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Santiago Giménez, una apuesta por el presente y futuro

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¿Debió Diego Cocca ser candidato desde el inicio de las entrevistas? (2:56)

La mesa de Futbol Picante analiza si el técnico de Tigres sería una buena opción para llegar a la Selección Mexicana. (2:56)

En uno de los ‘argumentos’ y decisiones más absurdas en la historia del futbol mexicano, el extécnico de la Selección Nacional Gerardo Martino, dejó fuera del Mundial de Qatar 2022 a Santiago Giménez debido a que “mete muchos goles en pocos minutos”.

Fue una de las tantas ‘joyas’ del argentino en su intento desesperado por justificar que llevaría a su paisano Rogelio Funes Mori y a Raúl Jiménez, pese a que este último tenía casi tres meses sin jugar por una lesión y no llegó ni al 50 por ciento de sus capacidades a la justa.

A finales de julio de 2022, el apodado ‘Chaquito’ tomó una arriesgada decisión, pues mientras vivía un gran momento como goleador de Cruz Azul y por fin gozaba de la titularidad, apostó por marcharse al extranjero ante el interés del Feyenoord de la Eredivisie, con lo que existía la posibilidad de que redujeran sus minutos y no tuviera argumentos para pelear un lugar entre los convocados para el Mundial.

Sin embargo, de a poco el delantero fue teniendo actividad sobre todo como relevo, y lo más importante, maximizó su presencia en la cancha con base en goles, por lo que atendiendo a los méritos deportivos, tenía de sobra para ser considerado entre los viajeros a Qatar.

El ‘Tata’ consideró lo contrario y privó al Tricolor de un futbolista que pasaba por un buen momento y que podía pelearle a Henry Martín la titularidad, dado el paupérrimo nivel con el que llegaron Jiménez y Funes Mori.

Hoy en el nuevo ciclo de Diego Cocca deben acabarse los experimentos y el excesivo respeto y obsesión por las llamadas ‘vacas sagradas’. Si se quiere una verdadera depuración y renovación del conjunto azteca es imprescindible apostar por los jóvenes y ‘Santi’ es uno de ellos.

Y esto va más allá de que haya tirado mal un penalti en el intrascendente partido frente a Surinam.

Raúl Jiménez (casi 32 años) tiene tres Copas del Mundo a cuestas en las que no ha marcado un solo gol, acumula un año sin anotar en la Premier League, y desde hace un buen rato es más que evidente que no retomará el nivel que llegó a tener antes de la desafortunada conmoción cerebral que sufrió.

Funes Mori sencillamente nunca tuvo que ser convocado y su llamado se debió a un capricho de Martino, que solo lo utilizó cinco minutos en Qatar, en el duelo frente a Arabia Saudita cuando el Tri necesitaba una anotación para avanzar a Octavos de Final.

Por ahora en el panorama en cuanto a centros delanteros solo figuran Giménez (21 años) y Martín (30 años), y ambos pasan por buen momento, ya que el americanista ha mantenido el nivel que tuvo el torneo pasado y está convertido en un goleador confiable y en plena madurez.

Y qué decir de ‘Santi’. En su primera temporada en el ‘Viejo Continente’ suma 15 anotaciones hasta el momento repartidas de la siguiente manera: Ocho en la Eredivisie, dos en la Copa y cinco en la Europa League, en donde está a la cabeza de los máximos romperredes.

Chiquito’ tiene a su favor la juventud y que nada lo asusta: es atrevido, capaz de arrastrar el esférico varios metros, de desgastar al rival de espaldas al marco, además de que en Holanda ha pulido su técnica de remate a gol dentro del área.

Está en pleno crecimiento y no es gratuito que ya llame la atención de otros clubes europeos, aunque habrá que guardar la calma, pues entró por la puerta adecuada a la élite, ya que se si algo caracteriza al Feyenoord es que sabe guiar y acabar de formar a jugadores promesa que después dan el salto a un balompié de mayor calidad.

Paciencia, pues, pero no hay mucho que pensar: Santiago Giménez debe ser uno de los hombres que encabece la renovación de la Selección Mexicana en el inicio del ciclo rumbo a la Copa del Mundo de 2026.

Aferrarse con Raúl Jiménez o algún otro veterano que ya tuvo múltiples oportunidades y no cambiará la inercia del Tri, solo será pan con lo mismo y otro retroceso. Así de simple o así de complejo.