LOS ÁNGELES -- La apuesta por Doc Rivers le está saliendo de maravillas de más de una forma a Los Angeles Clippers.
No solo el equipo se encuentra en una posición óptima en la Conferencia Oeste a pesar de una seguidilla interminable de lesiones, sino que también los angelinos han visto crecer a algunos de sus jóvenes.
Blake Griffin y DeAndre Jordan han dado un salto de calidad, y mientras Rivers repite que el crédito no le pertenece, la confianza depositada en DJ primero, y en Griffin después (tras la lesión de Chris Paul) sin dudas ha dado sus dividendos.
Jamal Crawford es otro jugador que está atravesando el mejor momento de su carrera, a pesar de estar en su temporada número 14 y de tener casi 34 años.
"Hay muchas razones", dijo Griffin. "Tenemos muchachos con los que los jugadores quieren jugar. CP, Jamal son muy respetados en la liga.
Obviamente nuestros entrenadores son otra atracción porque los jugadores quieren jugar para Doc. También jugar en Los Ángeles... no es un mal lugar para jugar. El concepto de los Clippers ha cambiado completamente. ¿Por qué no debería ser uno de los mejores destinos"?
La unidad del equipo, así como el desarrollo en ambos lados de la cancha se está complementando con un cambio de cultura que empezó antes de Rivers pero que sigue acelerando su ritmo.
Los Clippers ya no solo no son el hazmerreír de la NBA, sino que se están convirtiendo en uno de los principales destinos.
"No sé si seremos 'el destino' pero queremos ser uno de ellos", aseguró el entrenador. "Es nuestra meta, como traer a [Glen Rivers], que podría haber ido a muchos otros lugares, es algo bueno. Darren Collison podría haber ido a muchos lugares".
Al abandonar a los Boston Celtics, Rivers firmó un contrato de tres temporadas que le dio además el título de Vicepresidente de Operaciones de Baloncesto.
En términos generales, Rivers no solo dirige al equipo en la cancha sino que tiene la última decisión en cuanto a traspasos y fichajes.
Los Clippers no parecen tener ningún problema con esto, ya que la credibilidad que le brinda su trayectoria (y el anillo de campeonato en 2008) es su mejor aliado.
El verano pasado fueron Collison y Matt Barnes quienes resignaron dinero para jugar en Los Ángeles bajo su tutela.
Recientemente fue 'Big Baby', quien descartó ofrecimientos de Miami Heat, entre otros, para jugar para su exentrenador.
El jueves por la noche los reportes indicaban que Danny Granger, quien rescindió su vínculo con los Philadelphia 76ers tras ser canjeado por Indiana Pacers, será el próximo a subirse al barco.
Rivers ya había dicho que deseaba contar con él.
"Claro que sí", recalcó antes del partido antes Houston Rockets. "Alguien con ese talento sin dudas hay que echarle un vistazo".
La reputación de 'Doc' es brillante en los círculos de la liga, y no sorprende que muchos quieran experimentar lo que es ser entrenados por él.
Griffin agregó que ni ha sido necesario convencer a sus nuevos compañeros.
"No he levantado el teléfono en toda la temporada para convencer a alguien de venir aquí", dijo. "Quienes somos habla por sí solo. No tenemos que ser un equipo que necesita que tres o cuatro jugadores estén llamando, o contando historias. La manera que nos manejamos y jugamos debería hablar por sí solo".
De esta forma los Clippers son una franquicia cada vez más atractiva.
"Al final debemos seguir siendo un buen equipo de baloncesto y el resto nos seguirán", concluyó. "La clave es mostrar que tenemos chances y que somos un buen equipo. Los jugadores siguen eso e irán adonde sea por eso".
El prestigio seduce y Rivers espera que el éxito haga las veces de imán.
Paul, enumerando los argumentos de jugadores, entrenadores y el clima, fue aún más conciso.
"No veo por qué no querrías venir aquí".