“Un partido de futbol ocurre dos veces: en la cancha y en la mente de los aficionados”.
Juan Villoro
Es cierto, Lionel Messi cobró mal y falló un penalti en un momento decisivo de la eliminatoria ante el París Saint-Germain que pudo acercar al Barcelona a una hipotética remontada.
¿Si acierta hubiera cambiado el rumbo del partido? Imposible responderlo, el “hubiera” no se conjuga.
Ahora bien, el ‘aficionado de a pie’ al que refiere Juan Villoro llega a la conclusión inmediata de que la eliminación del Barça es culpa de Messi.
Es más, incluso un grueso importante de periodistas deportivos en el mundo, que se entiende son especialistas en el tema, calificaron a Leo como el “villano” de la derrota.
Y en el futbol como en muchos otros temas de la vida, nadie tiene la verdad absoluta o la tan disputada “razón”; sin embargo, concluir de forma simplista que el Barcelona quedó fuera de la Champions League por culpa de Messi es poco menos que una blasfemia.
El equipo hizo un primer tiempo brillante hasta la torpeza de Clément Lenglet al cometer un penalti a Mauro Icardi cuando el balón ya estaba en las manos de Marc-André Ter Stegen. Ahí el francés de nueva cuenta echó a perder el trabajo colectivo que no se había visto reflejado en el marcador por el nulo tino de Ousmane Dembélé.
¿Y qué pasó? Pasó que quien metió de nuevo al Barça al partido fue Messi con un gol que solo está en la cabeza de Messi y que en el mundo solo puede ejecutar y concretar Messi.
Se ha llegado al grado de normalizar acciones de Leo sencillamente porque las ha convertido en rutina. Pero vayamos más allá del penalti fallado y el golazo. El primer tiempo del capitán del Barça, acompañado por el conjunto –salvo Lenglet– fue superlativo.
Generó juego, participó en prácticamente cada acción ofensiva del Barça y hasta en las defensivas, cargó con el equipo, y se empeñó en dejar claro que no habría un nuevo adiós bochornoso de la Liga de Campeones como en los cuatro años más recientes.
Y en el complemento se apagó, tuvo una opción de gol que le taparon y no pudo mantener la brillantez de los primeros 45 minutos, tal vez, ciertamente, afectado por la falla del penalti.
Pese a que se trata de un club de las dimensiones del Barcelona, no es un pobre consuelo apelar a que se hizo respetar, dejó de manifiesto que podía competir y dijo adiós de forma digna.
Si fue o no el último partido de Leo en esta competición con la playera azulgrana eso solo él lo sabe…
Aficionados y hasta ‘expertos’ gozan con señalar a Messi como el villano en cada tropiezo del Barça… Y esto sucede cuando el futbol se reduce a una simple acción y reina la incapacidad para realmente analizar lo sucedido.
Messi, ‘mi villano favorito’…