BUENOS AIRES -- Steve Hansen, entrenador de los All Blacks, fue directo. Sin anestesia. En su llegada a Buenos Aires anunció que Aaron Cruden no había volado a Argentina porque el viernes se fue de copas en Auckland y perdió el avión. Y el 10, dueño del puesto por la ausencia de Dan Carter, tuvo que dar la cara en Nueva Zelanda y se arrepintió por lo sucedido.
"Hice una mala decisión con respecto a los límites de mi consumo de alcohol. Esto dio lugar a la acción inaceptable de perder el vuelo a Argentina. Estoy profundamente avergonzado por mi falta de juicio, y nunca he estado más decepcionado de mí mismo", afirmó Cruden, haciéndose responsable de su falta.
Además, el back dijo que "lo más importante fue haber dejado a mi equipo, yo llevo la carga de la vergüenza y la decepción y le pido disculpas a mi plantel, mi familia y también a los fans de Nueva Zelanda".
Hansen no lo descartó del plantel, aunque sí confirmó que no estará ante Los Pumas ni los Springboks en el final del Rugby Championship. Se espera que regrese para el duelo con Wallabies, por la Bledisloe Cup, en Brisbane. El sábado, en La Plata, lo reemplazará nuevamente Beauden Barrett.
"No tengo excusas. He estado trabajando muy duro en los últimos años para ganarme el respeto en el campo, así como fuera de la cancha y estoy devastado. He bajado mis propios altos estándares personales, así como las normas establecidas por el rugby de Nueva Zelanda. Acepto la plena responsabilidad por mis acciones y la pena de perder los dos partidos siguientes", concluyó.