CARDIFF -- Será por muchos motivos una semana inusual para Cardiff. La pequeña ciudad galesa de 340 mil habitantes estará recibiendo más de 200 mil visitantes con motivo de la final de la Champions. Mil 800 periodistas acreditados y 66 mil afortunados que podrán presenciar el esperado partido entre la Juventus y el Real Madrid.
En torno al estadio Millennium habrá tres anillos de revisión y se jugará con el techo retráctil cerrado por aquello de los drones y la alerta existente. "Mucha seguridad, se agradece", me comenta Belinda la amable gerente de una tienda de telefonía celular en el centro comercial Cardiff City Centre. No es común semejante revuelo.
Hasta esta tierra prometida han llegado los comentarios de los entrenadores. Massimiliano Allegri de la Juventus ha entregado varias joyas que merecen ser destacadas. Por un lado dice: "El optimismo está bien, pero no me parece justo decir que somos favoritos”; y agrega: "Todos están satisfechos de lo que hicimos, pero ahora debemos llevarnos a casa la copa".
Allegri sabe que el equipo está en su punto, ha conquistado la Liga y la Copa en Italia otra vez, y lo que sigue faltando es ganar Europa. No basta con llegar, hace dos años lo hicieron y fueron derrotados por Barcelona en Berlín. Hoy ha cambiado la mitad de su equipo titular, es más agresivo. Sólido al defender, como ninguno, y agresivo al atacar. Una versión reconfigurada y con alcances más altos.
Zinedine Zidane se manejó con maestría en torno a la incógnita de su once inicial: "Se habla de Gareth [Bale] o de Isco, pero también pueden jugar juntos. Lo hicieron 16 veces este año”. Cierto, pero poco probable para el sábado, descartado de inicio. Con el malagueño han potenciado la generación de futbol en medio campo y cambiado el dibujo a 4-4-2; con Bale se gana en vértigo, la popular BBC exige un 4-3-3. Sin embargo, hay una cruda realidad aún con una final en Cardiff, el galés no juega desde el clásico, es muy propenso a lesiones, y con Isco el equipo funciona de maravilla.
La Juve busca el triplete este año en que ganó su Scudetto N° 33, inmejorable coincidencia numérica. El Real Madrid su docena de Copas de Europa, insuperable marca histórica. Será en esta tierra prometida que se escriba la historia.