QUÉRETARO -- Derroches de buen futbol, autopases, pinceladas en el campo, todo eso tuvo embelesada a la afición queretana que abarrotó la cancha de La Corregidora con el único propósito de admirar a un jugador de calibre mundial como Ronaldinho.
Y a pesar de que su momento físico no es el mejor, quien fuera campeón del mundo en 2002, no escatimó al momento de correr, de luchar por cada balón, de ser el amo y señor de las acciones. Las tribunas enloquecieron en cada ocasión que Ronaldinho tocó la pelota y desplegó por momentos aquel 'jogo bonito' que lo ha hecho ganar tantos reconocimientos a nivel mundial.
Con el estilo espectacular que le caracteriza, Ronaldinho bailó entre los otros 21 jugadores restantes, que para la afición pasaron a tener un papel secundario en el recital del brasileño.
El momento que todos esperaban llegó, la oportunidad más clara para que el refuerzo bomba hiciera explotar a La Corregidora y firmara su primer gol como Gallo Blanco, todo parecía perfecto, pero falló. El esfuerzo de la noche pudo haberse reflejado en el penal que el silbante Omar Macías marcó a favor de los queretanos, sin embargo, Ronaldinho no logró concretarlo.
Finalmente, tres días de arduo entrenamiento fueron suficientes para que jugara los 90 minutos reglamentarios, luego de más de un mes sin actividad a nivel de competencia.