdo caminando por Asunción, mis amigo me cuentan historias de los indígenas, de la Guerra del Paraguay, de la llegada de los españoles y comprendo mucho más al fútbol paraguayo. ¿Como juegan? Bueno, son equipos aguerridos, luchadores, siempre dispuestos a dar lo máximo de sí mismos. Y ahora le agregaron velocidad, fuerza y habilidad.

River juega parecido a ciertos equipos paraguayos. Aunque es cierto, tiene esa cuota de talento de tener a un jugador que, en una final, pica una pelota y rompe el travesaño, esa ciudad de sencillismo poético lo tienen pocos equipos. Ese genio es argentino.

Y por estos detalles River ganó con total justicia la Copa Recopa y de esta forma vuelve otra vez a los planos internacionales. Esto es en lo estrictamente futbolístico. Sin embargo y por suerte, el fútbol supera con creces a su entorno.

Se suma a la charla callejera asunceña. Gustavo Chicho Lopez, hincha de River es admirador total de Gallardo y comienza a elucubrar extrañas opiniones y puntos de vista.

- Mirá Cucu, imaginate estos muchachos, jugar ante tanta gente. Gente que los mira, miles. Imaginate los nervios y el nivel de juego que tienen que tener. El estado físico, fijate como corren, no paran nunca. Son unos cracks totales.

Fijate ese jugador ecuatoriano que incorporaron Mina, es un crack, mirá como salta y cabecea todas las pelotas. Es difícil eso, Cucu. Uno sentado frente al televisor tal vez no se da cuenta...

Es cierto mirar un partido en la cancha tiene otras dimensiones, definitivamente no es lo mismo que verlo en un bar en Asunción. Aún así, River gusta e impresiona. Parece haber recuperado el juego y la épica.