NAPIER-- Detalles. Una palabra que desde 2012 a esta parte muchas veces salió de la boca de los jugadores de Los Pumas. En ese rubro estuvo la diferencia para el triunfo de los All Blacks por 28-9 ante Argentina en el McLean.
"Graham Henry nos decía que a los All Blacks no sólo los eligen por sus destrezas, sino que se quedan con los que mejores toman decisiones en el partido. Eso es lo que marca a un jugador bueno, a uno de elite o a un All Black", contó Marcos Ayerza ni bien terminado el partido en Napier. Y es tal cual.
No sólo cometen pocos errores en los 80 minutos, sino que además provocan los del contrario. Cuando ven una puerta abierta, marcan. Y golpean en los momentos claves. Rara vez se equivocan ahí. El try de Liam Messam es una muestra, cuando ya había sonado la sirena del final del primer tiempo. Y cuando empezaba el segundo, aprovecharon a un picante Julian Savea para casi liquidar la historia.
Los Pumas, en esos detalles, no estuvieron finos. Con el uso del pie fallaron y tampoco pudieron aprovechar sus momentos en el test. Tuvieron pocas chances y las desperdiciaron. Adelante, estaban los All Blacks y no iban a perdonar ninguna.
La lluvia complicó el plan de juego y no pudieron adaptarse. Seguramente, como dijo Daniel Hourcade en la conferencia, habrá una revisión porque se quedaron sin variantes y sin saber qué hacer ni cómo vulnerar a Nueva Zelanda, algo que no había pasado con Sudáfrica ni en Pretoria ni en Salta.
No se dio un paso atrás porque el rival fue de mayor exigencia y en tierra ajena, pero sí deben mejorar muchas cuestiones para que en Gold Coast no vuelva a suceder lo mismo con unos Wallabies que llegan encendidos, luego de su victoria contra los Boks en el final.