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Las claves tácticas del clásico

BUENOS AIRES -- El único aspecto que se debe descartar en la visualización previa del Real Madrid-FC Barcelona es la importancia del factor campo. Desde 2008-09 el Bernabéu ha sido testigo de 6 triunfos del Barça, y el Camp Nou ha asistido a 4 victorias del Madrid. Este sábado juegan en el estadio Santiago Bernabéu, la cancha en la que más cómodo se siente Lionel Messi. De hecho, de los 21 goles que el argentino le ha metido al equipo merengue, 12 los ha celebrado en feudo blanco. Pero no se trata de hablar de Messi, sino de las novedades que presenta el clásico en su edición oficial número 229. A saber.

El Real Madrid es el equipo con el mejor ataque de la Liga española. 30 goles han marcado los blancos en apenas 8 jornadas, lo que suma un promedio anotador de 3.75 tantos por encuentro disputado. Y Cristiano Ronaldo ha firmado 15, el 50% de la renta goleadora. El vigente Balón de Oro es una fabulosa máquina de festejos y no afloja pese a la tendinitis rotuliana en su rodilla izquierda. Luego, el efecto negativo de los 9 goles que encajó el equipo dirigido por Carlo Ancelotti entre las jornadas 2ª y 5ª se ha difuminado en poco tiempo. Esto, porque los de Chamartín acumulan tres encuentros con el arco invicto y un parcial de 12-0.

El único lunar de cara al clásico está en la enfermería. Una lesión muscular en el abdomen ha descartado al galés Gareth Bale, con lo que su lugar será ocupado casi con seguridad por el talentoso andaluz Isco.

Ancelotti aparece dispuesto a adoptar un esquema idéntico al que mostró en Anfield Road para propinarle al Liverpool este miércoles la derrota más amplia como local (0-3) de su historia en la Copa de Europa. El ingreso de Isco modifica hábitos en el Real Madrid. Aumenta el volumen de juego en el centro del campo, para hacerlo más propenso a controlar el balón que a imprimir velocidad en las salidas. Posibilita que James Rodríguez cambie de banda para hacer valer su perfil zurdo sobre el costado derecho. Y deja como plan B el contragolpe marca registrada que suele ordenar Ancelotti cuando el galés está OK y el 4-4-3 se corona con la delantera apodada BBC (Bale-Benzema-Cristiano).

Respecto al FC Barcelona, se trata del equipo con la mejor defensa del campeonato hasta el momento. Los culés mantienen el arco virgen al cabo de 8 jornadas. Claudio Bravo, arquero chileno que ha llegado al club este verano, ha sustituido al recordado Pedro Artola como portero con mayor cantidad de minutos sin recibir goles en la Liga y suma ya 720. El equipo azulgrana ha marcado 22 goles, y su pichichi es el brasileño Neymar (8). Detrás de él se ubica Messi (7). El aspecto saliente es que tendrá sus primeros minutos en competencia oficial Luis Suárez en el equipo blaugrana.

El Barça no se prodiga esta temporada con extremos por las bandas. Insiste en percutir con pases interiores, y libera en muy pocas ocasiones a sus laterales para no desproteger a sus centrales cuando el rival contraataca y encuentra terreno fértil detrás de los zagueros. Este prescindir del juego exterior puede hacer que Pedro tenga que dejarle su lugar al uruguayo, acaso más apto para partir como segundo ariete junto a Neymar, por delante de Messi, que es como viene jugando el tridente del ataque culé.

A la incertidumbre que provoca el ingreso de Luis Suárez (¿le habrá alcanzado el tiempo que duró la sanción de FIFA para desarrollar automatismos que le permitan conocerse a la perfección con Messi y Neymar?), se agrega la certeza de que Javier Mascherano volverá a jugar como pivote defensivo, ya que Sergio Busquets se ha perdido los dos últimos partidos (Éibar y Ajax) por una lesión en la cadera y es duda para el clásico. El argentino ha de ser clave para liderar el juego posicional de sus compañeros cuando Toni Kroos capitanee la transición ofensiva del Real Madrid, aunque cabe una posibilidad de que Luis Enrique coloque a su lado al propio Busquets para que no deba hacerlo solo. Así las cosas, el Real Madrid apunta a moverse dentro de un 4-4-2, y el Barcelona todavía debe elegir si sale con el habitual 4-3-1-2, o cambia para la ocasión. Lo que parece fuera de discusión es la titularidad de Xavi, quien comenzó el campeonato casi marginado, y ha regresado a los primeros planos después de que trascendiera su posible marcha a la MLS estadounidense en enero de 2015.