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Lucas Borges sobre su retiro: "Voy a extrañar todo"

BUENOS AIRES -- La victoria ante Alumni no fue un partido más para Lucas Borges, gran emblema Rojo, ya que además de quedar a un paso de los playoffs, también marcó su adiós de Burzaco, esa casa que lo vio crecer, que lo formó y encaminó a otras lindas etapas como su paso por el exterior o Los Pumas, seleccionado con el que logró el tan glorioso y recordado bronce del Mundial de Francia 2007.

"Estoy contento, la verdad es que el club me dio mucho. Se sufrió, pero se ganó y eso es lo importante", le manifestó el wing a Scrum al referirse a la gran ovación que recibió al salir de la cancha a los 13 minutos del segundo tiempo, reemplazado por Rafael Parlatore. Un reconocimiento merecido para Borges, de su segunda familia, del club de sus amores, Pucará, que lo vio por última vez de local, en Falucho 766.

Sensaciones encontradas para uno de los hijos pródigos del Rojo que le dice adiós a esa casa que lo formó como jugador y persona, desde aquel debut a los 18 años ante San Cirano, como en su despedida, el sábado pasado, ante Alumni. "Lo importante era ganar, era el único objetivo. Siento más que nada alegría por haber ganado. Retirarse a veces no es solamente nostalgia, sino haber cumplido una etapa, encima con el club ganando de local, un partido importante, mejor todavía", expresó.

Si bien Pucará es cuna de grandes jugadores en el rugby argentino, su nombre, junto con el de Rimas Álvarez Kairelis, suenan entre los más jóvenes como figuras contemporáneas del club. Borges, con la sencillez y humildad que lo caracteriza dentro y fuera de la cancha, opinó al respecto: "Somos referentes por haber jugado en la selección una etapa linda, pero creo que es injusto nombrarnos solamente al Flaco y a mí. Hubo muchos jugadores de referencia en la historia, como por ejemplo Aitor Otaño. Capaz de la última etapa quedó ese recuerdo, pero ahora está Luquitas (González Amorosino) que es un referente, o Pantera (Montero) del futuro. Hoy en día hay un montón de jugadores que son referentes del club".

-¿Es más lindo el debut que la despedida?
-Sí, en esa época yo tenía 18 años y todo el fuego de una carrera por delante. Tenés las ganas, estás mejor físicamente, y un montón de cosas que hacen que el juego, que es lo más importante, lo puedas disfrutar mucho más que ahora a mi edad, que estoy más limitado.

-¿Qué es lo que más vas a extrañar un sábado?
-Todo. La verdad que entrar a la cancha es lo más lindo del juego. Verlo de afuera se sufre más que otra cosa, así que quiero disfrutar lo que queda porque lo más lindo del rugby es jugarlo.

-Este año arrancaste recuperándote de una lesión que arrastrabas de la temporada pasada...
-Sí, venía de una lesión fuerte del año pasado, así que recién pude empezar a mitad de año y de abajo, como cualquier otro jugador, jugué varios partidos en la Pre y en la Intermedia. La realidad es que se fueron lesionando varios jugadores, y ahora me tocó jugar más que nada para dar una mano, porque varios no están.

-Y en un futuro, ¿te veremos como entrenador?
-Ahora digo que no, pero dije que no sobre tantas cosas, y después termine jugando, así que nunca se sabe. En el corto plazo seguramente no lo haré, pero si en algún momento necesito estar vinculado otra vez, nunca se sabe.

-Volviendo al Top 14, ¿cómo está Pucará? ¿tienen chances de clasificar?
-Sí, creo que podemos, si ajustamos algunos puntos que hacen que los equipos se nos acerquen o que a veces nos ganen partidos que tenemos dominados. Si mejoramos eso, el equipo tiene potencial para jugar con los mejores a la par, así que por qué no ganarles.

La esperanza es lo último que se pierde y Pucará tiene mucha, ya que llega a la última fecha del certamen dependiendo de sí mismo, y una victoria ante San Luis le hará conseguir el tan anhelado pasaje a los playoffs: "Hay que ganar, queda un partido y ellos nos van a querer vencer. Va a estar difícil, pero nosotros tenemos la responsabilidad de ganarlo porque depende de nosotros", sostuvo.

-¿Es una asignatura pendiente salir campeón con Pucará?
-Sí, es el sueño de todas las personas de Pucará verlo alguna vez campeón, más allá de que salió dos veces, pero la mayoría hoy en día no lo vimos porque fue hace bastante, pero quedan algunos que lo vieron. El club está haciendo un buen trabajo hace más de diez años siendo protagonista, a veces quedamos en la puertita, como el año que llegamos a semifinales. Ese fue un buen año, así que esperemos que éste se dé de la misma manera.

Borges se despidió de su segunda casa, Pucará, y con la temporada en momentos culminantes, quizás el 2014 le tenga más sorpresas y reconocimientos. Sin embargo, no hay dudas que el vestuario y público de Burzaco lo extrañará cada sábado a la hora de entrar a la cancha y defender los colores de esa camiseta que le dio tantas alegrías en su vida.