BUENOS AIRES -- Todo cuenta, queridos lectores, la pinta de Maravilla y su hablar filosófico; la dureza de piedra de Cotto y su tremendo historial en el mundo reservado para muy pocos. Ya muchos la anuncian como la pelea del siglo. Los miles de seguidores portorriqueños que viven en Nueva York, creen que será un trámite casi burocrático para Cotto.
¡Qué equivocados están, estos muchachos! ¡Qué equivocados que están! Maravilla es un campeón de primerísimo nivel y Cotto deberá estar inspirado para poder conectarle uno solo de sus golpes al veloz Maravilla.
Con un estilo pulido, pero lento y casi sin defensa, Miguel Ángel Cotto ¿creerá realmente que puede imponer su estilo ante un boxeador superior como Maravilla? ¿Está en sus sanos cabales, este Cotto campeonísimo?
Son preguntas y jamás afirmaciones. No quiero morderme la lengua, pero en materia de boxeo todo puede pasar.
Mientras ambos púgiles publicitan su pelea fotografiándose en el Empire Estate, uno de los edificios símbolos de Nueva York.
En Buenos Aires, mientras todos esperan al sábado, se comienza a jugar un lindo juego sano, a favor de la dieta y en contra del sedentarismo. ¡Usá la bicicleta de Maravilla! Unos vivillos, han reproducido el modelo de la bici milagrosa que Maravilla usó para su preparación y recuperación de su rodilla. La bici que lucha contra el sedentarismo, dice la publicidad.
¡Y la están vendiendo en todas las esquinas! Se llama la bici maravilla, yo acabo de adquirir una de color amarillo intenso, con fuertes líneas verdes.
Y paseo por la ciudad, pensando en la pelea, en las esquinas la gente, me reconocen y reconocen a la bicicleta y me envían fuerza y saludos para el gran campeón argentino. No sé qué hacer, porque poco y nada tengo que ver con toda esta pasión popular generada por el púgil bonaerense.
Incluso se está organizando una bicicleteada al Obelisco para ver en pantalla gigante la gran pelea, como si fuese un partido de la selección. El sábado a la madrugada el centro de la ciudad se llenará de bicicletas Maravilla.
Pero no hace falta que vos consigas una de estas excéntricas bicicletas, venite con la tuya. Simpática forma de alentar al campeón, la imaginación popular no tiene límites. Lo cierto es que se ven muchas bicicletas en busca de un héroe.
Miguel Ángel Cotto, no sabe que hay tanta gente alentando al argentino. Ignora, el boricua, que va a pelear con el rival más complicado de su carrera. No sé, quién aconsejó a Cotto para que se meta en este enredo.