BRISTOL -- Cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó meses atrás que no pensaba que la marihuana era más peligrosa que el alcohol, sus palabras hicieron eco en los jugadores de la NFL.
A estas alturas, no obstante, eso no importa para aquellos que respaldan la política de abuso de sustancias de la NFL.
Como parte de la encuesta a más de 100 jugadores levantada por la NFL Nation de ESPN.com, el 75 por ciento de los 82 jugadores que respondieron, dijeron estar de acuerdo con Obama.
Más allá de eso, el comandante en jefe no fija ni fuerza políticas en la NFL.
La política de abuso de sustancias de la NFL exige a los jugadores que arrojen positivo por marihuana ingresar a un programa de tratamiento. Los reincidentes pasen a la Etapa 2 del programa, donde otro resultado positivo deriva en suspensión de cuatro juegos. El castigo por múltiples infracciones después de eso se torna más severo, de acuerdo con la extensa y compleja política de la NFL, que abarca 32 páginas.
Cualquier cambio debe acordarse entre la Asociación de Jugadores y la liga, y el vocero de la NFL, Greg Aiello, no quiso revelar si hay discusiones sobre un posible cambio en la interpretación de la marihuana en la política.
"La política es parte del [acuerdo colectivo de trabajo]; se negocia de forma colectiva", sostuvo Aeillo. "Nosotros y el sindicato nos guiamos por las recomendaciones de nuestros asesores de comunicación en el programa".
ESPN reportó este año que una renegociación de la liga en su política de drogas incrementaría significativamente el umbral para una prueba positiva de marihuana, así como reducir la gravedad de los castigos que deriven esos resultados.
Esta temporada baja, la liga tuvo un caso de alto perfil en torno a la marihuana con el receptor Josh Gordon de los Cleveland Browns, quien quedó suspendido todo el año por una segunda prueba positiva.
La política de disciplina de la NFL ha sido duramente criticada este año, toda vez que el corredor de los Baltimore Ravens, Ray Rice, recibió únicamente dos juegos de suspensión tras ser arrestado por violencia doméstica.
Al compartir la postura de Obama en el tema del cannabis, los jugadores encuestados dicen básicamente que no creen que el castigo corresponda al crimen. Eso podría entenderse más en lugar como Denver y Seattle, al tiempo que ambos equipos jugaron el último Super Bowl y están sitiados en estados donde la marihuana recreacional es legal en ciertas cantidades.