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Pep Guardiola y la primera 'entrevista'

ESPN Digital

MÉXICO -- Hace 10 años era poco creíble. El medio futbolístico mexicano no reaccionó ni por asomo a aquella nota exclusiva que daba en mi anterior trabajo: Josep Guardiola jugará con los Dorados de Culiacán. Recuerdo que al investigar dicha información proveniente de contactos en Europa y corroborarlos con el presidente y accionista del equipo en aquel entonces, Juan Antonio García, lo certificaba. El astro español jugaría en un incipiente equipo de la máxima categoría.

La noticia más tarde la pude contrastar con Eustaquio de Nicolás, accionista mayoritario del equipo, que confirmaba la especie: Pep Guardiola, el crack del Barcelona de España y quien venía de un escándalo del balompié italiano por presunto doping, recalaba en un equipo que aspiraba a sacarse la etiqueta de 'cenicienta' y convertirse en un protagonista absoluto de la liga mexicana.

Dada la amistad que fomenté posteriormente con García, el propio directivo me hizo una promesa que al final cumplió: ''Tú vas a ser el primero en entrevistar a Pep, René'', recuerdo me dijo el 'licenciado', quien manejó con mucho celo la bomba mediática que significaba la llegada del hoy entrenador del Bayern Munich de Alemania.

Su arribo a la Ciudad de México prácticamente pasó inadvertido. El 'Pacto' sellado con Juan Antonio García se cumplió. Llamada la redacción. Juan Antonio me dijo más o menos lo siguiente: ''René te prometí en exclusiva la entrevista con Pep Guardiola... Esta noche llega, prepárate'', me sugería en tono amable, uno de los directivos caballerosos y con quien a la postre entablé una buena amistad.

Había que 'engullirse' la historia de Pep. Recordaba el dato de su debut en 1990 con los Blaugranas, año en el que yo arranqué mi periplo en los medios de comunicación. Volver a refrescar el tema del 'Dream Team' que comandaba con inteligencia de ajedrecista moviendo las piezas del tablero, pero con los pies.

Más allá de su excelsitud en las canchas, había un tema que me interesaba abordar. El resultado posititvo por nandrolona que presuntamente había arrojado en un test rutinario efectuado por el Comité Olímpico Italiano en 2001. Dicho esteroide anabolizante aumenta la masa muscular y el caso había trascendido en forma internacional. Había que preguntarlo y lo abordó con la misma naturalidad con la que el caso se cerró al no encontrarlo 'culpable'.

El momento llegó en el Camino Real frente al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Un Pep visiblemente cansado saludaba con efusividad a su 'presidente'. Entonces llegó el momento. ''Pep éste es René Tovar le prometí que él te iba hacer la primera entrevista en México, atiéndelo, por favor'', le recomendó. El astro en forma afable fue al grano. ''Bueno, pues dale chaval''.

Entonces en aquel Lobby del lujoso hotel comenzaron las preguntas. Fue un recorrido a su historia futbolística y el por qué elegir México para retirarse del balompié. Mientras respondía apuntaba yo en mi libreta presto a esas declaraciones que sabía al siguiente día serían la portada (no lo fue, curiosamente), mientras mi mano derecha sostenía mi aparato digital que recogía la historia de uno de los más grandes cerebros que ha dado el futbol.

Charla amena (eso creo), directa. Rechazaba ahondar sobre el tema del dopaje , pero desde aquel entonces hablaba de su deseo por ser entrenador y por qué no practicar desde el campo y aprender del que sería su entrenador con Culiacán: Juan Manuel Lillo. Ése era su propósito principal. Incluso se habló que quizá dirigiría algunos partidos. Obviamente se volvió en un referente del equipo, aunque en la cancha estaba claro: Sus mejores años habían quedado atrás y sólo había que paladear los chispazos de su talento inigualable y su técnica infinita.

Luego de media hora de plática llegó el final. ''Bueno, chaval, ya tienes tu entrevista. Me voy, me siento muy cansado'', se despedía. Emocionado y orgulloso de mi noticia de inmediato repasé mis apuntes... Había algunos conceptos inconclusos. Afortunadamente recordé que todo había quedado registrado en mi grabadora. Con rapidez metí mis manos en la mochila... Cuando levanté el objeto para oír las palabras de Pep me di cuenta que nunca había apretado 'rec/pausa', por lo que nunca grabé mi primera entrevista con Pep.

Nervioso, molesto y furibundo conmigo mismo traté de alcanzarlo hasta el elevador. ''Pep... Pep... Pep...'', grité en los pasillo del lugar. Guardiola volteó amablemente y respondió ''Dime chaval''... a lo que le revelé, ''Pep estoy muy apenado, no grabé la entrevista, ¿me podrías dar otra?'', una respuesta lacónica dejó frío el lugar. ''Lo siento chaval, en la vida debes estar preparado y tú no lo estuviste. Hoy no perdiste una entrevista, hoy ganaste una experiencia que no te va a volver a suceder''. Guiño de ojo y despedida. Se cerró la puerta y el elevador se llevó no sólo a Pep, sino mi esperanza de tener una exclusiva con él.

Guardiola habló poco o casi nada en México. Hoy, Pep conquista el mundo... Desde hace 10 años, dejó una huella no sólo en México, sino en mi persona...

Así fue cómo se dio a conocer la noticia del arribo del español... Leer