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Marcelo Gallardo, táctico y talentoso

Gallardo está invicto como entrenador de River FotoBaires

BUENOS AIRES -- River Plate con Marcelo Gallardo como técnico, en cien días, alcanzó 19 partidos invicto sumando el torneo local, la Copa Argentina y la Sudamericana. Mientras que en el Monumental lleva trece victorias consecutivas y estuvo nueve encuentros con la valla invicta jugando allí.

Hoy River es revelación por el buen juego de ataque y su firmeza atrás. Igual, a los de Gallardo se les viene Arsenal en Sarandí, Lanús en La Fortaleza, Boca en el Monumental y Newell's en el Parque Independencia. Nada es una línea recta.

Gallardo nació el 8 de enero de 1976 en un hogar humilde de Merlo, en el barrio El Mosquito, al oeste del conurbano bonaerense y a 45 kilómetros del Monumental de Nuñez. De niño jugó en Estrella de Maldonado, club de barrio donde lo fueron a buscar de River. Enseguida tuvo la 10 en distintas divisiones inferiores. Un jugador talentoso.

En la Quinta división conoció a Matías Biscay, hoy su ayudante. El padre, Juan Carlos, ex árbitro internacional, comentó a Télam rasgos en adolescencia del técnico de River: "Un gran muchacho, muy inteligente y sensible".

El Muñeco era un "distinto" con excelente pegada y valiente, pese al físico chico (1.70 de estatura y apenas 55 kilos en el´93, cuando Daniel Alberto Passarella lo hizo debutar en Primera).

Así y todo, no fue ídolo consumado. Hace veinte años el universo riverplatense amaba a Ariel Ortega y en su regreso, al uruguayo Enzo Francescoli. No obstante, el pibe de las inferiores se ganó un lugar y era titular en River campeón del Apertura´94 con 18 años.

Adentro, en el plantel lleno de figuras, con clima de vestuario, Marcelo Gallardo fue un elegido, algo que confirmó el propio Francescoli, convocado por Rodolfo D´Onofrio para su contratación como técnico en un bajón de River, en noviembre del año pasado.

Passarella lo puso en Primera y lo llevó al Mundial de Francia´98. Algo que Gallardo no olvida: "De ese tiempo, rescato el profesionalismo de Daniel. Aprendí con ellos, con Américo Gallego y Alejandro Sabella, con quién tuve mucha afinidad", dijo.

De técnicos "estudiosos" valora especialmente a Marcelo Bielsa: "El juego de ataque rápido, utilizando las bandas, antes la presión para recuperar en tres cuartos, lejos de nuestro arco", reflexiona.

"¿Futbolistas de este tiempo? Soy muy admirador de Xavi Hernández, sabio del fútbol, inteligente, talentoso, de buena pegada y gran organizador", describe Gallardo al notable jugador de Barcelona que suma 600 partidos y quince títulos en el conjunto blaugrana.

Biscay padre, amigo del Muñeco hace veinte años, remite a las ilusiones de los pibes en el´91: "En la quinta eran amigos con Matías. Un Marcelo humilde, virtual ejemplo para todos", abunda el referí reconocido en los '90.

"Claro, no sólo para jugar. Cuando llegó a Primera en el´93 aquí festejamos todos", testimonió para Télam el exreferí. Apenas River lo transfirió a Mónaco, Gallardo produjo otro momento inolvidable: "Abrió un comedor escolar para niños humildes como también hizo (Javier) Zanetti, otro gran jugador y mejor persona. Gallardo con su padre contribuían en Merlo y hubo cien pibes", añade Biscay padre.

Passarella siempre alabó el talento de Gallardo. Tolo Gallego lo hizo titular en el´94. River ganó el Apertura invicto. Los hinchas más antiguos compararon al Muñeco del´97 con Ermindo Onega.

Hoy, Gallardo produjo el milagro que en un país donde las pasiones tienen un efecto a veces traumático y el fútbol promueva enconos, todo el universo futbolero -hasta el Xeneize- reconozca el juego de los Millonarios.

Presión, pressing asfixiante desde tres cuartos de cancha, recuperar el balón y salir rápido. Movimientos elaborados, ataque y defensa. River llega al gol por todos lados y defiende con fiereza.