Sí, fui de los que pensé que no le alcanzaría a Chivas para superar a Tigres en la final. Fui de los que tuvo sus dudas de que la apuesta de Matías Almeyda fuera la más indicada originalmente, y que la salida de Néstor De la Torre era un error. Soy de los que sigue pensando que es un error que no haya un proyecto deportivo en Guadalajara y que todo el peso recaiga en el entrenador.
Dicho lo anterior, porque es importante también pasar por el confesionario, hoy tengo que decir que me da mucho gusto haberme equivocado. ¡Felicidades Chivas! Han abofeteado la nefasta regla 10/8, 9/9 y anexas; han validado su proyecto 100 por ciento mexicano; han mandado un mensaje de que los dueños del balón en la Liga MX deben creer en el futbolista nacional. El campeón de Liga, de Copa y del Ascenso lograron sus títulos con bases mexicanas. No podía ser más contundente.
Sé que hay un penal del tamaño del estadio que no se marcó, indiscutible. Es como ignorar un elefante en la habitación. Sin embargo, también soy un convencido en que mientras los árbitros no tengan mejores herramientas (vídeo) para juzgar en el momento decisiones tan importantes que pasan a máxima velocidad, estas cosas van a seguir pasando; también creo que Tigres tiene una gran responsabilidad por lo que dejó de hacer en los 180 minutos de la serie.
Tigres evitó el colapso desde la ida gracias a dos joyas de André-Pierre Gignac. Pero también cometió muchos pecados: los errores imperdonables de Nahuel Guzmán, lo poco que pesaron jugadores como Javier Aquino o Lucas Zelarayán; cambios que pesaron poco en la vuelta. Tigres tenía más plantel, más banca, más talento y no pudo resolverlo con esos argumentos.
Chivas es campeón después de más de una década. El título debe ser motivo de gran festejo en el equipo más popular de México, y también de una profunda reflexión por las enseñanzas que habrá dejado para su cúpula. A Jorge Vergara y a José Luis Higuera, zapatero a tus zapatos; el proyecto deportivo en manos de quien sabe del tema; inversiones inteligentes como Alan Pulido, Rodolfo Pizarro y José Juan Vázquez; y apoyo incondicional a la cantera.
Ojalá la Liga MX se dé cuenta del daño que le hacen al producto nacional con sus reglas absurdas. No digo que se cierren las fronteras, de ninguna manera. A menor cantidad, mayor calidad de jugadores extranjeros. Regla básica. Si no se aprende hoy, ¿cuándo?