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LaLiga: Real Madrid respira gracias a un nuevo regalo del Barcelona

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El Barcelona sufre bajas importantes y no pudo aprovechar el partido ante Athletic Club (3:20)

El equipo Culé perdió a Frenkie de Jong y a Pedri en la primera mitad por lesiones y el marcador quedó 0-0 en un partido muy cerrado ante los Leones en San Mamés. (3:20)

El Barcelona perdió la oportunidad de acortar a seis puntos la desventaja con el Real Madrid cuando LaLiga ya está entrando en su recta final.


BARCELONA -- El Real Madrid respiró aliviado, a pesar de su monumental enfado por el polémico final de su partido en Mestalla, contemplando cómo el Barcelona pasaba de puntillas por San Mamés y lo que debía ser un puñetazo en la mesa del campeón se convirtió en un anodino empate que permite al líder mantener su cómoda distancia... Y hasta ampliarla con el Girona, derrotado en Mallorca y cada vez más pendiente de asegurarse una plaza entre los cuatro primeros que de soñar con asaltar el título.

A medio camino entre la comedia y la tragedia, el aficionado del Barça no sabe ya si arrojar la toalla o mantener un hilo de esperanza que el equipo de Xavi se empeña en no ofrecerle y a once jornadas del final del campeonato podría decirse que en el Bernabéu se empiezan a descontar los días para cantar el alirón. Si el Madrid no perdiera el Clásico del 21 de abril le bastaría con sumar 24 puntos de los 33 en disputa para ser campeón. Y eso, claro, suponiendo que el Barça lo ganase todo... Lo que se sospecha, visto lo visto, una apuesta imposible.

Por abajo firmó su sentencia el Almería, derrotado en Vigo para dar aire a Rafa Benítez en el Celta, y se derrumbó de manera dramática el Granada, aplastado en Villarreal para quedar pendiente apenas de un milagro que evitase su descenso.

El tercer condenado mantiene al Cádiz como máximo candidato, aunque el gol a última hora de Javi Hernández en Vallecas le mantiene la esperanza... Y provoca que el Rayo no pueda olvidarse de un sufrimiento del que dieron un estirón Sevilla y Mallorca.

EL GOL

Si fue trascendente el de Javi Hernández en Vallecas, más lo fue el de Òscar Mingueza en Balaídos y que le dio una ajustada victoria de oro al Celta sobre el Almería. Un extraordinario zambombazo desde fuera del área cuando los nervios ya asomaban en la grada y la continuidad de Benítez estaba más en el aire que nunca.

LA PARADA

Yeray no es portero, pero su capacidad de reacción cuando tras estorbarse con Unai Simón evitó de forma acrobática que el lejano y magnífico disparo de Joao Cancelo entrase en la meta del Athletic merece la consideración de mejor parada de la jornada.

LA POLÉMICA

Entre polémica y escándalo habría que elegir para adjudicar un titular al final de Mestalla. Si el árbitro, Gil Manzano, avisó que el corner era la última acción y no habría una segunda jugada no se entiende que en cuanto el balón salió rechazado no pitase inmediatamente el final y dejase que siguiera el juego, para darse la vuelta y pitar al cabo de unos segundos mientras Brahim ya asistía al cabezazo de Bellingham.

EL PARTIDO

Getafe-Las Palmas. Por 2-0 vencía el cuadro azulón al cuarto de hora y por 3-1 se fue al descanso de un choque que enloqueció en la segunda parte, con una reacción soberbia de los canarios que igualaron antes de llegarse a la hora de partido (3-3) para convertir la recta final en una batalla sin cuartel entre dos equipos que buscaron la victoria de forma épica.

EL PROTAGONISTA

Isaac Romero ha llegado para quedarse en el Sevilla y su nombre permanecerá como la mejor apuesta de Quique Sánchez Flores. El canterano, de 23 años, suma ya ocho titularidades consecutivas y fue un auténtico dolor de cabeza para la defensa de la Real Sociedad, asistiendo en el 2-0 a Youssef En-Nesyri.

SUBE

El Villarreal. Enlazó su segunda victoria consecutiva (por primera vez en todo el campeonato) y la séptima jornada sin perder para, goleando con un hat-trick de Sorloth al Granada, alejarse a 13 puntos del descenso y prácticamente firmar su salvación tras una temporada con más sombras que luces.

BAJA

El Barça. No respondió al empate del Madrid en Mestalla como necesitaba, de forma innegociable, hacer en San Mamés. Lo más frustrante, desde la óptica azulgrana, ya no fue el empate por sí mismo, sino la poca, casi nula, energía con que encaró los últimos minutos de un partido en el que sus jugadores parecieron conformarse con un empate cuando el triunfo era tan necesario.