Para nadie es un secreto que Leo Messi es uno de esos pocos personajes en el mundo tocados por una varita mágica.
A su talento natural se le suma la virtud de la empatía que genera con la gente y la sencillez que lo coloca como un futbolista terrenal, más allá de que lo que hace en un campo de juego suele rebasar todos los límites de lo explicable.
Comenzó la aventura en Miami con el guion perfecto, a tono con el desfile de personalidades que asistió a una gala en la que el protagonista hizo su aparición hasta el segundo acto, pero su actuación provocó que valiera la pena la espera.
En su primer partido demostró que no llegó de vacaciones ni mucho menos menospreciando la competencia cuyo nivel dista mucho de lo que ha estado acostumbrado en Europa.
En más de media hora, con todo y la inactividad tras llegar de vacaciones Messi se dedicó a ser Messi: Participativo, protagonista, hambriento de gloria y con los destellos que lo hacen único.
En la agonía de la contienda ante el siempre impredecible Cruz Azul, Leo gestionó una falta justo en la zona del campo que mejor le convenía y evitó el empate y posterior definición en penaltis.
El genio no podía quedarle mal a tanto invitado de lujo, desde pequeños hijos de luminarias, pasando por LeBron James y Serena Williams, quienes se rindieron ante la magia en la ejecución de un tiro libre perfecto.
Es apenas el comienzo y bien vale la pena mencionar que el Inter Miami es un equipo bastante modesto en cuanto a talento se refiere, pues tiene severos problemas defensivos y otros tantos en la elaboración del juego.
Evidentemente Leo, Busquets y cuando llegue Jordi Alba, le darán un salto de calidad importante, pero no suficiente como para pensar en que les alcanzará para rescatar la MLS metiéndose a los Playoffs o para contender por el título en la Leagues Cup.
Cierto que el que tenga en sus filas a Messi puede aspirar a todo, pero su nueva casa está en plena reconstrucción y tardará algún tiempo en levantarse, con todo y que haya llegado del mejor de los arquitectos.
Mención aparte para Busquets, quien en su debut ya dejó de manifiesto que dotará de todo lo que le falta al equipo: inteligencia, pausa, equilibrio y claridad, además de que será un gran aliado de Leo. Sergio se cansará de jugar y hacer jugar a los demás.
Son los últimos compases de estas leyendas y toca disfrutarlos ahora desde Miami, un paraíso lleno de atracciones que ahora tiene una más. Total, si Leo se fuera a la ‘Liga de Marte’, hasta allá lo seguirían sus fieles devotos.